domingo, 25 de septiembre de 2011

A DEFENDER LIBERTÁ

Mirá mujer, debo dirme,
la Patria reclama brazos
y es deber en estos casos
que a la tropa deba unirme.
Ya es una noticia firme
que nos quieren invadir
y pa’ que puedan vivir
mis hijos, en libertá,
mi obligación está ayá
…anque me toque morir!

La lanza y el caronero
me yevo con dos cabayos:
esa yuntita de bayos
que amansé con tanto esmero.
En verdá golver espero
cuando tuito sea pasao;
cuando el gringo derrotao
vaya rumbiando a su cueva:
cuando ya nunca se atreva
a venirse pa’ este lao.

Claro que anque yo no crea
que voy a’ndar a los tumbos
por áhi, entre tantos chumbos,
me bajan en la pelea;
y si bien la mano es fea
cuando uno debe perder,
quiero les hagas saber
a mis hijos, cuando entiendan,
que su libertá defiendan:
la que hoy voy a defender.

Si es que duermen los gurises
les doy un beso en el sueño
y pa’ vos, flor de mi empeño,
tuito el querer que priecises.
Sé que’n cuanto te organices
sabrás repechar mi ausencia
y esperarás con pacencia
que yegada la ucasión,
sin peligrar la Nación
yo güelva pa’ la querencia.
(24/06/1982)

ENTRE MATE Y MATE

Cuando uno güelve cansao
dispués del trajín del día,
despabila y da alegría
encontrarse agasajao.
Yo no había desensiyao
cuando ya mi prienda estaba
al lao mío y me alcanzaba
-a más de un beso sabroso-
el mate amargo espumoso
que mi garguero esperaba.

Su donosura paisana,
su gentileza sincera,
dan a la oración campera
una calma soberana…
Y mientras el rancho gana
mi moza, por otro amargo,
el tostao, al campo largo
con el lomo bien bañao,
y levantando el recao
con las demás pilchas salgo.

Dejo tuito sobre’l banco
que’stá bajo del alero
y pa’ galantiar campero
a un verso florido enanco;
dos filas de dientes blancos
sonríen a mi remate:
hay un abrazo, un –“¡parate!”
Un “te quiero”… “¡Mentiroso!”
…y al chasquiar un beso ansioso
¡al suelo… va a dar el mate!
(16/12/1981)

EL ZURDO

Pa’l paisanaje es “El Zurdo”
sin nombre ni apelativo;
hombre juertón pa’l estribo
y domador de renombre
por eso, naides se asombre
si al conviersar, lo describo

Bastante apampao de cara
-tal vez rastros de una herencia-
es muy crioya su presencia
y está en su seria mirada
la honestidá reflejada
que’s horcón de su decencia.

De’statura regular,
los kilos justos… morrudo;
en brazo y garrón no dudo
el rigor de la rudeza
…con la que uno se trompieza
sin querer, en el saludo!

En “los ramos generales”
lo topé el pasao domingo.
Redomoniaba pa’ pingo
un azulejito overo
¡que a juzgar por lo altanero
no era cabayo pa’ gringo!

Muy prolijo el animal
bien tuzao de cogotiyo,
con penacho, sin martiyo,
pelao de raniya a oreja,
la cola al jamón -pareja-
como peinada a cepiyo.

Ensiyaba a lo campero
un recadito cantor
recortao que’ra un primor
del basto, al cáir la carona,
y ande surero apersona
el estribo su grandor.

Un bozal de corazón
resaltaba en la cabeza
y en el bocao -ande empieza
la güena boca del pingo-
dos borlas eran distingo
de cierta delicadeza.

Por sobre la cruz y el pecho
diba el cabresto arroyao
y en el anca acomodao
los royos prolijamente
el lazo decía ¡priesente,
siempre listo a su mandao!

Linda estampa la del “Zurdo”
con su blusa arratonada,
chambergo de ala quebrada,
bastante largo el bigote,
y de pañuelo al cogote
con la blancura añudada.

También blanca la bombacha
de puño arriba ‘e la media;
con zapatiya que asedia
-bien engarzada al talón-
de la espuela el rosetón
que algún corcovo rimedia.

Rastra y tirador picazo
daban realce a su cintura;
el cabo ‘e plata es cordura
mesmo que’l poncho listao,
y el rebenque retobao
era emblema ‘e su figura.

Alimentamos los vicios
de pitar y algunas cañas;
ricordando las hazañas
de otras épocas pasadas
en destintas camperiadas
que hicimos por la campaña.

Y al dir buscando el palenque
poniendo punto al domingo
cada cual montó su pingo
y ansí volví a comprobar,
que’l del “Zurdo” a no dudar
¡no era cabayo pa’ gringo!
(25/05/1983)