lunes, 27 de diciembre de 2010

AL SALIR EL SOL

Viene pintando la aurora
con los colores del alba
mientras perfuma una malva
que’n el patio se atesora.
Una chicharra a deshora
suelta un chirriar de lamento
que prolonga en el intento
de avisarnos de antemano,
que con el sol, de temprano,
tayará un calor sin cuento.

Viene clariando de a poco
-dispacio pero seguro-
porque’l día no tiene apuro
y no recula tampoco.
El lucero, ya bichoco
por la mayor claridá,
como escondiéndose va
hasta borrarse a lo lejos
porque’l sol con sus reflejos
prontito nomás saldrá.

Inaugurando un entable
antiguo como su esencia
güelve’l sol a la querencia
trayendo un briyo infaltable.
La visión se hace notable
y se ve que’n el bañao
se anda moviendo el ganao
entre una niebla petiza,
la que’n un rato, sin prisa,
el sol ya habrá disipao.

La alta flor de un cardo ruso
que ha crecido en demasía
muestra la estampa bravía
que la tierra le compuso.
Suelta un quejido inconcluso
el molino cuando hereda
un soplo que se le enrieda
pero… que por ser mezquino,
deja a mitá de camino
el trajinar de la rueda.

Pava y mate en una mano,
y en la otra un viejo banco,
por el corredor, al tranco,
le busco el fresco al verano;
el amargo es soberano
pa’ comenzar la jornada,
y al dejar acomodada
mi postura en una esquina
suelto rumbo a la glicina
el humo de una pitada.

Al dir pintando la cosa
el día toma color
y va ganando calor
demientras el sol retoza.
Se levanta mi donosa
cuando termino el amargo,
y ya salgo al tranco largo
pa’ atar en el sulky “El Ruano”
y poder salir temprano
pa’l pueblo, por los encargos.
(31/12/1981)

domingo, 26 de diciembre de 2010

YUVIA (triunfo)

Primera

La yuvia con su danza
repiquetea.
¡Sobre’l rancho malambea!

Los truenos van gritando
su desventura.
¡Gritos de miedo y bravura!

Van enlazando nubes
los rejucilos.
¡Lazos de briyosos filos!

La yuvia va yorando
su desconsuelo.
¡Es el yanto de los cielos!

Estribillo

Y riega lentamente
a tuito el suelo.
¡Formando charcos al güelo!


Segunda

El monte está enlutao
por la garúa.
¡Se rasga el viento en las púas!

La laguna desborda
por la playita.
¡Más agua no necesita!

Anda silbando un triste
la voz del viento.
¡Rumiando antiguo lamento!

Los charcos con la yuvia
rotos espejos.
¡Salpican con mil reflejos!

Estribillo

Mientras marca la yuvia
compás añejo,
¡le pego al mate parejo!
(14/05/1970)

EN EL ALBA DEL AMOR

La mira con disimulo
pero con cierta insistencia,
y eya, con indiferencia
mentida, se arregla un rulo.
El mozo tendrá -carculo-
como unos dieciocho abriles,
y endemientras los candiles
ponen sus luz de penumbra,
la muchachita relumbra
por sus años juveniles.

Demuestra su estampa tierna
que ya despunta a mujer
el encanto de tener
natural pureza eterna;
en sus quince años alterna
el amor… con la inocencia,
y hace un dejo de impacencia
cuando un muchachón resero,
la invita a un baile campero
con sobrada reverencia.

Que ¡no!, sin dudar contesta
y mientras bajo suspira
con mucho recato mira
al mocito… por respuesta.
Y él, al verla ansí dispuesta,
armándose de coraje,
sale dentre’l paisanaje
y cuando anuncian: ¡Firmeza!,
con tuita delicadeza
la invita en crioyo homenaje.

Eya siente que su pecho
le zapatea de alborozo
al ver los ojos del mozo
que’stán a tan corto trecho.
Pero anque’l ¡sí! es un hecho
busca a su mama sumisa
y cuando un gesto le avisa
que tiene el consentimiento,
mira al mozo, que contento,
los flecos del poncho alisa.

Endispués de la firmeza
siguieron gatos y güeyas,
y en los ojos d’él y d’eya
campea alguna luz traviesa.
Se destaca una promesa
que irá cargada de ardor,
y cuando ya un resplandor
anuncia el nacer de un día
eyos sueñan su alegría
“en el alba del amor”
(1/10/1981)

DESTINO RESERO (huella)

Primera

Tropié muchos caminos
siendo resero;
recorrí muchas güeyas,
pagos enteros.

Echaba por delante
hacienda de otros;
nunca tuve una vaca
solo algún potro.

Cuando apretaba el sol
de noche andaba;
de día algún churrasco
dispués sestiaba.

En invierno, de día
siempre tropiaba;
de noche se dormía
y también rondaba.

Estribillo

Las haciendas son de otro
¡ta que destino!
Los reseros sin nada,
solo el camino.

Segunda

Siempre con güenos pingos
si no, no andaba;
mi destino era güeya
y la caminaba.

En las noches lunadas
con poncho e’streyas,
demientras las miraba
pensaba en eya.

Pero nada te cuento
de las garúas:
truenos y rejucilos,
luz en las púas.

Vida sacrificada
la del resero,
tropiar güeyas y güeyas,
pagos enteros.

Al estribillo

(16/05/1970)

DEL DOMADOR (huella)

Primera

Lindo oficio paisano
hecho a pacencia:
¡domador!, en mis pagos
tenés querencia.

Tu presencia de crioyo
cayao y serio,
rienda’ y bocao revisa
con güen criterio.

Te arrimás al palenque
como si nada,
y el redomón recela
tu manosiada.

Le tirás del penacho,
tocás su hocico…
¡Tendrá que salir manso
como pa’ un chico!

Estribillo

Cuanta nobleza encierra
hacer cabayos.
Vos trajinás tu güeya
sin un desmayo.

Segunda

Lo palmiás en la tabla,
le hablás bajito,
pero si se priecisa
rumbiás a un grito.

Le prendés la mnea
la ensiyarlo,
con tu recao liviano
pa’ galopiarlo.

Dispués cuando el bocao
ciñe la encía,
al animal le buye
sangre bravía.

Y por gaucho al montarlo
el hombre enrienda,
de modo que a dar güelta
pa’dentro aprienda.

Estribillo

Ya lo saca tranquiando
sin un castigo.
Domador y cabayo
¡saldrán amigos!

Grabado -2004- por Miguel Petto Gomez

martes, 16 de noviembre de 2010

PATRIA!!!

Digo ¡Patria! y de pie me pongo erguido.
Digo Belgrano y tengo la bandera.
Y si es que Güemes digo ya es retumbo
incontenible el de su montonera.
Y si apenas mi voz susurra “Mayo”
ya me abrasa un ardor y al punto me hallo
frente al cabildo aquel de cuño hispano
donde el pueblo agitaba soberano:
“¡Basta de rey, no somos sus vasallos!”
Y si nombro a Moreno, ya mi sangre
es borbollón que mi existir repecha
porque su juventud fue empuje y mecha,
revolución su voz; su acción: el cauce.
Y si Manuel Alberti pienso y digo
ya la emoción me embarga en forma plena
porque el vocal de “Mayo” antes, fue abrigo
de la fe, allá en mi pago: Magdalena.
Si a Cornelio Saavedra lo menciono
lo tengo al Comandante de Patricios
que fue el primer caudillo en este entorno
y encabezó la Junta del inicio.
Digo Azcuénaga y Castelli digo,
también digo Matheu, Larrea, Paso,
pues trasvaso en el tiempo sus ideales
y a su impulso primero ya me abrazo.
Si digo San Martín, ¡honor al grande!,
vibra mi ser, y se sacude y late,
heroico en el combate, y en la vida
un hombre probo, inmaculado. Un padre.
……..............................................................
Por eso al decir ¡Patria! estoy erguido.
Por eso mi emoción y mi respeto:
por aquellos que hicieron el proyecto
de esa Argentina ¡a la que estoy fundido!
(21/09/2010)

1° Premio del 26° Certamen Literario Nacional
en adhesión a la Fiesta Pcial. del Inmigrante,
de Berisso (2010)

viernes, 6 de agosto de 2010

ALMACEN EL RECREO

Al amigo “Pampa” Cura,
y por su Museo


El diecisiete de enero
del Patrio Bicentenario
ya me apiaba, muy corsario,
en un almacén campero;
me recibió “el bolichero”
bien a lo crioyo ataviao,
hombre prudente, educao,
con saber hasta de sobra
y entró a’mostrarme la “obra”
que paciente ha “edificao”.

¡¡ Con cuanta pasión lo veo
atesorar cada cosa !!,
que’n verdá el pasao reboza
en “Almacén El Recreo”.
En sus estantes campeo
tanta cosa que conozco
y hasta lo que desconozco
me ilustra ¡y en hora güena!
porque bien vale la pena
pulir el saber… si es tosco…

Con que hambruna de aprender
y cuánta ansiedá en el pecho
miraba del piso al techo
y pensaba: ¡es de no creer!
Por cierto que hubo un ayer,
jue’n en mil ocho ochenta y uno,
año en que me desayuno
se abrió a la vida futura
cuando lo fundaba un Cura
...sin sotana… y oportuno.

Cuasi ciento treinta inviernos
acumula el almacén
que bien plantao es sostén
que al ayer lo güelve’terno.
Y yo, que a gatas dicierno,
estimo sin compromiso
y un alto valor preciso
porque la historia fulgura
al amparo ‘e “Pampa” Cura.
Lo atestigua, Carlos Risso

miércoles, 16 de junio de 2010

EL SURERO

Lo vide ni bien clarió
dir al tranquito pa’l campo,
como reflejo de un lampo
que a lo lejos centeyó.
Lindo el paisano ensiyó
en un bayito amariyo
riciensito de colmiyo
y por crioyo lo detayo:
¡ arregladito el cabayo
con lujos de hombre senciyo !

Una nube l’hizo marco
ni bien yegó a la tranquera
y una mirada señera
perdió a lo lejos, muy parco;
medio achinao, lo remarco,
con sombrero de ancha ala
requintao con mucha gala
y un barbijo bien calzao,
negro el bigote tuzao
y pitando al viento un chala.

De corralera cortona
con el pañuelo a la espalda,
una daga lo respalda
anque no lo envalentona;
una rastra le abotona
un tirador con monedas,
y el talero, que arremeda
en la mano, diestra lanza,
en la rodiya descansa
con la lonja como seda.

En la grupa del recao
y cubriéndole la pierna,
luce como prenda eterna
un poncho medio listao;
una potrera ha’somao
entre basto y cojiniyo,
y un sobrepuesto senciyo
pone una nota especial,
junto a un lazo, que’n el pial
puerta’juera, es el caudiyo.

En el estribo surero
-un gran redondel de luna-
la punta del pie se acuna
con la espuela ‘e sonajero,
luce’l pigüelo altanero
de ocho púas, su corona;
el arco al talón la entrona
la bota de potro atando,
la que a su vez va cinchando
una bombacha angostona.

Al tuse de cogotiyo
le hace una mueca el penacho,
y cierto aire vivaracho
le da’l bayito amariyo;
en la boca es un aniyo
el bocao hecho de cuero;
al redomón con esmero
lo galopa el domador...
...Yo uso mi amago mejor
pa’ saludarlo: ¡ Al Surero !
21/01/1976)

lunes, 14 de junio de 2010

POR SI LAS PULGAS...

A José Ameghino (Pepe),
paisano de la Ensenada… y amigo!


Trovo

Prieparo el poncho encerao
carculando el aguacero
¡y ensiyo el alazán chico!
por guapetón y parejo.

De antes del amanecer
andaba ya levantao
pues solo un canto había dao
el gayo, a mi parecer;
miré el cielo y pa’ yover
lo medí por lo entoldao.
¡Malaya… -pensé- el mandao
igual lo tengo que hacer!
Y por lo que pueda ser
prieparo el poncho encerao.

Y junto al fogón sentao
barruntando el derrotero
el mate entriega’l garguero
su sabor tan apreciao.
Si el pensar no he’quivocao,
al cañadón grande quiero
yegar al clariar primero
pa’ cruzarlo más confiao…
Que puede hacerse embromao
carculando el aguacero.

Endebajo del alero
recao y pilchas ubico
y mientras solo platico
salgo rumbiando al potrero;
oigo un canto cencerrero
y en un chiflido me aplico;
el talán, se hace más rico
y en tanto la yegua espero,
Cual agarro? …considero,
¡y ensiyo el alazán chico!

Que’s de lay, lo certifico,
lo andao en él es consejo.
(Que la esperencia es espejo
ande’l vivir verifico).
Anque’l cielo se haga añico
y yo frunza el entrecejo,
sé que la güeya no dejo
y mi confianza la esplico:
que’nsiyo el alazán chico
por guapetón y parejo.
(24/02/1990)

jueves, 29 de abril de 2010

FIN DE VISITA

¡Güeno mi alma, hasta más ver!
La noche marca mi güeya
¡pero habré d’echar la peya
pa’ muy prontito golver!
El saber que tu querer
me‘stará agüaitando firme
alivia el dolor de dirme
y apurará mi regreso,
pa’ saboriar ese beso
que tendrás pa’ recebirme.

El trajín que ha de’sperarme
me acortará la semana,
¿pero, sabe mi paisana…?
¡Toy con ganas d’enyuntarme!
Ya tengo po’ ande ubicarme
y anque’s chicuelón el rancho,
nuestro querer lo hará ancho
y si es que viene algún hijo
teniendo barro, colijo
que pa’lgún costao lo enancho.

Güeno mi moza, la dejo.
Yo cerraré la tranquera.
Váyase adentro, que ajuera
sopla un fresquito parejo.
Me voy yevando el reflejo
tentador que dan tus ojos
y priendido como abrojos
me yevo el gusto ‘e tu beso,
pensando que a mi regreso
¡los viá tener a manojos!
(22/06/1982)

viernes, 16 de abril de 2010

A LA QUERENCIA

-Siga mi “bayo” tranquiando güeya
andando el rumbo de la querencia…
La senda es larga, pero una “estreya”
me va’purando con su presencia.

-La noche es fresca. ¡Suerte mi “bayo”!
Por usté, digo… ya que soporta
mi apuro y peso, ¡mi güen cabayo!
¡Yo sé que’l pago también le importa!

-Más adelante'nyegando al bajo
(ande’l arroyo se siente dueño
y entre los uncos parece un tajo),
habré de darle premio a su empeño.

-Por eso el “moro” -su compañero-
que aura trotea suelto, a su antojo,
¡qué se priepare!, que al rancho quiero
antes que aclare ponerle el ojo.

-Del bajo al rancho… más de tres leguas
de campo pobre, de güeyas fieras…
ande pa’l “moro” ya no habrá treguas
anque tampoco tendrá fluejeras.

-Yo sé mi “bayo” como usté sabe
que’l “moro” tiene de suebra agayas
pa’ esa patriada, ¡no es que lo alabe!
¡Si son parejos pa’ las batayas!

-De la mañana que por conchabo
juntos salimos ya va pa’l mes…
Andar de tropa suele ser bravo
Pero… cumplimos nosotros tres.

-Y aura que’l pago nos tira y mucho
pienso en mi prienda y en mis dos hijos.
(Si hasta se me hace que los escucho
y junto al pecho que los cobijo).

-Pobre mi moza, ¡qué vida esta!
Dejarla sola por tantos días,
y anque los chicos son pura fiesta
la espera es larga… Yo: lejanía.

-De usté mi “bayo” y el “moro” amigo
un potrerito espera retozos
y un monte ‘e talas convida abrigo.
¡Pa’ la querencia güelven ansiosos!
……………………………………...................
Y al dir la noche como encerrando
las claridades de las estreyas:-¿Siente mi “moro” perros toriando…?
¿Qué sí me dice cuando resueya?

-“El Capatucho” y “El Carboniya”
ya nos ventiaron anque están lejos.
Y si aura alertas, se hacen astiyas
al dir yegando, se harán festejos.
………………………………………...............
Ansina hablando siguió el paisano
golviendo al pago -su gaucho nido-,
a sus pichones y a’queya mano
que jue paloma cuando el despido.

(10/12/1979)

sábado, 3 de abril de 2010

MI OVERO GATIAO

Tengo un overo gatiao
marca de Antenor Carranza,
dentrador igual que lanza
pa’l trance más delicao;
a ese crioyo lo he comprao
ayá por la Madalena,
él mentó la estirpe güena
de su procedencia crioya,
y en verdá, la estampa apoya
la sangre que anda en sus venas.

¡Qué lindo queda ensiyao!
-con mi recadito ‘e pión-
si parece de un patrón
o de algún cuadro escapao.
Prolijamente tuzao
bien peladas las orejas,
con las raniyas parejas
y la cola recortada…
¡Cha digo!... la paisanada
al mirarlo arquea las cejas.

Con él, supe apadrinar
en varias fiestas camperas,
y por cierto el gatiao era
sereno pa’ trabajar.
Una luz para empardar
al bagual que disparaba,
y si sacar me tocaba
al jinete de la grupa,
sobre las ancas ¡jue pucha!
al palenque lo yevaba.

También anduvimos juntos
lidiando en algunas yerras,
haciendo temblar la tierra
sabe Dios, hasta qué punto.
Especial pa’ un contrapunto
Habiendo otro bien montao,
¡guay! del noviyo porfiao
que hacía una brecha al rodeo…
¡Qué ocasión para un floreo
de mi overito gatiao!

Con esa crioya esperencia
de trabajar sin apuro,
enfrené pingos, lo juro,
de muy gayarda presencia.
Pero están las preferencias
en el que les he mentao,
pingo que me han codiciao
por su estampa y largo aliento,
pero no vendo ‘ni en cuento’
¡mi crioyo overo gatiao!
                                          (4/05/1973)
A pesar de las varias "manqueras" de este verso, lo aprecio mucho, porque en mi vida literaria hay un antes y un después de él.

DE SANGRE PAMPA

Me anda buyendo en las venas
y me apuntala la estampa,
el pasao de historia plena
del Pago ‘e la Madalena
que me hace ¡de sangre pampa!

Por eso es más vale oscura…
Quizá por falta ‘e linaje,
pero es ¡argentina pura!:
soy hijo de la yanura
y mi raza es el gauchaje.

En mi vista está el paisaje
campero, de ande me crié,
y como es crioyo el paraje
anda a cabayo el gauchaje
porque’l gaucho no anda a pie.

Tierra que’ra del indiano
en antes de la conquista.
Ese es mi pago paisano,
Por eso me siento ufano
…y perdónenmé que insista.

Siento que me suda el cuero
si es que del gaucho hablan mal,
por eso ando en el sendero
que anduvo Hernández primero
porque jue gaucho cabal.

Por eso me late el pecho
con retumbo de malón,
y se hace’l verso pertrecho
pa’ defender por derecho
la Patria y la Tradición.

Decir Patria, es decir mucho…
Tradición, es conocerse.
Lo crioyo no es brasa ‘e pucho
es fuego grande y yo lucho
porque tiene que aprenderse.

Ser Pampa es ser orejano.
Pa’ patrón: ¡la libertá!
La que enarboló Belgrano
en un pasao aún cercano
que oservándonos está.

Soy disparada ‘e bagual,
que suelta un relincho al viento
puerta ajuera de un corral,
gambetiando pial tras pial
¡que’n ser libre va su intento!

Pero también mi figura
es mansedumbre de arroyo
que dibuja la yanura
y con su frescor procura
al campo, brindar su apoyo.

En el fogón de mi vida
tuito lo argentino acampa
con la emoción encendida
por nuestras cosas queridas
porque soy: ¡de Sangre Pampa!
                                            (16/04/1980)

LA DEL ADIOS (aire de huella)

1° Parte
Una bandada ‘e patos
rumbea pa’l río,
y yo con mis cabayos
¡malaya!
pa’dentro mío.

Dejo atrás la querencia
que’s tiempo y vida,
mientras que me desangro
¡sangrando!
por honda herida.

Ricuerdos de mi vida
dende la infancia,
quedan priendido’al campo
¡pastiando!
sed de distancias.

Tantas cosas vividas
con crioya gente,
en tropel de silencios
¡galopan!
triste presente.

estribillo
Ya me voy para siempre
tropiando penas,
adiós mi pago chico
¡del Pago
‘e la Madalena!

2° Parte
Con la garúa finita
de los ricuerdos,
mojándome el presente
¡me alejo!
al tranco lerdo.

Horizonte nublao,
cielo azulejo,
un incierto futuro
¡me aguarda!
ayá a lo lejos.

La tropiya’delante
atrás el pago,
que juera la querencia
¡y es aura!
ricuerdo aciago.

¡Cha digo! cuántas muecas
que hace’l destino…
ridepente te soba
¡de azotes!
el muy ladino.

al estribillo
(18/01/1976)

viernes, 2 de abril de 2010

PA' RENDIR HONORES

Deletriando una cuartiya
algunas rimas engarzo
mientras principiando marzo
el rumbiar me hace cosquiya;
ya está lista la tropiya
camperamente arreglada,
bien de los vaso’ y tuzada
…sin dejar de ser senciya.

Si en algo pongo atención
como queriendo floriarme
-ya que lejos viá largarme-
es en las cola’al garrón.
Siempre ha sido mi afición
la luzcan como peinada
(…aparente y ponderiada
risulta esa condición).

La madrina yeva entera
la cola muy bien cuidada,
de flequiyo y enrulada
muestra la rubia clinera
que’s alazana y puntera
la que al tañir del badajo,
tiene’n cada pingo, un gajo
servicial, como cumbrera.

Salgo de la Punta Blanca
en antes que’l sol asome
pa’ que cuando alto, me tome,
ya haiga cruzao la barranca.
Si mi suerte no se manca
en unos días yegaré
al pago de Tapalqué
ande hizo Álvaro, retranca.

Me imagino la sorpresa
del hombre cuando me vea
que no es mi visita, idea
que le ronde la cabeza.
Me le viá dir de una pieza
en el gatiao mascariya
como pa’ hacerle cosquiya
al gesto de su estrañeza.

Va a escuchar de oreja alerta
lo de la depositada
del “gatiao de la Ensenada”
con el “zaino lista tuerta”,
bien sé que se le dispierta
el indio, por las carreras,
que ha’ndao mucho en las cuadreras
y nada lo desconcierta.

Pero aura echo algún bocao
ansí me ricuesto un rato
cosa de hacerle un barato
al sueño, y no andar pesao.
Ya está el apero alistao
con las pilchas más mejores,
¡cómo pa’ rendirle honores
a un aparcero apreciao!
                                       (24/01/1996)

FACUNDO

Inspirado en cuento de Guillermo Pilía
Sentí a Facundo morir
estoicamente, sin miedo,
rebosante de coraje
temple “toledano” el cuero;
como bramando, a su vez
-de asombro, los ojos llenos-
mirando, infunde terror
al matador de su cuerpo.
Pero el hombre… no murió,
ni se escondió, ni está lelo…
Mora por la Cruz del Sur
y anda en la noche sin tiempo,
amanece con estrellas
y hace ocaso en el lucero.

¡Qué Reinafé, ni ocho cuartos
ni que Santos montonero!
¡Ni que intrigas palaciegas
de sucio politiqueo!
Él es “tigre de los llanos”,
amo y señor del desierto.
Palabra santa entre gauchos,
bravura en los entreveros.

Sentí a Quiroga morir
…pero quizá no era cierto…
¡Si nunca mueren los hombres
que saben vivir sin miedo!

Anda rastreando ‘capiangos’
para entablar sus lanceros
¡que un tigre reconocido
valora los de su cuero!:
vale por dos cada uno,
hombre y animal entero.

¡Ah terror que han de infundir
cuando cabalguen de nuevo!

Que Quiroga no murió
…aunque yo lo sentí muerto.
El que murió es Santos Pérez
(un coraje sin cerebro),
Al que la imaginería
se le confundió en el cuerpo
que aunque gaucho de coraje
al final lo embargó el miedo.

“Hasta que venga algún criollo
a mandar en este suelo”
,
algo así sentenció Hernández
y era otro tiempo su tiempo,
pero no ha llegado aún
el que lo interprete al pueblo.

Por eso, quizá, Quiroga
no murió y anda despierto
oculto entre las neblinas
sublimes de su misterio
ansiando el momento justo
para aparecerse entero,
en su mediana estatura,
tras su barba y pelo crespo,
para plantarse otra vez
y con federal gobierno
cumplir lo ansiado por muchos
dignificándolo al pueblo.

Barranca Yaco fue un hito
de cordobés desconcierto
¡donde no murió Quiroga!
…y si murió un caudillejo.

(4/03/2000)

1° Premio 7° Concurso de Poesía de Temas Gauchescos 2001 - Dolores

PA' MI GUSTO

Con el bayo livianón
y el picazo gargantiya
tengo pa’ mi, ¡una tropiya
en cualisquier ucasión!;
más que yunta es un montón
y al decirlo no lo dudo,
pongo mi cuerpo de’scudo
pa’ protegerlos, si a caso,
porque’yos son un pedazo
de mi esistir tosco y rudo.

Y ansí lidiamos los tres
la crioya vida por tiatro,
anque’n verdá somos cuatro
con mi perro “El Media Res”;
no hemos hayao sitio, pues,
que nos fije a una querencia,
y si el andar es sentencia
ser gaucho tengo de oficio,
que’nganando pa’ los vicio’
vivo libre mi esistencia.

Preferí siempre la changa
que conchabarme de pión
(cuanti más lejo’ el patrón
mi brazo más se arremanga);
antes que’l trabajo a manga
me gusta el de campo abierto,
aquel, ande bien dispierto
el hombre debe de’star
y entra el montao a tayar
si se ha’mansao con acierto.

Y es áhi ande con mis pingos
puedo misturar mis mañas,
anque no haiga más hazañas
que la de hacer güen distingo:
pa’l lazo uno es sin respingo,
se aplica el otro al aparte,
y los dos son una parte
que forman un mesmo todo
con el perro, que acomodo
al rumbo que Dios reparte.
(25/05/1994)

jueves, 1 de abril de 2010

COMO UN REFLEJO

Trái el atardecer que se avecina
de viejos días, el más fiel ricuerdo
que golvedores y al tranquito lerdo
ayegan su presencia a la retina.

Y en aqueyos sucesos que trajina
la memoria que pa’ nada pierdo,
es por las cosas maulas que me muerdo
y por las güenas que mi verso trina.

La vida me ha mostrao que’s una escuela
que toditos los días tiene clase
y dos por tres una enseñanza deja.

Por eso será pues la cantinela
que al dispertarme, suavecito nace,
me acompaña el trajín, y me refleja.

(20/04/1996)

ANDADOR

El cencerro taye lerdo
al tranco de la “gatiada”
y de mi época pasada
entablo cada ricuerdo;
tiempo aquel, del que no pierdo
el ranchito ande nací
y a trabajar apriendí
y ande templé’l lao izquierdo.

Canta el cencerro su sino
de musical armonía
y a mi se me antoja el día
que salí a’ndar el camino,
detrás de aquel Bernardino
-hombre de garra y coraje-
que’n su gran chata, de viaje
diba, como un peregrino.

Salí… con mucha tristura
y algo de miedo también,
y aqueya noche ricién
vide al cielo… su negrura;
dispués, como quien procura
acomodar la osamenta
pa’l lao en que’l sol calienta
busqué ubicar mi postura.

Diba de caballerizo,
que’ra el paisano aplicao
pa’ los pingos, y el cuidao
que les daba, era preciso.
¡Cuántas enseñanzas m’hizo
que guardé pa’ mi provecho!
Qué si el hombre’ra derecho
su palabra: ¡un compromiso!

El cencerro sonador
me trái ricuerdos lejanos
de poblaciones, paisanos
y estancias de lo mejor.
Años dispués, con dolor
se’nfermó don Bernardino
y en un pueblo del camino
se afincó, por un dotor.

Un tiempo lo acompañé
pero mi gusto andariego
de adentro era como un fuego
y entonces… se lo conté;
“-Muente…” me dijo, y monté
con la güeya por delante
aviao de pingos de aguante
que con pacencia junté.

Y otra vez sobre’l sendero
de un permanente rumbiar
libre solté mi silbar
junto al canto cencerrero;
y hoy, su sonido campero
me trái ricuerdos de antaño…
¡Ta que suma año tras año…!
¡Vidita… cuánto te quiero!

Oficio que haga a la güeya
siempre me tuvo apuntao.
Nunca en un punto m’he atao
que’l afincarme me meya.
Tal habrá sido la estreya
que alumbró cuando nací…
¡Si siempre he vivido ansí
no hago al destino quereya!

Canta el cencerro armonías
y los ricuerdos entabla
que andan pidiéndole’l habla
a las tiocas rimas mías;
y porque’stibo alegrías
andando de pago en pago,
pienso: ¡si a quedarme amago
sé que se amainan mis días!
(22/11/1997)

viernes, 26 de marzo de 2010

SOBRE EL PIAL

Puerta’juera del corral
-los ojos desorbitao-,
sale bufando un gatiao
que al suelo cái en el pial.
Tembloroso el animal
dispués de tal golpe queda
y antes que pararse pueda
un mozo corre y lo muenta,
y sobre’l pucho es tormenta
levantando polvareda.

Ya sobre’l pial, jue la monta,
y sorpresa tras sorpresa
el potro mezcla fiereza
con un miedo que lo atonta;
un perro overo lo apronta
toriando desesperao,
mientras que’l hombre pegao
sobre’l lomo va sonriente
porque gritó un ocurrente:
“si salió a hacer los mandao”.

Cuando el potro ya se entriega
y busca la disparada
el mozo echa una parada
que’s broche de’sa refriega.
Al galopito se yega
hasta su lao un paisano
que le ofrece estribo y mano
pa’ enancarlo a su picazo,
y ya montao alza el brazo
en saludo campechano.
...................................................
Destreza que’s tradición:
¡sobre’l pial, montar en pelo!
Costumbre de’ste mi suelo
que engorda mi corazón.
Que siempre haya una canción
pa’ cantarle a lo argentino.
Lo de’ste suelo divino
no habrá de morir jamás
¡porque no habrá satanás
que tuerza nuestro destino!
(28/01/1980)
Grabado por Alberto Durán con ritmo de milonga
(Interpretando este tema, ganó la final del Concurso de Cantores Sureros organizado en Cnel. Dorrego, en 1992)

jueves, 25 de marzo de 2010

WENCESLAO

Entristecido por la partida
del gran poeta Oriental

¡Ha muerto Don Wenceslao!
y a mi me tiembla la pluma
porque siento que se’sfuma
el crioyo más ispirao,
deseguro lo ha yamao
Tata Dios, a su fogón,
pa’ degustar la emoción
de compartir un amargo
y un verso como de’ncargo
propio, pa’ cada ucasión.

Ta’ de luto el oriental,
de luto está el argentino,
dos pueblos de un mesmo sino:
¡gauchos a carta cabal!
Hernández, en su sitial
lo ha de sentar a su lao,
y Lussich, que no es quedao,
también estará’l lao suyo
¡qué hay un rioplatense orguyo
por lo que’n verso han trenzao!

Tal cual que’n “Ni Amor Ni Juego”
-que tanto y tanto rumié-
“la taba picó y se jue”
y en eya el pueta… tan luego.
Seguro que ni un reniego
enarboló en su partida:
hombre de’sencia curtida
que’n la’lversidá se agranda,
rumbió a toparla a la Amanda
¡la otra mitá de su vida!

Nacido en la patria fecha
del 25 de Mayo,
la tierra honró de a cabayo
y la engalanó en su endecha;
es un himno -que repecha,
confiao en su identidá
la más cruda rialidá-
cada verso que compuso,
¡que hay nobleza hasta el abuso
por ser gaucho de verdá!

El que la vida ha sembrao
con tanta y güena versiada
siempre’ntre la paisanada
ha de vivir, apreciao;
es que andará misturao
en la rueda ‘e la matera,
en la fiesta más campera,
en la charla ‘e la cocina,
en la riunión pueblerina
o en boliches de pa’juera.

Vivirá en “El Rastreador”,
en “Por la Muerta” o “El Yaro”,
en “Consejos” -que hablan claro-
y en “Cardozo” y su valor;
en “Mi Moro” -pingo flor-,
en “Recuerdos del Camino”,
“La Cencia de Alejandrino”,
“Una Carrera”, en “Jagüel”,
en la’ngustia de “Fidel”
y en la memoria “El Barcino”.

Hace añares se hizo historia
con versos como “Tramojo”,
o lo que evoca en “Despojos”
y “Alejandrino Victoria”.
Deseguro no hay memoria
que’ntable tanto prosiar
pero “El Amigo” es sin par,
como “El Chasqui Feliciano”,
o “Charrúa” -antiguo hermano-
o “El Sargento Malbajar”.

Pienso al fin… que no se jué…
sacó a retozar su empeño
pa’ encontrar el duro ceño
de aquel indio “Yyazuiré”.
Por siempre en su San José
su nombre… será un anhelo,
y cada vez que'n mi suelo
busque’l sentir de Varela
“Mis Manos” se hará vigüela
y canto, con Claudio Agrelo.
                             (29/01/1997)

miércoles, 24 de marzo de 2010

CON LA TROPIYA

Al “gaucho” Miguel Maj

Sepa mi amigo que’stoy
firme y como horcón, ¡derecho!
aguantando -como al techo-
éste duro vivir de hoy.
Sabe que senciyo soy,
que nunca ensucié una suelta,
como que’n forma resuelta
siempre’ncaré dando el frente,
pues pa’ mi, pobre o pudiente
no es cuestión que me dé güelta.

Me ha dicho el patrón que piensa
despoblar el puesto mío
dejando el campo baldío
pues pérdidas le dispensa;
pa’ más, y pa’ mi jue ofensa!,
me dijo de la tropiya
que’s mucho, si un hombre ensiya,
el tener tanto cabayo…
Pensé… yo nunca le fayo
y él me cuenta las costiya’.

Que’s mucho lo que hay que andar
sin que’l patrón venga y mande
cuando en un campo muy grande
uno ha ido a puesteriar;
hay que’star pa’ madrugar
cuando es crudón el invierno,
o cuando se hace un infierno
por el calor, el verano…
¡Yo al rigor dende temprano
y él, apuntando a un cuaderno!

Acá uno está distanciao
hasta del casco ‘e la estancia,
carcule la circustancia
si anda de salú embromao;
jamás esiste un feriao
pues siempre hay algo que hacer,
¡si hasta si dentra a yover
algo hay que hacer en las casa’!
…pero eso que a mi me pasa
el hombre… no sabe ver.

L’única plata ‘e valor
es pa’ mi, cada cabayo,
¡si a las monedas detayo
priendidas del tirador!
No doblegaré’l honor
que’s mi más campero orguyo,
y pa’ esos lares me juyo
le confirmo y le adelanto,
si está en pie, lo que hace tanto
jue un ofrecimiento suyo.

Des’ta forma lo anoticio
pa’ que sorpresa no sienta
que me han de arreglar la cuenta
pa’ fin de mes, me malicio.
Viá poner a su servicio
mis años de camperiar,
sé una orden acetar
y el trajinar no me humiya,
pero… ¿dejar la tropiya?
¡Ni muerto podrá pasar!
                                    (25/1/1998)
(Grabado por Leandro Álvarez, con ritmo de milonga)

COMO LA TABA

1997 – Por los momentos difíciles que me tocan vivir
Por confiao en mi destino
pisé’l güeso de la taba
pensando de que me arriaba
unos riales pa’l camino;
la’lcé, y el peso, con tino
midió la mano derecha,
atento oservé la brecha
hasta la raya de’nfrente
y por invisible puente
la eché a’ndar… pa’ mi cosecha…

Como en el aire colgada
jue dibujando sus güelta’
hasta que’n forma resuelta
puntió el hacha en la bajada,
yo la imaginé clavada
como enraizándose al suelo
pero… pa’ mi desconsuelo
cuando ya cobraba alas
rodó… y la cara “mala”
quedó mirando pa’l cielo.

Y uno a veces, a la vida
como si nada la encara,
y de nada se repara
y a todo le dá cavida;
y anque la vida convida
nada la vida regala:
ridepente uno refala
dá un tumbo, otro tumbo y rueda…
y como la taba queda
mostrando al cielo, la “mala”.
(12/09/1997)

(Poema grabado por Jorge Vega, el "decidor de Azul")

PA' MI VER

Le’stá cambiando a mi moza
la forma de la cintura
¡si hasta su pecho fulgura
de una manera ostentosa!
(Le’stá cambiando a mi moza
la forma de la cintura).

Se le nota contentesa
en su andar dende temprano
con un tarariar a mano
y sin ninguna pereza.
(Se le nota contentesa
en su andar dende temprano).

Que’stá más linda que’n antes
al solo verla, apreceo.
Y es una flor pa’l deseo
de mi vida trasumante.
(Que’stá más linda que’n antes
al solo verla, apreceo).

Y unque no me ha dicho nada
yo por las mías colijo
que habrá de aprontarme un hijo
pa’ ser tres en la enramada.
Y unque no me ha dicho nada
carculo, ¡me apronta un hijo!
                                           (16/04/1996)

CON MANEA REDONDA

                                         A quienes nombro:
                                        Roberto Coppari, Rubén Garaventta,
                                       Agustín López y Dante Truncellito


En la riunión del fogón
hablamos de todo un poco,
de cómo se doma un verso
y como se amansa un potro.


En la riunión del fogón
demientras que’l mate ronda
la charla se hace redonda
y discurre de un tirón:
Dante atiende’l cimarrón,
Don Roberto, dá opinión,
Ruben y Agustín escuchan
y a su punto desembuchan
en la riunión del fogón.

Hablamos de todo un poco,
que ande se tiemplan los picos
¡ni un escuadrón de melicos
nos hace cayar tampoco!
Denguno es lerdo ni es tioco,
ni denguno ensiya un zoco
pa’ platicarle a un amigo,
que’n el fogón, como digo
hablamos de todo un poco.

De cómo se doma un verso
dio Don Roberto sentencia
…que’l hombre tiene esperencia
de andar en libros inmerso,
y siempre que lo convierso
aconseja leer los tersos
compuestos que hizo Obligao,
que áhi verá el que’s aplicao
de cómo se doma un verso.

Y como se amansa un potro
siempre’s tema en la riunión
que alrededor del fogón
hablamos todos nosotros;
por áhi… un decir empotro,
y alguien menta lo que algotro
aportó pa’ su guarida
¡y hoy sabe lidiar la vida!
y como se amansa un potro.
                                          (4/10/1994)

domingo, 21 de marzo de 2010

ESE OFICIO DE SOGUERO

A Romeo Risso, mi padre

Soguero, tu profesión.
Cuasi diría que tu cencia,
hecha a base de’sperencia,
de güen pulso y corazón.
Es un rulo de ilusión
cada desvire de tiento;
mazetiar es tu contento
al ver asomar la grana,
en la soga que desgrana
su procedencia y portento.

Con una pava a la par
y ensiyao el mate amargo,
te pasás los ratos largos
con tu oficio de trenzar.
Mañana habrás de cueriar
dispués, lonjiarás el cuero,
y ya oraiao, el mesmo esmero
pa’ mazetiarlo pondrás,
¡porque tu orguyo empeñás
al trabajar de soguero!

Cuchiyos bien afilao,
leznas, chairas y mordaza;
mazeta de crioya traza
y varios sacabocao;
piedras, pa’ filos variao
a más de otros elementos,
son el crioyo firmamento
pa’ tus artes de paisano…
¡Herramientas que tus manos
forjaron son sentimiento!

Tanto hacés un maniador
como una juerte encimera,
o de cuero -a la’sidera-
le hacés una argoya flor;
algún bozal potriador,
un lindo juego de rienda,
un chicote pa’ la hacienda
o algún vistoso cabresto…
y te va sobrando resto
p’hacer cualquier otra prienda.

Ese oficio de soguero
te nace de los ancestros,
esos antiguos maestros
de nuestro tiempo primero.
Sos un genuino heredero
de un saber que’s tradición,
porque’n verdá es condición
que no es de tuitos los crioyos,
y te van sobrando royos
pa’ esa gaucha profesión.

Por eso que día a día
tu ispiración se recrea
al hacerle a una manea
un bordao con fantasía,
o haciendo con simetría
los dibujos a un culero…
Por tuito eso, por campero
me’ntropiya tu badajo.
¡Ta’ que’s pavada ‘e trabajo
ese oficio de soguero!
(17/08/1976)

- Grabado por Rómulo Nahuel
- Incluido en "El Habla Paisana" de Rafael D. Capdevila

PAMPAS Y OVEROS

Como pa’ darle un respiro
al trajinar del potriyo
sujetó Goyo Bustiyo
con la madrina de tiro.
Dende lejos yo lo miro
y galopo pa’ toparlo;
no había pensao encontrarlo
al hombre, por esta güeya,
y endemientras que resueya
aprovecho a saludarlo.

¡ Chá que’s gaucha su tropiya !
Toditos “pampas y overos”,
¡ entable de los esmeros
del crioyo que los ensiya !
Alzando la carretiya,
con las orejas paradas,
las cabezas levantadas
me oservan con disconfianza,
demientras Goyo descansa
esperando mi yegada.

En la madrina clinuda
de un cinchón, bajo la panza,
una pava cuelga mansa
negra de tizne y menuda.
Tañe’l cencerro con duda
cuando el cogote levanta,
tañido que se agiganta
porque’s grande la quietú
y resalta una virtú:
¡ ningún overo se’spanta !

Al cabayo que ha ensiyao
con ese recao cantor,
Goyo ha puesto el maniador
como pretal, arroyao;
en él la manea ha colgao
porque’s prenda servicial
y como crioyo cabal
que anda güeya con tropiya,
cuando ensiya o desensiya
lo hace a campo... sin corral.

Reservao, sin ser altivo,
tendido el poncho en la grupa
como que algo lo priocupa,
me espera muy pensativo.
Cada redondés d’estribo
es escondrijo pa’ un griyo;
el sol mezquina su briyo
y al yegarme hasta el paisano
digo estendiendo la mano:
-¿Qué dice amigo Bustiyo...?
(14/09/1982)

Grabado por Rubén Barcia con ritmo de milonga

EJEMPLO

a Suma Paz,
porque en estas décimas hay algo
de Romildo y de Don Ata
.

Dende sus propias raíces
retoña el árbol caído
mostrando no estar vencido
ni aun tapao de cicatrices,
y añorando los felices
momentos de su esistir
cuando se supo cubrir
con el canto de las aves
busca vivir, porque sabe
de que’ntregarse es morir.

Y anque’s grande’l desgarrón
que lo tronchó a ras del suelo
echa brotes -con anhelo-
que nacen dende un raigón;
busca alzarse con tesón
y el brote al fin, se hace rama
y es, cada hoja, proclama
que’stá cantando a la vida,
disimulando una herida
que nada a cambio reclama.

Y los hombres ¿cuántas veces
quedamos de cara al piso
desganaos pa’l compromiso
de ser templao, sin dobleces…?
Duelen mucho los reveces
que por áhi, la vida azota,
pero anque a pinte a derrota
cuando un mal momento aqueja,
si el árbol, su ejemplo deja:
¡hay que brotar, como el brota!
(15/05/1995)

EL SANTO 'E LA PATRONA (huella)

Primera
Con el grito del tero
clariando el día
ya se amuestra en la casa
la’lgarabía.

Que la ocasión, sin duda,
los pecho’ entona
pues se festeja el santo
de la patrona.

De la patrona vieja
que ayí poblara
en tiempo que los pampas
daban la cara.

Cuando mirando el cielo
quedó boquiando
el patrón, que por gaucho
cayó guapiando.

Estribillo
Pero siguió la doña
la mesma güeya,
con coraje y empuje
pa’ echar la peya.

Segunda
Atareao de temprano
ya’ndan los hijos,
y hacen las nietas grandes
los amasijos.

Que hay más buya, sin duda,
que otras jornadas
y hay otros menesteres
pa’ la pionada.

Festejar los noventa
no es poca cosa,
¡cuanti más si la dueña
se ve donosa!

Donosa, porque’l tiempo
meya no le hace,
¡si es capaz que se priende
si suena un valse!

Estribillo
Da la güeya ‘e la vida
güeltas sensatas
¡y el santo ‘e la patrona
es cosa grata!
(23/08/1994)

CAPATAZA DE MI AMOR

Cái una garuga fina
queriendo calarme el cuero
mientras que al ala’el sombrero
el peso’el agua la inclina.
El viento se arremolina
castigando el encerao,
y el “Lobuno” -trajinao
por dir en güeya pesada-
con la cabeza agachada
va tranquiando resinao.

La tarde ya se jue al mazo
adelantando la noche
y haciendo de agua derroche
la tormenta marca el paso.
La yuvia me da su abrazo…
Al pasar me chifla el viento,
pero sordo a ese lamento
bajo un cielo sin estreyas,
solo ansio los brazos de eya
y ansí cantarle contento.

¡Es la morocha paisana
“capataza de mi amor”!
De mi querencia: la flor;
de mi vida: la mañana.
Y anque la yuvia se afana
pa’ que no yegue a destino,
a continuar solo atino
¡no me aflueje mi “Lobuno”!
Que mi amor tan solo es uno
¡Y espera al fin del camino!
(30/09/1980)

JINETAZO

A Jorge Gómez de Saravia, gran clinero argentino

Apeyido campechano
pa’ un hombre de crioya savia:
“Chichín” Gómez de Saravia
Entre paisanos… ¡paisano!
¡Jinetazo! Muy baquiano
pa’ dominar animales,
de’áhi que se alce con los riales
que premian los entreveros
andando los lomos fieros
de los más mentao baguales.

De regular estatura
y de bombacha angostona
un sombrero lo corona
con ala de gran anchura.
La estampa de su figura
creo describir con acierto
porque no es gringo de injerto
que sobre el suelo hace sombra:
¡es un hombre que se nombra
como bien crioyo, por cierto!

En cuanto muenta un sotreta
y se lo largan del palo
dentrada, como un regalo,
lo charquea en la paleta,
y es inútil que arremeta
el potro en el abalanzo
porque’l mozo sin descanso
a pura lonja y rodaja,
con holgura lo aventaja
como si anduviera un manso.

Siga “Chichín” adelante
no le ande meniando el bulto
que al jinete le hace un culto
y honra las costumbres de antes.
Mantenga siempre triunfante
la bandera de los crioyos
que no habrá sierra ni arroyos
que le cierren su camino,
porque a Usté, como argentino,
¡le vienen sobrando royos!
                                         (28/12/1981)

EL CAPATAZ DE FERIA

Siempre se lo puede ver
con la espresión algo seria
capataciando la feria
rispaldao por su saber;
medido en su proceder,
-sin palabras a montones-
es rispetao por los piones
y los hombres que ayí van,
que agregan “Don” a Froilán
en premio a sus condiciones.

No anda en pingo superior
ni ensiya recao lujoso,
pero es hombre sentencioso,
medido y oservador.
En él, ¡hasta el arriador
es símbolo de humildá!,
y viste con sobriedá:
saco volador, chaleco,
y un poncho de grueso fleco
que’n el hombro izquierdo vá.

Una faja de laniya
que la bombacha asegura
da cabida en su cintura
a un tirador con hebiyas.
La bota de cabretiya
con la espuela se enaltece
y en el chaleco se mece
-de la cadena ‘el reló-
la medaya que ganó
jinetiando sin dobleces.

Sobre la nuca -de paño,
chicuelón- yeva el sombrero,
y luce’l bigote entero
ya canoso por los años;
su entender es sin engaño
en verdá una cosa seria
y por crioyo en su materia
por siempre lo yamarán
con rispeto: “Don Froilán,
el capataz de la feria”.
(24/01/1983)

Grabado por Rubén Barcia con ritmo de milonga

miércoles, 17 de marzo de 2010

MONTE COSTERO

Acacias y cinas, ceibos, espiniyos,
espinudos talas, saucos, coroniyos,
sombra ‘e toro y sauces, forman en mis pagos
los tupidos montes que hacen los halagos
de darle a mis vistas frescuras y briyos.

¡Mis montes costeros! Costeros del Plata.
Tupidos de espinas, de antiguaza data;
brutos fachinales y uncales machazos
le hacen un reborde, dándose de abrazos
con los totorales de apretada mata.

Los m’burucuyases le florean encantos
y zorzales crioyos los bañan en cantos
junto a las calandrias, mistos y jilgueros,
sin faltar el temple de alertas horneros
ni de las torcazas, sus murmuyos santos.

¡Mis montes costeros!, donde en donosura
se florió la mano de “doña natura”
repartiendo verdes de tonos distintos
que las madreselvas bordan con istinto
y flores del aire con su galanura.

Yo ofrezco este canto... que ha de ser... montero,
humilde senciyo, de un decir campero,
pues guardan mis vistas el noble paisaje
que se hace espesura tejida a ramaje
de tiempos remotos. ¡Mi monte costero!
(22/02/2008)

NO LO SON

Solo los cobardes son
violentos con sus mujeres. 

                                (695/6)
Es siempre, en toda ocasión
el trago el pior enemigo. 

                              (4745/6)
                 La Vuelta de Martín Fierro

¿Gauchos de boliche…?
¡Poca cosa son!
Pero… ¡pior el pueta
que áhi hayó la letra
pa’ su ispiración!

¿Gauchos pendencieros
de trabuco y daga…?
No me anden con cuentos
que al gaucho, de adentro
el valor lo enyaga.

No es gaucho ni es macho
quien pega a mujeres;
que soles y vientos
lo han templao, por cierto,
pa’ otros menesteres.

Ser gaucho, sin duda,
no es una soncera.
Por más de que diga
ser tal, y persiga
tal nombre… un cualquiera.

No es gaucho el de copas,
ni el que’s pendenciero;
más vale es ¡mal gaucho!
es, un hombre malo
que se hará matrero.

El gaucho, es el hijo
de la libertá;
algo tosco y rudo
pero noble al punto
de la integridá.

¿Los otros… los duchos
en caña’ y baruyos…?
Esos no son gauchos;
por malos retratos
¡no valen ni un gruyo!
                               (15/06/1996)

ENCANTO

Si nunca pude ocultarlo
tampoco lo’culto ahora
porque’s pa’ mi como aurora
que va’l día a bautizarlo;
es que’se rostro, al mirarlo
más me’mbriaga y asujeta,
con la melena coqueta,
oscura, larga, sedosa
y esos ojazo’en que posa
el cielo, una luz inquieta.

Sin que ni un defeto le haye
dende’l tustuz hasta el anca
su vida se desbarranca
en armonioso detaye;
es unco, cimbriante’l taye
con paso de gama tierna,
y anque la falda, las pierna’,
como un tesoro le oculta,
esa es yunta que resulta
flor de primavera eterna.

Se me hacen cielo sus ojos...
por áhi... monte verdecido,
y el pestañar, al sentido
de vivir, le crece antojos;
ni que hablar de’sos sonrojos
ni esos gestos de alegría.
Pensar, que te supe mía
de mucho antes de mi canto,
dende’l virginal encanto
de’se tu nombre, María.
                                  (10/02/1998)

AGÜELO

Como palenque ande’l tiempo se ata
o rascadero pa’ formar querencia,
como horcón que da’l rancho consistencia
o monte ‘e tala de antiguaza data.

Igual que’l manantial vertiente innata
o como el quebrachal, por resistencia,
igualito que’l máistro que’s docencia
o tizón que arde lento y no arrebata.

Con la cabeza blanca y el bigote
sombreándole la boca y la palabra,
ayí está él, plantao sobre mi suelo.

Como un gigante sin que sea grandote,
su rumbo deja por la vida un abra
de’jemplo gaucho y corazón de agüelo.
                                                  (21/04/1996)

ENGRIYAO

“Es m’hija...”, dijo Rolón
y a mi me tembló la facha
al contemplar la muchacha
que no era flor del montón;
y yo, que agatas soy pión,
me imaginé de fortuna
si esa flor como ninguna
cabrestiara a mi’ntención.

Si esa mañana yegué
a las casa’, por conchabo,
¡ni en sueños!, darle’n el clavo
al “zurdo”, me malicié.
Más sólo quien mira ve
y sólo el que habla, conviersa,
de áhi entonces, que sin juerza
como maniao... me entregué.

Y áhi nomás entré a pionar
sin mayores pretensiones,
y en la cocina ‘e los piones
m’entraron a semblantiar.
Pero al fin, gané un lugar
de aparcería y rispeto
que si asujetan... sujeto
...y se hacerme rispetar!

Diba del trabajo atrás
como bola sin manija,
siempre ronciando la hija
de Rolón, el capataz.
Me sentía un cachafaz
que ya había cáido en la’rmada,
y eya, sin decirme nada
más que’l saludo. No más.

Pero cuadró la ucasión
que campiando unas gayinas
contra un cerco ‘e cina-cinas
la hayé al venir del “rincón”,
y al cáirle de sopetón
y sin testigos pa’l caso
la encaré, y al dirse al mazo...
¡había ganao el tirón!

“Mire moza -le apunté-
que mi amor por uste’s grande,
tan sólo espero que mande
y a su tata encararé”.
Vide’n sus ojos la se’
del que’l agua necesita
pero al buscar su boquita
como eshalación, se jue.

Ansí pues, cualquiera’lvierte:
la taba picó a clavada
y endispués, esa jugada
me facilitó la suerte.
Como el lideo me divierte
y el cumplir es cosa grata
volcó a mi lao a su tata
al decirle: “puede verte”.

Por eso ando más chispiao
que mamao en romería,
y eya’muestra cada día
su lindura, ¡de a puñao!
Pensar que yegué apurao
por conseguir un conchabo
y aura estoy mesmo que’sclavo
...pero a su amor engriyao!
                                          (17/12/1996)

¡GÜENA NOTICIA!

Ya tengo a la vista blanquiando mi rancho
nido en el que’mpoya mi amor la paisana:
la morocha tierna de prolijas trenzas,
de blanca sonrisa y mansa mirada.

Con una corona de pelaje bayo
florido, el aromo, da sombra al palenque,
y el humo que juye buscando la’ltura
dice que pa’l mate hay agua caliente.

Güelvo del potrero más lejano al puesto
ayá en el que pasta la manada overa,
y he visto al padriyo guardián como perro
al lao de un potriyo que ricién naciera.

Coscojea el oscuro pidiéndome rienda,
el perro… se corta buscando las casas,
y en mi pecho crioyo de antigua rudeza
florece un secreto como una esperanza.

¿Quién lo hubiera dicho Mariano, hace un año,
cuando andabas solo por tuitas las güeyas,
que hoy te’ncontrarías engüelto en las ansias
de que yegue’l día que ‘un señor’ te sientas…?

Al potriyo nuevo que vide en el fondo
en cuantito crezca lo traigo y lo amanso
porque ya me dentran las ganas de verlos
a los dos, que cruzan al galope el patio.

Y tuito porque eya me dijo hace días
con una sonrisa bailando en sus ojos
eso que hace poco yo ni carculaba
y aura por saberlo me ha puesto orguyoso.

En la sien me late, mi güena morocha,
eso que dijiste las otras mañanas:
“-¿Vos sabés Mariano, que’n algunas lunas
voy a darte un hijo que te diga Tata…?"

(17/12/1981)

COMO ANIYO AL DEDO

¡Ta’ que’stampa, el colorao!
-cabos negros, pa’ más datos-.
Tendrá que ser medio gato
pa’ que darse enhorquetao.
Se arrimó el crioyo cayao
midiéndolo oservador...
muestra el bagual un temblor
al sacudir la verija,
y el bocao le hace sortija
en la boca, el domador.

El mozo pa’ jinetiar
hizo vincha de un pañuelo
y se ciño juerte’l pelo
¡no le vaya a molestar!;
áhi nomás se jue a calzar
las espuelas al garrón,
se deshizo del facón
y sobre’l pucho le daba,
al brazo que arremangaba
mayor libertá de ación.
Ligero el hombre al montar.
Livianón en el estribo.
Sereno..., de gesto altivo
y seguro pa’ enriendar;
se había esmerao al cinchar
el recao corto, surero,
y estribó bien, de pie’ntero
en los estribos de argoya,
juerza y destreza ayí apoya
pa’ encarar el entrevero.

Juerte gritó al largador
que al campo se “lo hagan cancha”,
que l’iba hacer la pata’ncha
a ese mentao bajador.
¡Qué salida, vea señor
como bomba ‘e romería!
A güeltas se debatía
porfiando pa’l lao del lazo,
y tras sonar un lazaso
querer volar parecía.

Unas babas como fleco
al colorao le colgaron
y sus patas se afirmaron
pa’ dar un cimbrón en seco;
l’hizo flamiar el chaleco
que yevaba dispriendido
pero iba el hombre tendido
firme como garrapata,
con esa presencia innata
que hace al crioyo distinguido.

Le jue “como aniyo al dedo”
el jinete, al muy mentao,
que cuasi quedó envarao
como temblando de miedo.
Puso el paisano denuedo
Pa’ poderlo doblegar
y ni siquiera a la par
necesitó de ladero,
al viejo dicharachero
que lo salió a’padrinar.
                                  (04/07/1979)

martes, 16 de marzo de 2010

25 DE MAYO

A mi amigo Manuel Rodríguez,
porque nació en un día como éste


Se apronta linda la fiesta
del 25 de Mayo y cái gente de a cabayo
pa’ la junción predispuesta;
la riunión está dispuesta
en la plaza del poblao
ande ya hay listo un tablao
y el arco pa’ la sortija,
y ande’n forma muy prolija
símbolos patrio han colgao.

Hay grandes escarapelas
y banderines más chicos
atao en ristras, me’splico,
hechos de briyosas telas.
De un poste a otro poste güela
la piola’nde se asujetan
y anque’n la ocasión se aquietan
porque no hay viento ni brisa,
dentran a bailar de prisa
ni bien los aires se inquietan

Cerca de unas casuarinas
-como que sombra procura-
hay un puesto ‘e confituras,
pasteles y golosinas;
pasean varias vecinas
cuartiando a una forastera,
y al pasar con la bandera
la gente del Municipio,
es señal que da prencipio
la fiesta que’l pueblo espera.

Con sombrero de ala gacha
y ponchito avicuñao
está el Intendente aviao
de negro traje sin tacha;
lo saluda una muchacha,
lo saluda un estanciero,
y él, tocándose’l sombrero,
a los riunidos saluda
...como quien no tiene duda
que’s caudiyo, en su potrero.

Izao con un suave’nvión
y al son de sonora marcha
las blancas nubes emparcha
nuestro crioyo pabeyón.
Dispués, el Himno! Emoción,
sentimiento que florece
que dende la banda crece
-firme sobre los tablones-
en los patrióticos sones
conque’l pasao resplandece.

Luego arremete la banda
-muy oronda en el tablao-
a un repertorio variao
tal cual el máistro lo manda.
Poco a poco se desbanda
la gente’n ese paraje
mientras muestran su pelaje
y la ensiyada prolija,
los pingos que’n la sortija
harán honor al gauchaje.

En la caye principal
el arco dice ¡presente!,
de un lao, la plaza, y enfrente
la Casa Municipal.
Dentra a pasar cada cual
apuntando a la sortija
y a aquel que bien se dirija
y pueda sacarla al fin,
le premiarán el trajín
con alguna baratija.

La luz se yeva de tiro
el sol, que vichó de lejos,
y los patricios festejos
dan un último suspiro.
Como buscando un respiro
se va’quietando la plaza,
cada uno va pa’ su casa
y pienso, al dirme a cabayo:
¡se jué la fiesta de Mayo
pero un año... pronto pasa!
(14/12/1995)

CON PILCHAS DE DOMINGUEAR

Picazo pampa bragao
calzao de las cuatro patas,
lindo haces lucir la plata
que reluce el emprendao.
¡Ta que’s un lujo, cuñao,
poder ensiyar ansina!
Se me antoja que no hay china
que no ‘afloje’ a su floreo,
si hay más de un crioyo, ya veo,
que al mirarlo se arrocina.

Del bozalejo fiador
-hecho de anchos eslabones-
priende con dos corazones
el freno, que es muy cantor;
las copas -de lo mejor-
a la coscoja hacen eco,
y anque de curioso peco
en el pretal dan la nota
en oro, la 'pe' y la 'jota'
de Don Jacinto Pacheco.

Le acerca ricos fulgores
el sol, a tan crioyas priendas,
y rejucilan las riendas
en bombas y pasadores;
el pingo es de los mejores
pa’ lucir bien emprendao,
y estando ansina ensiyao
-como el dueño es muy campero-
un par de’stribos braceros
resaltan en el recao.

Si el hombre’nsiyó con lujo
pa’ una fiesta dominguera
sepan que él es, ande quiera,
un crioyazo sin tapujo:
curando bichera’, es brujo;
güen pialador, además;
como domador... capaz,
y es que abajo del chaleco
tiene un corazón Pacheco
¡que’s gaucho como el que más
(09/05/1980)

(Grabado por Saturnino López Satur, con ritmo de milonga)

¡ESTE SOY!

1
Vengo del tiempo remoto
del campo sin alambrado
en donde no holló el arado
y su reja nada ha roto.
Vengo de aquel tiempo ignoto
a los ojos del profano,
con un saber veterano
que es empírico tesoro
porque a veces, más que el oro
vale el saber de un anciano.
2
Traigo el ulular del viento
batiendo la paja brava
y el relincho conque alaba
el padrillo, su portento.
Traigo el rugido violento
que da el león americano;
del pampero soberano
sus aires de libertad
y traigo la inmensidad
verde-amarillo del llano.
3
Vengo henchido de alborozo
por tanta heroica jornada
donde dejara grabada
más de un suceso hazañoso.
Vengo a decir, orgulloso,
la verdad de un existir,
donde el difícil vivir
nos dio visos especiales
que son hoy las credenciales
que ante el mundo vengo a abrir .
4
Traigo empujes de fiereza
del “chúcaro” más bellaco
y de aquel “bragado” saco
su indoblegable entereza;
la libertad no se reza
se construye y se defiende,
si hay que pelearla, se vende
cara la vida, sin duda;
traigo sangre corajuda
y un reto para el que ofende!
5
Vengo de un tiempo lejano.
Traigo un orgullo genuino.
Vengo gritando: ¡Argentino!
Traigo un sentir soberano.
Gaucho soy! y muestro ufano
la casta de mis mayores,
tengo una estirpe de honores
y un legado libertario.
¡Soy futuro necesario
para mañanas mejores!
                                   (14/07/2004)
Versos de Carlos Raúl Risso