miércoles, 16 de marzo de 2022

CURAO EN SALÚ

 Lo mesmo que de costumbre

me levanté bien temprano

y arrimé al palenque’l ruano

en antes que’l sol alumbre;

pingo de gran mansedumbre

pero de genio y aguante,

de dir siempre pa’delante

anque’l trance venga feo.

Lo he bautizao “El Deseo”:

¡me lo codician bastante!

 

Un santiamén hice fuego

con unas leñas de cardo

que junto al fogón las guardo

porque arden sin mucho ruego;

tomé algún amargo y luego

con carne maté el venao,

y ya salí sin cuidao

a ensiyar el pingo mío,

pa’ enfrentar el desafío

de trabajar de a puñao.

 

Ya de’ntrada rumbié al bajo

y levanté el alambrao

que deslinda ese bañao

con el campo’e los Gramajo;

(pa’ ingerir la púa de abajo

mañana habré de golver),

y de áhi me jui a recorrer

un lote’e vacas preñadas,

y a una overa colorada

le ayudé el guacho a tener.

 

Hasta el potrero de atrás

ande pasta la manada,

le pegué una galopiada

por encargue’l capataz;

él me había dicho: “Ardanaz,

que me haga un favor le pido,

y como es hombre alvertido

-pa’ mi ahijadito Fabián-

elíjamé un alazán

que ya se lo he prometido”.

 

Un potriyo le elegí

trabao del lao de montar

(malicio que pa’mansar

me lo van a dar a mí).

Entre la yeguada vi

una picasa con cría

que la verija tenía

abichada por demás,

y de palabra, áhi nomás,

la curé como sabía.

 

La mitá de su sendero

yevaba el sol recorrido,

mientras qu’enhebré un chiflido

le agaché el ala al sombrero;

y al recorrer el potrero

ande’ngordan los noviyos,

justo entre unos durazniyos

encontré que había uno muerto,

y eché pie a tierra, por cierto,

porque’s tarea pa’l cuchiyo.

 

Cuando hube echao una cuenta

y cargando en anca el cuero,

ya tranquió mi compañero

pa’nde mi rancho se asienta,

y cuando se me priesenta

blanquiando ante mi mirada,

diviso que anda empeñada

mi prienda, con su trajín,

demientras se acerca el fin

a otra más de mis jornadas.

 

Dispués de desensiyar

y bañarle’l lomo al ruano,

mi moza, en su crioya mano,

un mate me vino a dar.

Por eya he de trabajar

curtiendo mi juventú,

y en estos campos del Sú

de’ste pago de paisanos,

si el trabajo hace hombres sanos

¡yo estoy curao en salú!

                               (01/01/1981)

 

Versos de Carlos Raúl Risso