lunes, 31 de diciembre de 2012

AÑO NUEVO


Anque del sol, ni noticias
ya lo apronté al “doradiyo”
y en la noche clara ensiyo
cuando la fresca es delicia,
y ya habrá de ser caricia
endentrando a galopiar,
que anque’s el pingo pa’ndar
sosegao, si güela un yuyo
es capaz de hacer baruyo
solo… por verme charquiar…

Po’el camino’e la galera
costiando los pajonales
podré cruzar los canales
por los puentes de madera;
evito de’sa manera
dir por “El Paso’e la Yegua
con agua que no dá tregua
y que hay cruzar nadando;
elijo este andar andando
anque alargue media legua.

Ayá’l final del camino
en un potrero de ovejas,
me’spera el rancho’e la vieja
ya asiyonao y barcino;
hay un talar muy genuino
y unas cinas, pa’ reparo,
y atrás, un arroyo claro
que’vita tener jagüel.
Yo emplumé’n el nido aquel
y áhi siempre tuve mi faro.

Les cairé de sopetón
a la “Vieja” y mis hermanas
porque me’mpujan las ganas
de brindarme’ste alegrón;
es propicia la ucasión
porque asigún me parece
un año desaparece
y anque yo soy medio potro,
juntitos nomás, nosotros
recibiremos al “13”.
                                         (31/12/2012)

lunes, 24 de diciembre de 2012

GÜENOS PINGOS

El espíritu de la Navidad -¿por qué no...?-, en la mañana de hoy, mientras hacía mandados para la cena, me trajo caballos a la mente, y nació ésto, que por lo tanto es lo último que he escrito. ¡Ojalá guste a los criollos!

¡Que’stampa “el moro”, señor!,
aguantador y sangrudo,
pingo guapo y corajudo
hasta en el trance más pior.
¡Que’stampa “el moro”, señor!,
aguantador y sangrudo.

¿Y “el lobuno”? ¡Ni le cuento!
Siempre tuve pa’ mi siya
alguno, porque’s tropiya
pa’l galopón más violento.
¿Y “el lobuno”? ¡Ni le cuento!
en él, tengo una tropiya.

Y ese “gatiao cabos negros”
de confundirse en las pajas,
es bufador, y es ventaja
cuando calza los encuentros.
Y ese "gatiao cabos negros”
pa’l trabajo es una alaja.

Y mento aura al “azulejo”
bonito, de fina estampa,
andando en él, como en trampa
cáin las china’a su reflejo…
Y mento aura al “azulejo”
bonito, de fina estampa.

Ese “alazán con testera”,
nervudo, “calzao de tres”
me arrima de vez en vez
güenos pesos, si hay cuadrera.
Ese “alazán con testera”
'no lo vendas ni lo des'.

Ha sido todo mi lujo
el tener cabayos güenos,
soy rico teniendo menos
y ese mi orguyo, lo estrujo:
¡que ha sido todo mi lujo
¡ensiyar en pingos güenos!
                                         (24/12/2012)

POR LA PALOMA

-Estuvo linda la yerra
con trabajos a montones
que son crioyas diversiones
pa’ los hombres de’sta tierra.
¿Qué tal Antenor Ezquerra
si acá en las casa’hace noche
y de yapa, como broche,
al chirriar los asadores,
oímos a los cantores
de sus gala’hacer derroche?

-Vea Almada, la faena
terminó al cáir la oración,
y m’he formao la opinión
que hará una noche serena;
créamé que’s una pena
si no me quedo en su casa,
pero… ¿sabe lo que pasa…?
quiero cuanto antes yegar
a mi rancho, pa’brazar
a mi paloma torcaza.

-Güeno Antenor, si es su gusto,
yo no le voy a insistir
y si tiene que partir
meta, que’l viento está justo:
lo tiene de cara, a gusto
pa’l que debe galopiar,
y en algo los va a’liviar
a su “zaino” y al “gatiao”,
que anque mucho han trajinao
seguro no han de afluejar.

-Ansí es amigazo Almada.
Sepamé usté disculpar.
-Antenor, yo debo dar
las gracias a su gauchada.
-Están demás. Si por nada
tiré con tuitos los royos.
Hoy usté tuvo mi apoyo,
mañana lo hará por mi,
porque la amistá es ansí
en esta tierra de crioyos.
                                   (24/02/1981)

CON ORGUYO


¡Argentino, antes que nada!
Bonaerense con orguyo.
Del campo tengo el arruyo
en la cifra y por payada.
Por “pagos” tengo pavada
como que nací en La Plata,
y me crié por “El Zapata”
de mi Magdalena amada.

Son el grito del chajá
y el alerta tero-tero,
el cencerro más campero
que amadrinándome está;
por eso que vivo acá
humilde, pero contento,
¡si es el campo el firmamento
que’mbriaga mi libertá!

Cuando hay rumor de guitarra
y algún pingo que relincha,
siento que’l pecho se m’hincha
y que’l decir suelta amarra;
y es que la raza bizarra
de los hijos de’ste suelo
se viene’n tropel, y al vuelo
tráin la clin de la moharra.

Es empuje de malón
la costumbre de mi tierra
que dentro’el pecho se aferra
con latido’e tradición.
Andando en el diapasón
el canto se hace derroche,
mientras que alumbran la noche
las yamas de mi fogón.
                                          (19/02/1980)

PAISAJE

(triunfo)

Primera

Va cayendo la tarde
entinta en sangre;
¡la noche viene arrogante!

Cruza el campo un resero
con su tropiya,
¡va por la verde gramiya!

Mientras que’l viento sopla
sobre su cara,
¡le quiebr’al sombrero el ala!

Y el trinar del cencerro
de la madrina
¡una melodía imagina!

Estribillo

Tarde quieta del campo…
Tibio paisaje.
¡Murmuyos del paisanaje!

Segunda

Por las casa’un mocito
cortando leña,
¡del fogón es una seña!

Otro va pa’l corral
con el nochero,
¡a lo lejos grita un tero!

Gritos que son canciones
de despedida,
¡pa’ la tarde que declina!

Seguida por las sombras
a corto trecho
¡de la noche’n el acecho!

Al estribillo
                               (15/06/1971)

lunes, 17 de diciembre de 2012

FELICIDADES!!

Da el último parpadeo
un fogón que ya se apaga
mientras que a su lao amaga
otro, en precoz escarceo.
“Si te he visto hoy no te veo”
se le dice al que se va,
la rueda rodando está
y es una rueda la vida
y tras de rodar, cumplida,
un añito más no da.

La vida es una ‘función’
de indecifrable final,
a veces, como un panal,
otras, de gusto amargón.
Más hoy pongo la intención
al soñar éste deseo:
que se haga lindo, lo feo,
se güelva dulce, lo amargo.
¡Y hago en Navidá el encargo
pa’ que’l “13” sea un floreo!

Con un cálido abrazo
                                                Carlos

viernes, 30 de noviembre de 2012

LOS SALADEROS

Le canto a “los saladeros”
que hayer hubo en Atalaya
reviviendo la bataya
de carne y sal, sangre y cuero.
Le canto a los forasteros
que yegaron a poblar,
porque’s justo ricordar
que si progresó la zona
es que dio cada persona
sus ganas de trabajar.

Del arroyo, por la oriya,
entre’l verdor que da el monte,
el mesmo ayer, pa’ un apronte
hasta parece que’nsiya;
el chairiar de una cuchiya
parece que trái el viento
y es -asigún yo presiento-
que rastros de aquel donaire
andan flotando en el aire
porque ayí está su aposento.

Al ver tu costa y tu puerto
ayer, Silges y Ferrando,
dejaron de andar buscando
pa’ establecerse, por cierto.
Y ande antes hubo disierto,
bravos malones… batayas,
invasor de clinas bayas
y una guardia de coraje,
dentró a balar el vacaje
y vos creciste, Atalaya.

Un noviembre, pa’ más dato
del año setenta y uno
se carnió el primer vacuno
sigún cuenta algún rilato.
Y si a mentar me desato
el trabajo de’sos días,
a Repetto y Compañía
es necesario nombrar
que también vino a salar
en la antigua grasería.

Tañe el bronce del ricuerdo
por el saladero ‘e Rocca,
y si la memoria evoca
al de Palazzi, no pierdo.
Aquel tiempo, al tranco lerdo
s’hizo pasao… s’hizo olvido,
y aquel puerto concurrido
por barcos de tuitos rumbos
quedó solo y a los tumbos
…cuasi se diría… vencido.

Por aquel ayer, mi canto,
yeno de orguyo, sin pena.
¡Pasao de la Madalena!
Mi Pago que quiero tanto.
Y cuando mi voz levanto
pa’ brindarte mi homenaje:
tañe el ricuerdo el cordaje
y en sus compases certeros,
un canto a “los saladeros”
dispierta en tuito el paraje.
                                 (4/03/1982)

TRADICIÓN

1
Tradición: sentir  que vive
sin necesidá de leyes
y aunque a veces sufre meyes
ese chuciar lo revive.
Sentir que’l ayer trascribe
pa’dentrarse’n el futuro
porque’s un hecho seguro,
que olvidar las tradiciones,
será andar a trompezones
en el rumbo más oscuro.
2
Tradición: es del pasao
la gesta emancipadora
cuya ación libertadora
la Patria nos ha brindao.
Tradición: es el legao
de libertá que nos dieron
los valientes que murieron
poniendo al peligro el pecho,
y que’se mesmo derecho
a otros pueblos estendieron.
3
Pa’ que briyes, Tradición,
no hace falta un emprendao
ni un tirador escamao
con plata y oro a montón;
suebra con un corazón
humilde, de güen paisano,
que’n un apretón de mano
dao con sincera amistá,
la Tradición viva está
como emblema campechano.
4
Tradición: es el lidiar
de un paisano a un redomón
pa’ sacarlo mansejón
y güeno pa’ trabajar;
Tradición: es el sobar
alguna lonja de cuero
mazetiando con esmero
pa’ que al aflorar la grana,
luzca su cencia paisana
la habilidá del soguero.
5
Tradición: es la divisa
que rispetando sus mandos
enarbolaron los bandos
en pos de una idea precisa.
La Tradición sintetiza
el presente que vivimos
pues como pueblo esistimos
no por la gente de ajuera,
¡sino por el crioyo que’ra
independiente en si mismo!
6
Tradición: es José Hernández
hablando en el “Martín Fierro”,
libro que’s como un cencerro
que impide cualquier desbande;
de ayá qu’él mesmo nos mande
“entre hermanos sean unidos”:
¡debemos ser advertidos
y evitar la disconfianza
pa’ no ser pasto  en la panza
de algún pícaro atrevido!
7
Tradición: palabra inmensa
como la yanura pampa
que tiene rostro y estampa
de gaucho, ni bien se piensa.
Palabra que juerte trenza
pasao… historia y costumbre…
Que arranca en la mansedumbre
de los hijos de la tierra
que al español dieron guerra
por no ser su servidumbre.
8
Dificil es definirte
porque sos del pueblo esencia
y entre la Patria y concencia
jamás podrás dividirte.
Más que nunca habrás de erguirte
junto al limpio pabellón
si queremos ser Nación
rispetuosa y rispetada,
no podrás ser olvidada
¡nunca jamás, Tradición!
                                     (27/10/1981)

domingo, 18 de noviembre de 2012

DEFINIENDO

Pampa: yanura dormida
por el silencio acunada,
en vos, la estión cayada
le canta un himno a la vida.
Cicatrizan las heridas,
desaparece el dolor…
Con trebolares en flor
se ha alfombrado tu camino,
me siento más Argentino
al contemplar tu esplendor.

Gaucho: patrón de yanuras.
Amo y señor de distancias;
de alma noble y sin jactancias,
y de envidiable bravura.
Hijo de entrañas ¡bien puras!
con mucho de indio pampeano.
De un proceder siempre sano
en las buenas y en las malas,
y aunque quizás, pobre en galas,
de curtida y franca mano.

Cabayo: de crioya traza
y bien armada figura,
con elegante postura  
que’n el tranquiar se acompasa.
Su proporcionada traza
se lució en mil entreveros,
y en los trabajos camperos
se portó como el mejor…
Con el gaucho hizo un “duo flor”,
cuasi hermano y compañeros.

Rancho:  más bien petizón
pa’hacer pata’ncha al Pampero;
como el nido del hornero
de barro hecha la armazón.
Un alero chicuelón
de paja, ansí como el techo;
un fogón siempre en acecho
con algún tizón machazo,
y la puerta abierta al paso
de tuito gaucho derecho.
                                  (13/06/1973)

PUENTE VIEJO


Viejo puente de madera
que triste jue tu destino,
ya no unís más el camino
como años atrás lo hicieras.
A tu izquierda una tapera…
a tu derecha un cardal,
mirán con silencio igual
a tu figura quebrada,
sobre’l arroyo inclinada
como en un rezo final.

El tiempo quizo borrarte
de tu lomo los rodao
porque’l trajín ha cesao
de los que solían cruzarte;
el yuyo vino a trenzarte
un poncho de verde olvido,
y solo uno que otro ruido
de las nutria’en el arroyo,
quiebran el silencio crioyo
en el que te hayás sumido.

Hoy de a cabayo, he yegao
hasta tu lao pa’ mirarte,
y un momento acompañarte
en tu presente cayao;
en tu hosamenta sentao
oservo el tranquilo lecho,
del arroyo que’n su pecho
acuna los camalotes
que balanceando sus brotes
se van “pa’l Plata” derecho.

El arroyo vivoreando
se aleja del Puente Viejo,
tajeando el verde parejo
del campo que va cruzando.
Me levanto y caminando
voy a mi pingo a montar,
y al momento de’stribar
echo un’última mirada…
a esa figura gastada
que’l tiempo se ha de yevar.
                                         (09/05/1972)

martes, 30 de octubre de 2012

TRÍPTICO GAUCHO A UN AMOR CORRESPONDIDO

Tranco 1


Le viá cantar -ya sabe-, como pueda,

pero ha de ser pa’usté, todo mi canto

que anque no soy zorzal, de tanto en tanto,

entretejo una endecha que la enrieda.


Ya no me siento potro. Nada queda

del ansia salvajona que’ra encanto

de hacer jareta las cruces del quebranto

y echar corriendo, el dos, cuando se rueda.


Me ha sosegao… su cara… su figura,

lo dulce de sus ojos, la mirada,

y ese andar cimbriador de tal lindura.


Ya ve… m’he arrocinao… como si nada.

¡Si me tiene embramao con la ternura

de’sa su donosura inmaculada!

Tranco 2

¿Ve usté mi “moro”, la que ayá me’spera…?

Pues sepa que dende aura es “su patrona”,

la moza vivaracha y querendona

que ha de yenarlo ‘e mimos, salamera.


Se me hace ya que a la potranca overa

los cueros l’he de echar, porque’s lindona

y ha de ser “la de andar” de la Ramona,

diabla pa’ enhorquetarse, ¡muy campera!


Ya falta poco pa’ entibiar la cuja

y hacer crujir los güesos, de cariño,

sabiendo que’s amor lo que se’struja.


Si hay un amanecer al que me ciño,

hay un mañana que a soñar me’mpuja

y habrá futuro… que será pa’ un niño.

Tranco 3

Este’s su rancho “Niña”, el que le dije

qu’he levantao feliz, sin que me cueste,

ande tan solo falta que usté apueste

ese don de mujer, que a más la esije.


Pa’ que su fina mano lo emprolije

al frente, le puntié la tierra agreste

pa’ que’n flores de rosas y celeste

tenga un cantero que la regocije.


(Y así pasó nomás. Tal lo refiero.

Vide’l jardín… y el rancho florecido

y al “moro” abichocarse’n el potrero.


Tuvo el patrón, tropiya pa’ un envido;

eya tuvo seis hijos, seis ¡te quiero!

¡Un puro y crioyo amor correspondido! )

                                                                       (6/09/2012)

lunes, 22 de octubre de 2012

A LUIS MARÍA LAURENCENA


A la memoria del querido “Vasco” que falleciera en 1978

Como un tizón trasfoguero
que se consume en su brasa,
se me apagó tu crioyaza
presencia de compañero.
Te había pialao lo campero,
te había amadrinao la tierra,
con la beyeza que’ncierra
nuestra costumbre paisana,
pero en edá muy temprana
el destino te destierra.

Solo una cosa segura
hay una vez que nacemos,
y es que algún día rumbiaremos
de’ste pago, a otra yanura.
En tus amigos perdura
tu imagen, “Vasco” güenazo.
Jue cimbrón de todo el lazo
que hace temblequiar la mano
saber que siendo temprano
se avecinaba tu ocaso.

Será que pa’ndar camino
hacía falta algún resero,
¡y que mejor que un surero
pa’ repechar el destino!
Mirá hermano, solo atino
a decirte con voz plena,
que anque tu ausencia me apena,
mientras esista un fogón,
latirá tu corazón
¡Luis María Laurencena!
                                        (18/02/1980)

lunes, 1 de octubre de 2012

A UN CRIOYO VIEJO

Güen domador y resero
Nicanor Mauro Galván,
de’sos hombres que se dan
no en tuitos los entreveros.
De una sola pieza, entero;
como criollo: ¡servicial!
Se me hace que del corral
por la tranquera lo veo…
y m’eriza un cosquiyeo
con su ricuerdo cabal.

Chiripá bayo listao
y un saquito corralera,
su indumentaria campera
con resabios del pasao.
Un sombrero requintao
sujetaba su melena,
una daga de las güena’
le hacía cruz en la cintura;
botas negras, caña dura,
y la mirada serena.

Ni bien despuntaba el día
-dispués de cimarroniar-,
el rancho solía dejar
y al rato nomás golvía.
Con un pingo se venía
como pa’ tenerlo a mano,
costumbre de’se paisano
que nunca amansó a palenque
y no abusó del rebenque
pa’ sacar un pingo sano.

Que había sido montonero
se sabía comentar,
mas él, nunca quiso hablar
de aqueyos tiempos primeros;
pero en cambio ponía esmero
pa’ dar un sano consejo,
ya que había yegao a viejo
y el domar era su cencia,
nos volcaba la esperencia
de crioyo sabio y parejo.

Con ochenta inviernos largos
echó el último suspiro,
sobre el talón hizo un giro
y jue a cumplir… “ese” encargo.
Pa’ mi jue un momento amargo
el que tuve que pasar,
y hoy lo suelo ricordar
con mi respeto mayor,
al resero y domador
Nicanor Mauro Galván.
                          (31/01/1976)

domingo, 23 de septiembre de 2012

MIRÁ, HERMANO...

1
Aprovecho la ucasión
que yueve juerte y tupido
pa’ escrebirte de corrido
esta carta de un tirón;
ayer cuasi a la oración
jué que se largó a yover
y hoy, cuando pa’ recorrer
me había levantao temprano
era tanta el agua hermano
que cambié de parecer.
2
Yo sé que has visto yover
en destintas ucasiones
pero acá estos chaparrones
mirá, ¡son cosas ‘e no creer!
El campo a mi parecer
está como una laguna
y si bien era oportuna
algo de agua, sigún creo,
esto ya pinta pa’ feo
y solución, no hay denguna.
3
Ya que estamos te anoticio
que de los “moros” que’ntablo
uno me salió muy diablo
de’spantarse hasta por vicio,
pero a pacencia y oficio
se me tendrá qu’entregar
y es al punto ricordar
que la madrina puntera,
es aqueya “pampa overa”
que vos supiste amansar.
4
Entre otras cosas t’esplico
que mama anda guapa y juerte
y ni siquiera eya alvierte
sus ochenta años y pico;
ya mi muchacho más chico
suele recorrer conmigo,
y muchas veces le digo
que pa’l basto sale a vos
que juiste dende precoz
más pegajoso que un higo.
5
Acá el chaparrón no escampa,
el temporal nada amaina
y en lo oscuro desenvaina
un rejucilo su estampa;
ya el arroyo es una trampa
pa’l qu’enderiese a cruzarlo,
si hasta de solo pensarlo
se me pone áspero el cuero…
(y endispués del aguacero
yo viá a tener que vadiarlo).
6
Güeno hermano, la misiva,
con mis saludos concluyo
descontando que lo tuyo
galopea viento arriba.
Disculpá que no te’scriba
con una mayor frecuencia
pero es que a veces, pacencia
me falta pa’ los renglones
que se me antojan güeyones
pa’ lo escaso de mi cencia.
7
Y ansí de vos me despido
con mi abrazo más caliente
y el afeto de mi gente
que te ricuerda tupido.
Si bien mucha agua ha caído
la “Mensajería La Estreya
sabrá repechar la güeya
y ansina a la brevedá
las carta te yegará
de tu hermano, Lauro Aveya.
                          (7/10/1982)

VIENTO


A José Mayo (P.e.P.e.) Cipolla
 Trajina a su antojo castigando el viento
zamarriando aromos, sacudiendo acacias,
hamacando talas… ¡Si a las cina-cinas
hasta el mesmo suelo, por áhi, las agacha!

¡Prepotente, el taura soplador sin asco!
¡Mandón sin recules, pa’ cumplir su gusto!
Si de puro macho, nomás, de un soplido
en los bañao’ tumba las mata de junco.

Hoy de tardecita, al golver pa’l rancho,
comenzaba a’lzarse de su nido oculto
y arriando unas nubes blancuzcas que había,
dejó el cielo limpio, que a poco, jue oscuro.

¡Malaya, po’el pobre que hoy tienda en el raso
las matras y el basto pa’mansar un sueño!
¡Si ni en un bendito hayarán riparo
los crioyos que deban tender bajo el cielo!

¡Gran siete! ¡Barajo, que’s taimao el viento!
Vi a los pastos puna tenderse en la tierra,
doblarse vencidos ante su prepiada
como quien se postra pa’ pedir clemencia.

Pero son ansina, de puro sufridos
estos pastos puna de’stos campos pobres,
y en cuantito acabe su soplo el Pampero,
dispacio, sin ruido… se levantan nobles.

Son como esos pobres que aguantan a veces
injusticias varias, pa’ ganar sus riales,
bajando los ojos, cerrando las manos,
pa’ que ayá en su nido no se gane l’hambre.

Y güeno… ¡que diantres! Yo adentro del rancho
tengo mi riparo, mi fogón, mis cueros,
y anque vivo solo… no criban mis carnes
las chuzas filosas que enarbola el viento.

Ya la noche taya con sombra en las sombras
y aquí al lao del fuego de mi fogón crioyo
me tiendo en el catre, con matras me cubro,
mientras topa el viento, mi rancho, a lo toro.

Que siga ese maula con su prepotencia
gastando sus juerzas, cansando su empuje,
que elegí yo mesmo cumbrera y horcones
porque hacerlo juerte ¡muy juerte! dispuse.

¡Pobre las cachirlas, pobres los chingolos,
los jilgueros, mistos, torcazas y horneros!
Es cierto que’s sabia la madre natura
pero igual es cierto que la pasan fiero.

Ya está y no hay rimedio. Que siga silbando
solitario el viento su pesar antiguo,
que no hay mal pa’ siempre pues tuito se acaba,
y este viento taura… ¡ya será suspiro!
                                                        (2/05/1981)

domingo, 9 de septiembre de 2012

TUBICHAMINÍ

Cuando pisó Garay tus criollos lares
tomando posesión por su ‘monarca’,
la agreste soledad de tu comarca
ignota tribu secular poblaba,
y el cacique que la gobernaba
a su modo tribal, era el patriarca.

Dos mil indios de lanza más la chusma
tenía el pueblo de la nación pampa.
Su espectro por la zona aún acampa
y quizás mi recuerdo le salpique
a Tubichaminí, que fue el cacique,
la prestancia cobriza de su estampa.

Sometido por armas o palabras
(a sable y mosquetón... o a crucifijo),
todo el pueblo, de Dios, pasó a ser hijo:
primero ‘reducción’... Después ‘curato’...
Hasta que sabe Dios -no existe el dato-
el tiempo se llevó lo que bendijo.

¿Qué habrá sido de Tubichaminí?
¿De su pueblo diezmado... qué habrá sido?
¿O es que a pesar de haberse sometido
los tragó la ambición de la conquista?
Quizás que hoy al mentar, paso revista
de algunos hechos que tronchó el olvido.

¿Dónde andarán tus huesos, mi cacique...?
¿De tu pueblo diezmado... qué habrá sido...?
                                                            (1982)

VASCO


Ah Vasco, que decisión
la que tomaste aquel día!
Demuestra tu valentía
y también tu tozudez:
¡mirá que adentrarse, pues,
al sur de’sta tierra mía!
  
Dicen que de’so han pasao
los años de muchas vidas,
y que las gentes sufridas
que al Vasco lo acompañaban,
eran crioyos que ya andaban
de soldao, en las partidas.
  
Los más, marchaban al “dos”,
-pocos gastaban cabayo-
y sobre un dato me esplayo
porque’s justo que lo mente:
diba el campo, entre su gente,
repartiendo sin desmayo.

Es que a estar en su opinión
la tierra no tenía marca,
y lo que a su paso abarca
-que’s mucho y de lo mejor-
en nombre de su “señor”
con pacencia lo demarca.

 Ansina, cuentan yegó
a las costas de la mar;
dispués debió regresar
pa’ una ciudá muy galana;
y como “Vaye ‘e Santa Ana”
dentró este “pago” a sonar.

Nunca más golvió aquel hombre
a esta tierra antigua y güena...
dicen que murió de pena
ayá por el Paraguay.
aquel Vasco... ¡Juan Garay!
te descubrió ¡Madalena!
                                          (1983)

sábado, 8 de septiembre de 2012

INDIO DE LANZA


Como una visión pasada
que dende’l ayer me alcanza
veo el coligüe de la lanza
con plumas, empenachada.
Lo serio de una mirada
indio, me obliga a pensar,
y en mi pensamiento andar
pa’ brindarte con acierto,
mi ricuerdo anque estés muerto
porque te debo un cantar.

 Aquel noble valor tuyo
defendiendo la querencia,
solo afluejó a la inclemencia
del jusil, sigún intuyo.
No se doblegó tu orguyo
y en una carga suicida
vendiste cara tu vida
antes que’ngriyarte a un cepo,
porque a mi ver, ¡ni de prepo!
tu lanza cayó rendida.
  
De cada pampa valiente
que abonó este crioyo suelo
se prendió en el aire’l güelo
de su imagen propiamente.
Por eso que ridepente
hoy noto tu aparición
como histórica visión
que me viene a ricordar,
que del indio jue’l lugar
ande hoy armo mi fogón.

Te puedo ver de a cabayo
en un overo galán
y que los dos viendo están
mi priesente de soslayo.
Por eso que pronto rayo
mi verso más parejero,
por tu estampa, por tu overo,
por tu yano y por tu gloria.
¡Pues lo cierto de la historia
quiero sepa el mundo entero!

 Es cierto que maloquiaste
a tu gusto y discreción
pero antes una invasión
d’estranjeros soportaste,
y si al principio afluejaste
¡por asombro! y no temor,
dispués mostraste valor
y en lucha, por muchos años,
enfrentaste sin engaños
a’quel que jue “tu invasor”.

 A vos te venció el progreso
y no el valor pecho a pecho:
la bala, anque grande’l trecho
te dio con juerza su beso.
Se sangreó tu cuero grueso
curtido viviendo al raso,
y si reculó tu paso
en defensiva bataya,
¡ni un jeme cedió tu agaya
en la línia del ocaso!

Tu presencia, indio guerrero
-con la libertá de istinto-
en mi crioyo verso pinto
por verte de cuerpo entero:
Bien montao sobre un overo
que’s calzao de pata y mano,
de grueso poncho pampiano,
chiripá y bota de potro,
hacia vos (o a cualquier otro)
estiendo mi brazo: ¡hermano!

                                         (27/03/1982)

miércoles, 29 de agosto de 2012

DE'NTRE CASA

La Josefa del jagüel
güelve trayendo agua fresca,
y al gato que quiso gresca
un perro saca al tropel,
encarnizao y sin yel
lo atropeya hasta una cina;
atrás queda una gayina
que amontona con desvelo
los poyos que’n el regüelo
le’spantó la tremolina.

Yo estoy tusando el gatiao
abajo’e la acacia vieja
en la que una comadreja
no hace mucho había anidao;
¡gran pucha, si habré lidiao
pa’ encontrarle el escondrijo!
De yapa, con varios hijos
y áhi morir, jue su destino,
porque’s un bicho dañino
asigún yo lo colijo.

Por la tranquera ‘el molino
el menor de los muchachos
en un zaino vivaracho
viene acortando camino;
como un plumón blanquecino
trái el guardapolvo suelto,
la escuela ya lo ha degüelto
de su deber mañanero,
porque a más de ser campero
el saber lo hará resuelto.

El corderito criao guacho
pidiendo más leche bala,
pero… la angurria por mala
puede acercarlo al empacho;
travesiando tumba un tacho
al lao mesmo de la troja,
un ganso que se le enoja
a los grasnidos protesta,
¡…y el gatiao… como pa’ fiesta
por lo arreglao, se me antoja!

Que la comida está lista
ya me avisa la patrona,
esa crioya querendona
que’s el candil de mi vista;
no hay corazón que resista
la dulzura de los besos
que dan esos labios gruesos,
y mientras tranqueo pa’l rancho,
de orguyoso me siento ancho
por mis dos hijos traviesos.
                                      (22/10/1981)

domingo, 26 de agosto de 2012

PA' LAS FIESTAS MAYAS



















¡ Lindo lujo Don Aldao
pa’ un argentino ‘e su laya
dirse “pa’ las fiestas mayas”
con el pingo bien tusao !
Usté es hombre delicao
y arregla con mucho esmero;
claro que’s lujo campero
y porque’n eso es baquiano,
su habilidá de paisano
luce’n cualquier entrevero.

Animalito juicioso
mansejón pa’ la tijera,
¡ sí parece que supiera
que usté’s muy habilidoso !
El ojo largo y briyoso
mira ande quedó el morral,
y a los granos que un casual
se han refalao de su boca,
a las gayinas les toca
ponerles punto final.
  
Lo ha tusao de cogotiyo
y como pa’ terminar
lo estoy viendo emprolijar
del tustús hasta el martiyo;
por eso armao de un cepiyo
le da un repaso final;
y en atitú... prudencial,
por ser hombre muy paisano
sobre’l brazo, tiene a mano,
el cabresto del bozal.
  
Habla la pilcha pobrona
de su condición modesta
pero eso es suma y no resta,
pa’ su correta persona.
La tijera antes chillona
ha cayao aura su son,
y pa’l cumple ‘e la Nación
al dir “pa’ las fiestas mayas”,
lucirá Aldao sus agayas
¡con la mejor condición!
                                            (08/09/1982) 
(Este verso mereció un 2º Premio en el Certamen "Defendamos lo Nuestro", en Villa Cura Brochero, Córdoba, en 1994, y es una interpretación libre de la obra de Eleodoro Marenco que se muestra al principio)