domingo, 25 de diciembre de 2011

FIN DE AÑO

‘Ta parpadiando el tizón
del último mes del año,
que lo que ayer jue rebaño
se deshiló de un tirón,
y yegada esta ucasión
que al sentimiento conmueve
-mientras que sobre la trebe
la pava está ispiando el mate-
la sesera, al disparate
de reflesionar se atreve.

Pasa la vida en su manso
sin olvidarse ¡ni un día!,
y en su continua porfía
jamás se toma un descanso;
el sol, en alto abalanzo
cruza el día, como nada,
dispués, la luna platiada
cruza la noche, serena,
y cumpliendo esa faena
hacen del tiempo, manada.

Se nace. Y sin quererlo,
dende la materna esencia
dentra a sumarse esperencia
y ansí hay que reconocerlo.
La vida, güeno es saberlo,
como que’s eterna escuela
día a día nos revela
secretos… pequeñas cosas,
que sin ser piedras preciosas
por ser saber, nos consuela.


La vida es un gran manual
en el que mucho se aprende
sobre todo, si se atiende
la esistencia natural,
lo que hace cada animal,
el por qué de cada planta,
si hay seca o el agua es tanta
que se ahugan hasta los peces,
del por qué de lo reveces
o la suerte que agiganta.

Tanto nos enseña un nido
como un inquieto hormiguero,
o la precaución de un tero
y hasta el trueno con su ruido.
Es el error cometido
ejemplo que no se olvida,
la’mistá correspondida
es luz que alumbra en la ñebla,
y el rispeto es el que puebla
el sentido de la vida.

La vida, al morir el año,
a reflesionar invita
(que si una flor se marchita
otra ocupará el peldaño);
que algo se va, no es engaño
como que algo yega es cierto,
y en el campero concierto
en que mi esistir discurre
esta opinión se me ocurre:
¡se vive hasta estando muerto!
(23/12/1995)

viernes, 25 de noviembre de 2011

CON EL MATE Y PROSIANDO

(Relato por Romancillo)

Pues viá ensiyar el mate
-aparecero y amigo-
sabedor de secretos
qu’entablé en el camino
y ha escuchao, sin sentencia,
cuanti más… un chistido;
…arrimador de calma
cuando el pecho, de arisco,
amagó un abalanzo
que se apocó en bufido…

Pues viá ensiyar el mate
-aparecero y amigo-:
¡mi viejo mate ‘e guampa
que trabajé a cuchiyo!
y que por legua’ y años
cabrestiando ha venido
de la cadena ‘e plata
que lo asujeta al cinto,
…la que’ngarzó el platero
dispués de aquel domingo
que gané las espuelas
jineteando a un invito…
Cuando a más del aplauso
y el abrazo de amigos
me topé’ntre las buyas
con sus ojos retintos
y esos labios carnosos
-en ceibo, florecidos-
que dijieron sonrientes:
“-¡Muy bien… lo felicito…!”
Y entré yo a redetirme:
¡que paisana, cha digo!
(Y anque dispués mi rumbo
desvié, pa’otro destino,
nunca olvidé su aroma
¡y es cierto lo que’splico!).

Y ya ensiyao el mate
-aparcero y amigo-
el pasao brota manso
y en ricuerdos revivo.
Si hasta lo vicho a Tata
cuando yo, gurisito,
me arrimaba al palenque
pa’ mejor recebirlo,
en que dispués de días
de andar campo y caminos
regresaba a su rancho
de resero sufrido.

(Y una vez -hace un tiempo-
sin ensiyar el pingo
se marchó… de seguro
pa’ un destino bien lindo).

¡Ta que se puso el humo
insidioso y ladino…!
Ha de ser que ha pegao
el “pampero”, un soplido…

Ta calentita l’agua
y el mate’s como abrigo
pa’ emponcharlo por dentro
al hombre más marchito.

Y un ridepente a Mama
me parece qu’he vido
trajinar -sin cansancio-
con su pila de oficios:
que ordeñar la lechera,
que la quinta, el carpido,
recorrer las nidadas,
darle leche al guachito,
coser, surcir la ropa,
sobar el amasijo,
atender los malvones
… y lidiar con los chicos.

De áhi que con muchos años
-y hace de’sto un tiempito-
se l’ha yevao mi hermana
qu’en un pueblo vecino,
vive por las ajueras
en un rancho prolijo.

Lo viá bostiar al mate
pa’rreglarle los bríos
que si el prosiar es largo
¡bien que lo necesito!
(Mas no sé pa’ que le hablo
si ya lo sabe tuito…).
¡Mi viejo mate ‘e guampa!
-aparcero y amigo-
que ha cruzao con mi vida
mil parajes y sitios.

Hay momentos que pienso
y me quedo contrito:
¡no tocar la guitarra
pa’ rumbiar un estilo…!
Cuantas cosas se pueden
-entonando bajito-
descargar dende adentro
pa’ quedar más vacido…

Siempre a lomo ‘e cabayo
trabajé. Y está escrito
de que’l hombre campero
pa’l cabayo ha nacido.
Mensualié’n las estancias,
jui boyero -de chico-,
y resero sin pausa
taloniando al destino.
¿Qué no hice a lo crioyo?
¿Qué trajín no he sufrido…?
Mas… en pasando el tiempo
se ata el hombre a su sino.

Y aquí estoy, junto al fuego
en brasas convertido,
echándole un cuenta
al pasao siempre vivo;
entreviendo las luces
de’sos ojos retintos
y esos labios carnosos
-en ceibo, florecidos-
que marcaron mis días,
mi güeya… mi destino…
Suerte que tengo el mate
-aparcero y amigo-,
el viejo mate ‘e guampa
que por siempre ha venido
cabrestiando a mi tranco
por destintos caminos,
de la cadena ‘e plata
que lo asujeta’l cinto…
……………………….
(27/08/1990)

martes, 22 de noviembre de 2011

RAMOS GENERALES

Al notable Rodolfo Ramos

Del pueblo cuasi a un costao
ansí tal cual lo rilato,
está la esquina “El Barato”,
un almacén muy nombrao.
¿Quién su palenque no ha usao
p’atar una vez, siquiera…?
Ya que la gente campera
al dir a gastar sus riales
en los “Ramos Generales”
se anoticia de’ndeveras.

Van gritando los ladriyos
de su amplia costrución
que anque años tiene un montón
no se le apocan los briyos.
Unos palenques senciyos
sobre’l costao de la caye
muestran en lujo y detaye
los aperos más gauchones
en pingos y redomones
del paisano que ayí raye.

Al final del edificio
que motiva ésta cuestión,
de chapa hay un gran portón
que’s pa’l carro de servicio.
Ayí está el patio, propicio
por su sombra, pa’l verano,
ande se nota la mano
de quien -por tenerlo lindo-
con escoba ‘e tamarindo
lo deja aseao de temprano.

Y la gente ‘e la campaña
se surte y aprovisiona
en esa esquina gauchona
ande el pedido no estraña:
áhi se compra una guadaña,
sarnífugo y alpargatas,
una bolsa de batatas,
algún porrón de giñiebra,
tabaco del negro en hebra
o grasa pa’ carro y chata.

Si se ofrece: caramelos
pa’ los gurise’ o las damas,
y telas de ricas tramas
o variedá de pañuelos;
rejas, pa’ tayar los suelos,
pizones, barretas, palas;
ni falta una caja ‘e balas
ni ponchos tampoco faltan,
¡y en los estantes resaltan
las bebidas más bagualas!

Y del negocio en la puerta
-siempre el palenque rodiando-
¡que hay camperos conviersando
es una cosa muy cierta!
Y estando la casa abierta
no falta alguno en la entrada
ni esa vecina aplicada
que yega, por un si acaso,
a vender -canasta al brazo-
la muy sabrosa empanada.

Hay dos que al tranco pausao
van buscando el derrotero
y otro, menta el parejero
que trái de tiro, tapao.
Y no falta el perro echao
que al sol, le’squiva los males
buscando ‘e los animales
la sombra que le da amparo.
¡Qué hay de todo y nada es raro
en los “Ramos Generales”!
(1/03/1988)
Incluido en el libro "Pulperías - Esquinas y Almacenes de la Campaña Bonaerense", del maestro D. Carlos A. Moncaut

EL OTRO BICENTENARIO

Por los 200 números de Revista "El Chasque surero"

¡Ah mi amigo!, con tesón
los números se han sumao
y un “200” estampao
amuestra “El Chasque”, gauchón;
ha sido largo el tirón,
largo es también lo que queda,
y como que’l mundo rueda
sobre un eje que no he visto,
hago pues, votos por Cristo!
pa’ que su empuje no ceda.

Pa’ que no ceda su empuje
ni se le aplaste’l cabayo
que’l trajín es sin desmayo
y en “editoriales ruje”;
y anque de adentro nos cruje
el crioyismo claro y puro
dir por lo nuestro, seguro
de que siempre cuesta más.
Que andar de lo gaucho atrás
es un trabajo arduo y duro.

Que’s un trabajo arduo y duro
defender la tradición,
y profeta en su nación
serlo es difícil, seguro.
Pero “El Chasque”, sin apuro
sabrá yevar a destino
su mensaje de argentino,
de crioya raza, sin meya,
y por eso: ¡eche la peya!
que otros “200” imagino.
(06/08/2011)

¡MOLINA CAMPOS, PINTOR!

Hoy cavilo algo destinto
como con cierto entusiasmo
y si las ganas no pasmo
viá ver si en un verso “pinto”.
Y mientras que la requinto
al ala de mi sombrero,
pienso en ese hombre campero
que tuvo briyos de lampos:
¡Florencio Molina Campos
crioyo pintor terruñero!

¡Qué paleta y qué pincel!,
porque no cualquiera, hermano,
yeva’l papel al paisano
en un modo franco y fiel.
Y anque siempre pudo él
poner un toque de humor,
supo hacerlo con sabor
dando en la justa medida,
sin causar nunca una herida
ni provocar deshonor.

¿En qué rincones camperos
su pintura no hayó atraque...?
¡Si hecho cuadros, su almanaque
vistió palacios puebleros!
¡Lujo de los estancieros
y orguyo del paisanaje!,
que’s más crioyito el linaje
del que puede, con rispeto,
ráirse al fin de sus defetos
sin que’sto nos cauce ultraje.

Don Florencio supo ver
ayí ande nadie vio nada:
una risa, una mirada
o un bigote florecer;
las formas de una mujer,
la cabeza de un cabayo,
un rancho siyón, un playo,
un corral de palo a pique,
sin necesidá que’splique
porque’sageró el ensayo.

Sólo el que al crioyo conoce
puede hayar tanto detaye
pa’ que’n el pincel se’splaye
con gracia que no destroce.
Y anque mi verso ni roce
cualidades de’scritor
es sí, cual la humilde flor
-ramiyete de retama-
diciendo en gaucha proclama:
¡Molina Campos: Pintor!
(9/07/1992)

viernes, 28 de octubre de 2011

PA' LAS TABAS

Había que verlo a mi amigo
cuando en cualisquier riunión
preludiaba un diapasón
dándole a un malambo abrigo:
¡se redetía el que les digo
por mostrar su condición!

Me aventajaba en edá
por unos... cuantos abriles,
y jueron, pa’ mí, candiles
sus consejos, en verdá,
que’l aprendió –claro está-
de la vida sus ardiles.

Y en rialidá que’ra el hombre
pa’ las tabas ¡más que diablo!
Por él, un ricuerdo entablo
-anque su mención me asombre-
y les anoticio el nombre
de aquel paisano: Don Pablo.

Habilidoso sin cuento;
suave...cuasi delicao
dentrando a un escobiyao
sin el menor aspamento,
y ser ridepente un viento
que se suelta endemoniao.

Los pliegues del chiripá
sus requiebros resaltaban,
a ucasiones se hamacaban
por causa ‘e su agilidá
y en muestra ‘e serenidá
sus ojos se’ntrecerraban.

¡Ta que paisano goloso
pa’ trenzar un zapatiao!
Pa’ las posturas, variao,
delicao y habilidoso;
¡tanto paso trabajoso
a más de uno habría maniao!

Y su natural presencia
-sin pose ni acomodada-
viene aura a mí, reflejada
enancada a su esistencia
¡y le hago una reverencia
de postura escobiyada!
(30/04/1986)

domingo, 23 de octubre de 2011

EL AIRE DE AQUÍ (chacarera)

1° Parte
Busco el temple del madero
y acomodo la garganta
que puertea una chacarera
beyaquiando por la pampa.

Vieja estirpe, antigua danza
reliquia de mis mayores
bailada en La Madalena
y en El Carmen de Las Flores.

Diz que dicen los antiguos
que sos viejaza en los yanos,
pero siempre sos mocita
pa’ un entrevero paisano.

2° Parte
Como no voy a cantarte
chacarera de mis pagos,
si al hacerlo siento orguyo
porque pa’ mi es un halago.

Por El Tuyú te’scuché,
te bailé en El Baradero,
en un real muy camperón
que armaron los carreteros.

Porque anduviste en las tropas
viajando de un pago al otro,
y en el andar del camino
vivistes entre nosotros.

Estribillo
Anduve por todas partes
y en todas partes viví
por eso, paisanos, digo:
¡me gusta el aire de aquí!                                                   (18/12//2010)

Con Música de CARLOS LINARES

jueves, 20 de octubre de 2011

AÑOS

Le'chó los quilo'al estribo
sin soliviarse ni un gramo
y el animal hecho un gamo
le amostró que'staba vivo;
de'sa situación cautivo
el hombre manotió el basto,
que si había que hacer un gasto
charquiar... era lo de menos,
valen los gestos serenos
por no... machucar el pasto...

Por no... machucar el pasto
la boca amarguió venenos:
"-¿Ande'stán los tiempos güenos
en que sabía darme abasto...?,
los años, como en canasto
se juntan y sin recibo..."
dijo, y quedó pensativo
como mazcando el reclamo
pues sin ser del cuerpo "el amo"
le'echo los quilo'al estribo.
(27/02/2011)

domingo, 25 de septiembre de 2011

A DEFENDER LIBERTÁ

Mirá mujer, debo dirme,
la Patria reclama brazos
y es deber en estos casos
que a la tropa deba unirme.
Ya es una noticia firme
que nos quieren invadir
y pa’ que puedan vivir
mis hijos, en libertá,
mi obligación está ayá
…anque me toque morir!

La lanza y el caronero
me yevo con dos cabayos:
esa yuntita de bayos
que amansé con tanto esmero.
En verdá golver espero
cuando tuito sea pasao;
cuando el gringo derrotao
vaya rumbiando a su cueva:
cuando ya nunca se atreva
a venirse pa’ este lao.

Claro que anque yo no crea
que voy a’ndar a los tumbos
por áhi, entre tantos chumbos,
me bajan en la pelea;
y si bien la mano es fea
cuando uno debe perder,
quiero les hagas saber
a mis hijos, cuando entiendan,
que su libertá defiendan:
la que hoy voy a defender.

Si es que duermen los gurises
les doy un beso en el sueño
y pa’ vos, flor de mi empeño,
tuito el querer que priecises.
Sé que’n cuanto te organices
sabrás repechar mi ausencia
y esperarás con pacencia
que yegada la ucasión,
sin peligrar la Nación
yo güelva pa’ la querencia.
(24/06/1982)

ENTRE MATE Y MATE

Cuando uno güelve cansao
dispués del trajín del día,
despabila y da alegría
encontrarse agasajao.
Yo no había desensiyao
cuando ya mi prienda estaba
al lao mío y me alcanzaba
-a más de un beso sabroso-
el mate amargo espumoso
que mi garguero esperaba.

Su donosura paisana,
su gentileza sincera,
dan a la oración campera
una calma soberana…
Y mientras el rancho gana
mi moza, por otro amargo,
el tostao, al campo largo
con el lomo bien bañao,
y levantando el recao
con las demás pilchas salgo.

Dejo tuito sobre’l banco
que’stá bajo del alero
y pa’ galantiar campero
a un verso florido enanco;
dos filas de dientes blancos
sonríen a mi remate:
hay un abrazo, un –“¡parate!”
Un “te quiero”… “¡Mentiroso!”
…y al chasquiar un beso ansioso
¡al suelo… va a dar el mate!
(16/12/1981)

EL ZURDO

Pa’l paisanaje es “El Zurdo”
sin nombre ni apelativo;
hombre juertón pa’l estribo
y domador de renombre
por eso, naides se asombre
si al conviersar, lo describo

Bastante apampao de cara
-tal vez rastros de una herencia-
es muy crioya su presencia
y está en su seria mirada
la honestidá reflejada
que’s horcón de su decencia.

De’statura regular,
los kilos justos… morrudo;
en brazo y garrón no dudo
el rigor de la rudeza
…con la que uno se trompieza
sin querer, en el saludo!

En “los ramos generales”
lo topé el pasao domingo.
Redomoniaba pa’ pingo
un azulejito overo
¡que a juzgar por lo altanero
no era cabayo pa’ gringo!

Muy prolijo el animal
bien tuzao de cogotiyo,
con penacho, sin martiyo,
pelao de raniya a oreja,
la cola al jamón -pareja-
como peinada a cepiyo.

Ensiyaba a lo campero
un recadito cantor
recortao que’ra un primor
del basto, al cáir la carona,
y ande surero apersona
el estribo su grandor.

Un bozal de corazón
resaltaba en la cabeza
y en el bocao -ande empieza
la güena boca del pingo-
dos borlas eran distingo
de cierta delicadeza.

Por sobre la cruz y el pecho
diba el cabresto arroyao
y en el anca acomodao
los royos prolijamente
el lazo decía ¡priesente,
siempre listo a su mandao!

Linda estampa la del “Zurdo”
con su blusa arratonada,
chambergo de ala quebrada,
bastante largo el bigote,
y de pañuelo al cogote
con la blancura añudada.

También blanca la bombacha
de puño arriba ‘e la media;
con zapatiya que asedia
-bien engarzada al talón-
de la espuela el rosetón
que algún corcovo rimedia.

Rastra y tirador picazo
daban realce a su cintura;
el cabo ‘e plata es cordura
mesmo que’l poncho listao,
y el rebenque retobao
era emblema ‘e su figura.

Alimentamos los vicios
de pitar y algunas cañas;
ricordando las hazañas
de otras épocas pasadas
en destintas camperiadas
que hicimos por la campaña.

Y al dir buscando el palenque
poniendo punto al domingo
cada cual montó su pingo
y ansí volví a comprobar,
que’l del “Zurdo” a no dudar
¡no era cabayo pa’ gringo!
(25/05/1983)

jueves, 4 de agosto de 2011

DON CLEMENTE

No quisiera olvidar en mi rilato
el honor, el coraje y la bravura
de aquel crioyo de noble vestidura
que se adentró a poblar sin miedo alguno,
las soledades, por las que denguno
corajiaba pasiar su carnadura.

Él se animó a poblar tras El Salao
ande le hace rincón El Saladiyo;
en el mesmo disierto jué ¡caudiyo!
Era el indio po’ayá, señor sin duda,
y con su sola gente -sin ayuda-
él pobló con un casco muy senciyo.

Supo hablar en los toldos de los pampas
como un güen lenguaraz que arregla tuito
y cuando algún tratao se vió marchito
por esas cosas que naides esplica,
¡áhi nomás su coraje les replica
sin dejarse pechar por machos gritos!

Don Clemente jué’l nombre de’se crioyo.
López Osornio jué su apelativo,
y dispués de lidiar con el motivo
de dominar los campos del disierto,
ante una carga pampa cayó muerto
¡anque las mentas lo mantienen vivo!
(27/04/1983)
(De: "Dos Evocaciones a un Pago: La Magdalena")

EL PAGO

En mi sangre hay sangre pampa
ya ni ricuerdo de quién,
más tuitos los que me ven
la aprecean en mi estampa;
mi vida en la zona acampa
hace ya muchos inviernos,
dende mis años más tiernos
a estos, los más bichocos...
¡que si aura me quedan pocos
quiero acá el descanso eterno!

Tanto mama como tata
nacieron por esta tierra,
la que’n el descanso encierra
sigún mi cencia rescata
-de un tiempo que no se data
pero que esiste en las mentas-
a tuitas las osamentas
de agüelos ¡y más que agüelos!,
los que han engordao el suelo
ande este pago se asienta.

Y si aura estoy pa’ criar grasa
como pa’ cebo de vela,
la vida antaño, jue escuela
que me enseñó sin mordaza,
y como crioyo de raza
¡a cabayo me eduqué!:
de postiyón principié,
dispué, jui pión de un carrero,
también anduve ‘e resero
y en algún caso amansé.

Y ansí al andar de la vida
el del lao zurdo del pecho
se me puso un día al acecho
¡y áhi se acabó mi partida!:
me acoyaré deseguida
a una crioya querendona,
y asosegué mi persona
conchabao como puestero,
en campos de un estanciero
acreditao de la zona.

Hoy, ricordando el ayer,
yo que crucé tanto pago
siento orguyo y siento halago
por el que me vio nacer.
Y anque no es mucho a mi ver
lo que’n mi sesera suena,
desataré la cadena
que’ngriya la rilación,
pa’ hacer la ricordación
del Pago ‘e la Madalena.
(29/04/1983)
(De "Dos Evocaciones a un Pago: La Magdalena")

martes, 19 de julio de 2011

NO LO OLVIDEN!

Que me yoren los amigos
¡si el corazón se los manda!
(Que hasta la piedra se ablanda
cuando la maza es castigo.)

Que los amigos me canten
cuando me gane el sigilo
y en las rimas de un estilo
mis pesadumbres espanten.

Que los amigos conviersen
de todas las cosas de antes
y a’queyos tiempos distantes
los vientos nunca dispersen.

De a cabayo y con tropiyas
que los amigos se ayeguen
y que ansí su adiós me’ntreguen
¡con tamañas maraviyas!

No soy de los que reniegan
sobre’l final de los días,
si las dichas melodías
mis amigos, las entriegan.

Que de los amigos, todo
espero en forma sincera,
y en la evocación campera
quiero vivir de algún modo.

Que naides del todo muere
y no se apaga tampoco
cuando en el fogón más tioco
algún ricuerdo prospere.

Aura me acayo, y sin más
cuando el adiós me haga el dentre,
tan solo espero me’ncuentre
pensando en crioyo… y en paz…
(16/08/2000)

CHUZO

Lo tantié agata’en las rienda’
echando el cuerpo adelante
y dispierto y vigilante
salió el pingo a la contienda.

(Agata’ lo alcé en la rienda
echando el cuerpo adelante!).

¿Diánde a rebenque y espuela…?
No los priecisa mi chuzo!
Su boca’ e seda es abuso,
su genio, empuje que güela.

(¿Diánde a rebenque y espuela…?
No los priecisa mi chuzo!).

Lo supo tirar de abajo
“Don Viejo”, aquel Disiderio
que’ra sabedor en serio
y pa’madrinar, badajo.

(Que lo tiró bien de abajo
“Don Viejo”, aquel Disiderio!).

Restayó en la’tropeyada
la tierra, como un repique,
que no hay cuestión que le achique
a mi pingo, la parada.

(Y sonó en la’tropeyada
la tierra, como un repique!).

Acomodao el encuentro
como pa’ topar un tren,
soltó el toro en el vaivén
un quejido dende adentro.

(Que le acomodó el encuentro
como pa’ tumbar un tren!).

Rodó el guampudo, vencido
por un certero pechazo,
y armao quedó mi pingazo
como quien dice… alvertido.

(Que’l toro rodó vencido
por su certero pechazo!).

Estos son pingos, señor,
y no esos de mano fina,
crioyo, de tierra Argentina
es decir, un chuzo flor.

¡Qué’stos son pingos, señor,
y no esos de mano fina!
(09/02/1997)

DÉCIMAS SUELTAS

REDOMÓN

Jué muy bien tirao de abajo,
con pacencia y con cautela,
no sabe lo que’s la espuela
pero ya dentra’l trabajo;
reconoce’l agasajo
que le palmea el domador
y anque a veces con rigor
en una tarea lo empeña,
es porque’l que bien enseña
saca el cabayo mejor.
(17/04/1995)

EL REGALÓN

En el pingo “regalón”
bien arreglao, coscojero,
se amuestra tuito el esmero
del “crédito” del patrón.
Dende que’ra bagualón
que le tuvo el ojo echao,
y de que’stuvo domao
ya sin cosquiya denguna,
que amuestra en él, la fortuna
del reluciente chapaiao.
(23/06/1994)

CENCERRO

Dende’l ayer.. dende’ntonces,
dende la primer tropiya,
a su música senciya
guarda el cencerro de bronce;
de áhi pues, que a veces me asonse
ante tan crioyo sonido
que’s -mejor dicho- un latido
que baja de antiguo acervo,
cuando’igo tañir al “Ciervo”
que va entablando el olvido.
(23/06/1994)

TROPIYA

Tiene el hombre con tropiya
tuito el mundo por delante
que si un “crioyo” ya es de aguante
¡ocho o diez son maraviya!
Entrepelada o senciya
o en lujo de un solo pelo,
la tropiya es su consuelo
y música pa’l trabajo
cuando al tañir del badajo
también entabla un anhelo.
(21/06/1994)

jueves, 7 de julio de 2011

PA' USTÉ: MARENCO, ELEODORO

Hace años que lo conozco
pero... ¡ricién si me atrevo!
¡Si hasta pienso que le debo
por mi compuesto tan tosco!
Mas a mi ingenio me’nrosco
y hasta’nde puedo, me elevo,
y ya que’n su cencia bebo
las cosas que desconozco
sin dudar lo reconozco:
¡manantial-máistro ande abrevo!

Dende gurí supe ver
-en mi rancho y otras casas-
esas figuras crioyasas
¡que usté tan bien sabe hacer!
Y por la afición a leer
que a mi persona se abraza,
dentré a toparme esa traza
fácil de reconocer
-produto de su saber-
en libros de tuita raza.

Hoy mi verso -humilde son-
quiere no ser un desdoro
y busca el mayor decoro
pa’ esta, mi priesentación.
Sepa, dende ya, soy pión
custodiando ese tesoro
que ha dao al pueblo, como oro,
y es parte de la Nación.
Mi rispeto y mi emoción
“Pa’ Usté: Marenco, Eleodoro”.
(11/09/1986)

ENGAÑADOR

Ensiyó y salió confiao
porque’l redomón, barajo!,
era mansito de abajo
como el tungo ‘e los mandao.
No era el hombre pa’l recao
de los más juertes, tal vez,
de áhi que aqueya insensatez
hoy la ricuerda entuavía
¡porque’l susto de’se día
le sirve hasta la vejez!

Ricién se había conchabao
aqueya mesma mañana
en que’l domador Maidana
l’entregó el chuzo indicao;
y si bien, él, de bocao
lo enriendaba’l animal,
tenía boca sin igual
y anque no mordiera freno
podía dar rienda, sereno,
del cabresto del bozal.

Pero era muy quisquiyoso
y endimás asustadizo,
de arrastrarse sin aviso
a un beyaquiar asqueroso.
Y aqueya mañana, el mozo,
que había salido confiao,
ni manotiar el recao
pudo, cuando hizo un requiebre,
al levantarse una liebre
justo al paso del “taimao”.

¡Cielo Santo, que sorpresa
la de aquel fiero arrastrón!,
pa’ más le calzó un talón
con poca delicadeza.
Sin sombrero y en cabeza
charquió el cojiniyo atrás,
pero era tarde pa’ más
-ya había perdido un estribo-,
y sobre’l suelo nativo
lo ricostó el “cachafaz”.

Y tras el susto vivido
por los piones que ayi andaban,
al pronto lo levantaban
viendo que no estaba herido.
Un consuelo pa’l caído
trujo algúno del montón,
pero un chusco retozón
dijo -y hoy sé que’ra cierto-:
“que’l susto de aquel entuerto
se lo yevaba’l cajón!”.

(17/05/1993)

sábado, 25 de junio de 2011

ACOSAO

(A los 55 años y 5 meses)

Augao en la cogotera
me va yevando el cabresto
que me queda poco resto
y me tironean pa’juera.
¡Amalaya! quién pudiera
cortar, y el campo tendido
ganar, pegando un bufido
como escupiendo las penas.
(¡Bien haigan las horas güenas
p’hacer pata’ncha a este’nvido!)

Carcagüesal de bañao
barro blanco muy espeso,
tembladeral que hasta el güeso
se’nguye cuando ha chupao.
¡Gran pu... cha...! el camino errao
vino a trajinar mi vida
pero el unto pa’ esa herida
es ricordar que antes de aura
uno ha sabido ser taura
en ganadas y perdidas.

He sido potro y lo soy!
pero... los años acosan
y las tabas no retozan
bichoquiando pa’nde voy.
¡Válgame! al menos por hoy
el mesmo empuje de ayer.
Garra no m’he de golver.
Antes, me fulmine un rayo.
Si tuviera algún cabayo...
ensiyo... y ¡hasta más ver!

(21/06/2007)

sábado, 14 de mayo de 2011

...Y TUITO POR UNOS RIALES

Hice una changa antiyer
en las estancia “Los Cardales”
rejuntando unos baguales
sobre la costa del río:
de pensarlo hoy me sonrío
pero me agencié unos riales.

Yo yevé el zaino bragao
y el lobunito torcaz,
porque los sé muy capaz
y que a tuito se dan maña…
Por algo tildó de “hazaña”
al trabajo, el Capataz.

Hice yunta con Mariano
(hijo ‘el puestero’e “La Verde”),
y es justo que lo ricuerde
al que jué mi compañero:
¡Ta que hombre dicharachero,
su lengua, tiempo no pierde!

Él ensiyó pa’l trabajo
dos colorao cabos negros
más ligeros que ojo’e suegro
y muy seguros de mano.
De hacer yunta con Mariano
en verdá mucho me alegro.

Y rumbiamos a la costa
apenas el día clarió,
y cuando el Patrón yegó
a la oriya ‘el pajonal,
“-¡Qué no quede un animal!”,
muy serio nos ordenó.

¡Qué yeguada! ¡Qué potriyos!
De tuita laya y pelajes,
bufadores los salvajes
por lo chúcaro y ariscos,
de’ncarar a los mordiscos
haciendo gala’e coraje.

¡Ni que hablar del pajonal!
Con zanjas y unos barriales
que esquivaban los baguales
…y a veces nosotros no,
si hasta más de uno hocicó,
…y tuito por unos riales.

Nos pasamos la mañana
en esa calamidá,
y pa’ más, ¡óigale y va!
a veces la sabandija
del cogote a la verija
nos tapaba de verdá.

La cosa jué que al final
cumplimos con el conchabo.
Como changa jué algo bravo
juntar tantos animales.
Pensar que por unos riales
salí de barro hasta el rabo.

Y cuando me diba a dir
el Capataz me yamó
y ayí mesmo me ofertó
me yevara un picacito:
quedó guacho el pobrecito,
la madre se deslomó.

Ansí que con el potriyo
al que lo apodé “Regalo”,
costiando el corral de palos
salí buscando el camino,
contento con mi destino
pa’l almacén me refalo.

Le compré a mi prienda dulces
y adornos pa’ sus percales
en los “ramos generales”
que está en la esquina de Nievas;
yo compré alpargatas nuevas
¡…Y tuito por unos riales!
(5/01/1981)

A PURO ENCUENTRO

Lo ricosté tranquilón
pa’ que pise bien el zaino,
¡que cuando yo desenvaino
deben tener precaución!
Cuasi pegó un trompezón
el noviyo en el apuro
y los encuentros, seguro,
le golvió a’firmar mi pingo
pa’ que sepa que no es gringo
sino que’s un crioyo puro.

Se güelve a’rmar el guampudo
y con coraje resopla,
pero el zaino se le acopla
y los güesos le sacudo.
¡No te apampés que’s al ñudo
ni te me hagás el porfiao
que a las güenas o empacao,
al tranquito o a los tumbos,
te voy a enseñar el rumbo
y a rispetar mi mandao!

¡Ahijuna con el noviyo
que ya va entrando en razones!
Si a juerza de rempujones
lo complicao es senciyo.
Es que golpiando es martiyo
a puro encuentro mi flete,
y es por eso que’s al cuente
que algún noviyo porfiao
quiera rumbiar pa’ otro lao
cuando mi zaino arremete.
(08/03/1982)

viernes, 13 de mayo de 2011

ESPERA

Cái la noche como nada
…y yo… ¡tan solo acá’juera!
Desesperar, pa’l que’spera
es dentrar a’puñalarse…
de áhi que valga serenarse
y no apotrar la sesera.

Se hace la tarde… silencio…
rosa grave’l horizonte…
grita un hornero su apronte
en un sauce entre las ramas,
la espera teje sus tramas
y el misterio agranda el monte.

Ucasiones la cabeza
alza curioso mi moro;
coscoja y griyo son coro
pa’l estilo de la espera
…y yo… ¡tan solo acá’juera!
el fin de la espera imploro.

Parece que trái la brisa
aroma del trebolar.
También mi pecho un cantar
trái entablao con esmero.
Y si aura en silencio espero
dispués lo podré soltar.

Pone una estreya puntera
el primer lunar del cielo;
enlazo en eya el desvelo
con la trenza de la espera
y lo priendo a mi asidera
pa’ que me traiga el consuelo.

Ricostao al tronco ‘el tala
ande resguardo la espera
se deshoja mi quimera
mientras se ayega el momento,
de sonreírle al lamento
¡y no estar tan solo ajuera!
(28/06/1983)

TALA

Te azotaron granizos y aguaceros.
Te zamarriaron bravos ventarrones.
Y a más, la helada en muchas ucasiones
supo emponcharte en los inviernos fieros.
Y si es que te curtieron entreveros
que’ntropiya en silencio “don destino”,
jue cura del dolor, el cristalino
canto de pajaritos mañaneros.

Trenzaron los jilgueros, sus amores,
en el amparo de tus toscas ramas,
y tus muchas horquetas jueron camas
de senciyos niditos soñadores.
Si el continuo vivir no te dio flores
te dio un fruto pequeño, que maduro,
pone lunares bayos al oscuro
sufrido opaco gris de tus verdores.

Pero sos servicial ¡sin güelta de hoja!
y de no, que lo digan los fogones,
ande son brasa eterna tus tizones
porque tu leña dura, nunca afloja.
Siendo monte tupido se me antoja
que sos techo de sombra pa’ la hacienda;
y antaño juiste rústica vivienda
del que ensució el facón en sangre roja.

Te versió de lo lindo un oriental
-Osiris, el de los pájaros locos-,
y anque mi verso es rústico y es tioco,
quiero que sepas que mi canto es lial,
un poco le hablo solo al del corral
(el de la añosa sombra de las yerras),
pero tuitos los talas de mi tierra
se merecen mi canto por igual.
(30/06/1981)

lunes, 11 de abril de 2011

REVISANDO LAS MARCAS

Inspirado en una obra de Rodolfo Ramos

Al chasque lo hice esperar
-que se abaje y tome mate
demientras da un sosegate
al pingo, en su trajinar-,
es que quería contestar
áhi nomás sobre la pata,
su mesiva, que tan grata
le resultó a mi apreceo
y ande’l campo es un recreo
en su espresión más sensata.

¡Qué tiempos aqueyos...! vea,
campo hacienda... hacienda y cielo,
un bañao que corta el suelo
y el cielo en él se florea;
se me hace al punto la idea
dir a’rrimar la tropiya
porque cuando un hombre’nsiya
es más hombre y más entero!,
y ya’l tañir cencerrero
es la vida maraviya!

Linda hacienda crioya... ahijuna!
con guampas como pa’ chifle,
(guarda si algún mercachifle
cruza en forma inoportuna!),
estensión en que se acuna
el más campero entender,
estancia crioya de ayer
sin cerco y sin alambrao
en la que no entró el arao
y hay mucho que recorrer.

Por eso, de vez en cuando
quien la propiedá demarca
dir “revisando las marcas”
anuncia con voz de mando.
Y salen como jugando
los hombres pa’ esa junción
y un patrón y otro patrón
que van juntando lo suyo,
mientras que’l campo es arruyo
de natural condición.

Ayá el chasque me hace seña
como pa’ que apure’l tranco,
entonces, pa’ serle franco
pongo punto a la reseña.
Bien la vida crioya enseña
a ser gente... con la gente,
y por eso, consecuente
con su trato tan paisano
le apreto juerte la mano
y le agradezco el presente.
(14/01/2008)

lunes, 7 de marzo de 2011

AMANECIENDO

1
Cuando el sol dentra a dejar
el fortín del horizonte,
comienzan dende los montes
los pájaros a cantar;
mientras que va a coloriar
las nubes del firmamento,
me doy cuenta en el momento
que las estreyas son ralas,
y una lechuza, en sus alas,
cierra la noche en lamentos.

2
Cuando empezaba a clariar
se oyó balar un ternero,
noche’ra cuando el tambero
se levantó pa’ ordeñar;
el boyero ha de yevar
al “Camino Rial” los tarros,
y ata a las vara del carro
a un lindo cabayo overo
mientras prepara un ladero
pa’ que se afirme en el barro.

3
Parao del rancho en la puerta
arriba de un esquinero,
dá su saludo el hornero
al sol, que ricien dispierta.
El campo se pone alerta,
se sacude la pereza,
y silba entre la maleza
una perdiz copetona
y un carancho vuelo toma
dispués de alzar una preza.

4
La extensión que se dispierta
va recobrando la vida,
y una cerrazón tupida
hace las formas inciertas.
Ya con la tranquera abierta
de los potreros del cielo,
comienza su manso vuelo
el sol, en un nuevo día,
pa’ emponchar con alegría
a las cosas de’ste suelo.
(4/06/1972)

lunes, 21 de febrero de 2011

CONCIERTO

Al “cumpa” Agustín López, porque
me inspiré en un comentario suyo.


En el temple alto y sonoro
de un bien tendido alambrado
arpegia el viento afinado
su melodioso tesoro;
en su eterno andar canoro
-huracanado o silbón-
amadrinó a cada son
y en su tropilla virtuosa
entabla en forma armoniosa
voces de cada región.

Afina el torniquetero
-grave clavijero inmenso-
y alista el alambre tenso
para un preludio campero;
florecen desde el venero
las más criollas expresiones
poblando las extensiones
la armonía fina y pura
con que despunta natura
musicales condiciones.

Concierto. De cielo y pampa.
De pampa y cielo, concierto.
Expresión de campo abierto
… de abierto campo, sin trampa!
Concierto, que al aire estampa
sus más naturales sones.
Soberbias digitaciones
ponen un toque increíble
… como si un Fleury invisible
pulsase… mil diapasones!!!
(28/09/2009)
3º Premio 1º Certamen Milongueo del Ayer - Dolores 2010

DÉCIMA

Soy la décima. Esa soy.
La de armoniosa cadencia,
la que ha impuesto su vigencia
del lejano ayer, a hoy;
la misma que uso Godoy
cuando le dio voz al Corro,
aquella que no hizo ahorro
cantando a la independencia
y vapuleó la insolencia
de aquel coloniaje engorro. (1)

Soy la décima. Redonda
en sones, tonos y climas,
la que enseñorea sus rimas
como gorjeo en la fronda.
Soy la que ha nacido en Ronda
allá en la España europea,
pero que bien se florea
en toda la Hispanoamérica
y que a su hidalguía ibérica
fue acriollando en cada aldea.

Soy la décima. Y orgullo
tengo por haber nacido
y también porque he servido
al pueblo en gestas o arrullo:
clarín de guerra o murmullo
en un preludio de amor.
Si todo he dicho, señor,
mucho más he de decir
que nací, para vivir
pariendo versos en flor.

Soy la décima. Espinel
me lió de forma paqueta
y me dio a cualquier poeta
me esculpa con su cincel;
no todos tuvieron miel
para untar mis diez razones
muchos, sólo fueron peones
afanosos, consecuentes,
los pocos sobresalientes
sin duda han sido patrones.

Soy la décima. Campera.
La del fogón del tropero
o la que bajo el alero
se deshojó plañidera;
la que fue a la montonera,
al vivac, la toldería
y la que a la pulpería
la transformó en auditorio.
Traigo silencio, jolgorio
y del campo, letanía.

Soy la décima. De Uzal,
de Risso, Menvielle, Charrúa,
a la que bien acentúa
Obligado, y no es casual.
Con Varela pasa igual
que con Boloqui y Panizza.
Soy la décima, y hechiza
al poeta, mi presencia:
sé vivir con elocuencia
y el buen decir, me cotiza!

(1) molesto

2º Premio en el 2º Certamen Milongueo del Ayer - Dolores 2011

sábado, 1 de enero de 2011

YENDO DE PASO

Cái el sol. Al horizonte
lentamente se acoyara,
y montando un malacara
-güen cabayo pa’ un apronte-,
se acerca costiando el monte
al galopito cortón,
Don Belisario Roldón
puestero del lao del río,
hombre muy amigo mío
dende que’ra muchachón.

La clarida se hace escasa,
se oscurece hasta lo blanco,
y en el malacara al tranco
el hombre yega a mi casa;
se’spanta una bataraza
cuando atropeyan los perros,
lejos se’scucha un cencerro
cuando alzando su rebenque,
saluda junto al palenque
que’s una yanta de fierro.

Dispués del ¡Ave María!
y concedido el permiso,
se da el hombre contra el piso
con elegante baquía.
Yo no oculto mi alegría
por su visita casual,
y un apretón sin igual
mano con mano nos damos
y pa’ las casa’ rumbiamos
cuando ya la noche es tal.

Enyegando al corredor
se asoma de la cocina,
mi patrona Josefina
con un mate que’s primor;
nos sentamos al frescor
con que la noche convida,
la charla se hace tupida,
el ricordar se hace grato,
y avisan pasao un rato
que’stá lista la comida.

El paisano Belisario
-mi compadre a más de amigo-
es padrino como digo
de m’hijo mayor Hilario.
Muchacho muy goluntario
que ya ha cumplido los veinte;
trabajador… muy prudente,
aficionao a amansar,
y que justo pa’ domar
se conchabó últimamente.

Entre bocao y bocao
mi amigo nos anoticia
que a su patrón, la justicia,
en el pueblo lo ha citao;
pero siendo que ha viajao
y él capatacea la estancia,
quiere en esta circustancia
dejar aclarao el caso,
y como diba de paso
dentró, y acorta distancia.

Risulta que su patrón
denunció hace ya unos meses
el robo de varias reses
en el puesto de “El Rincón”,
y asigún la citación
preso’están tres forasteros
que andaban con unos cueros
con su marca y su señal,
lo que’s indicio cabal
que deben ser los cuatreros.

Cuando dejamos la mesa
la noche ya está avanzada
y seguir la galopiada
pienso, sería una torpeza.
Como está vacía una pieza
lo convenzo que se quede,
si total, mañana puede
temprano, dispués del mate,
sin que al pingo lo maltrate
dir pa’ ver lo que sucede.
(6/03/1980)

MI TROPIYA (huella)

Primera
Una güeya surera
es mi destino
mi tropiya de crioyos
va en el camino.

Voy montao en un bayo
que’s cabos negros,
acortando distancias
por los senderos.

La “madrina” azuleja
de crioya estampa:
la cabeza chiquita
y armada de ancas.

Dos overos rosao
¡qué linda yunta!
siguen a la “madrina”
que va en la punta.

Estribillo

A la güeya, a la güeya
con mi cabayos,
solo miro la senda
que anda mi bayo.


Segunda

Un zaino colorao
mira a lo lejos…
hay charcos en la güeya,
mudos espejos.

Voy hablando el idioma
que hablan los campos,
y retozando el moro
va relinchando.

Mis cabayos juntitos
van galopando,
mi tropiya es de crioyos
y está marchando.

Ya me borro en el tiempo
mirando el suelo,
mientras va mi tropiya
bajo este cielo.

Estribillo
A la güeya, a la güeya
de los senderos,
mis cabayos en eya
¡mucho los quiero!

                                 (9/05/1970)
(Grabado por Alberto Durán, en su producción "De Madrugada", de 1992, y posteriormente por Carlos Gallardo, en su trabajo "A mi guitarra")

SEISCIENTOS BLANCOS (huella)

Primera

Patria jueron las güeyas
del “Tres de Fierro”
güeyas de rastriyadas
sangre y desierto.

En Trenque Lauquen tienen
la Comandancia
los melicos sin ropa
pingos con mantas.

Con “El Toro” Villegas
poniendo el pecho,
son seiscientos los blancos
que van derecho,

a peliar a los indios
ayá en su tierra,
eyos con sus malones,
nosotros guerra.

Estribillo

Lástima que ya es tarde
pa’ que compriendan,
que’s la unión entre todos
la que gobierna
.

Segunda

El “Gran Pincen” un día
robó los blancos,
que’l Sargento Carranza
‘taba cuidando.

Un boquete al corral,
mudos cencerros;
los melico en la puerta
‘taban durmiento.

Salió Sosa a buscarlos
con sus melicos,
son cincuenta valientes
de rudo grito.

Vuelven con los cabayos
todos muy juntos.
Al pampa lo sablearon.
¡Qué triste triunfo!

Al estribillo
(11/05/1970)

Grabado en 1993 por Carlos Galván

...AMAGABA A TEMPORAL

Tuvo Benito razón
y jue yuvia torrencial.
Como él dijo: “¡temporal
lo que amaga el chaparrón!”
¡Jue pucha! que inundación,
pa’l campo ¡qué sufrimiento!
Creamé que yo lo siento
-si se me acongoja el alma-
¡Malaya, venga la calma
enancada en un güen viento!

Tuavía no sale mi vista
del asombro, ensemismada,
por tanta agua amontonada
en forma tan imprevista.
Espero que nos asista
alguna mirada güena…
¡Ta digo! si es una pena
ver que ande verdiaba el pasto
anda el agua haciendo el gasto
con destrutiva faena.

Al principiar, chicotiaba
el agua sobre’l potrero,
pero endispués compañero
sobre’ya mesma pegaba,
y es que al campo lo emponchaba
queriendo hacérmelo mar,
si hasta ya’prendió a bramar
y se agranda dispacito…
¡Mala pilcha esto, Benito!
si no dentra a mejorar.

El fachinal se achicó…
Los talas se arrodiyaron
y sus ramajes tocaron
el agua que los rodió.
Si hasta es difícil, creo yo,
un albardón encontrar,
las loma’entró a repechar
y anque que’s de mansa presencia
¡es tanta su prepotencia
que no se quiere parar!

¡Qué humana desolación!
¡Cuánto animal indefenso...!
Duele si solo lo pienso
y estremece el corazón.
Que haya tanta agua en montón
parece cosa ‘e mandinga.
¡Pucha, ni la cencia gringa
le puede poner rimedio!
Y a los crioyos, ese asedio
hace que se los distinga.

Ni hacer las cuentas hermano
por lo que ya se perdió;
mucho campo se arruinó
por este tiempo tirano;
no habrá quedao ni un gusano,
aura andarán los pescao
nadando muy sin cuidao
ande yo andaba a cabayo.
¡Barajo: qué abril y mayo
en suerte nos ha tocao!

Tanta agua, ¿pa’nde se irá?
No hay tierra que se la chupe,
y endemientra’el cielo escupe
que’s una calamidá.
Que se haga la claridá…,
que venga el sol y nos seque,
y anque de soberbia peque
se alzará de la ceniza
mi pampa en una sonrisa
¡porque no hay quien la hipoteque!
(3/05/1980)