viernes, 19 de julio de 2013

AMISTAD

Por el 20/7 y como un afectuoso saludos a todos aquellos que habitualmente visitan estas páginas

Mi amigo: dicen que hoy es
tu día en el calendario,
pero para mí, a diario
es tu día, bien sabés;
no necesito que estés
a mi lado, consecuente,
ni necesitas, me siente
a tu lado a cualquier hora,
que la amistad es aurora
de amanecer permanente.
                                     (25/05/94)

(Del libro “Diciendo en Décimas", de 1997)


lunes, 15 de julio de 2013

FIESTAS PATRONALES

                          Como un humilde homenaje a
                          Don Omar Javier Menvielle, y
                          -salvando las distancias-
                          en el estilo de sus “Romerías”
1
Viera Usté Don Pantaleón
los “Festejos Patronales”,
nunca vide otros iguales
¡con tanta gente en montón!
De tuita la condición
se’ncontraba el paisanaje,
ni le cuento del hembraje
¡bendito el mujererío!,
si era como un desafío
cuando no había quien ataje.
2
Vide a ricos estancieros,
mensuales y esquiladores,
a piones y domadores,
mayordomos y reseros,
en destintos entreveros
misturaos en forma grata,
y anque la gente sensata
conviersaba más formal,
…no faltaba el que algún pial
le volcaba a una mulata!
3
Cuando al pueblo me acercaba
al galope en mi “tostao”,
lo cruce a Isidro Salgao
con su mujer Blasa Aldaba;
el sulky se destacaba
y le daba cierto briyo
el braceo del “doradiyo”
-un animal muy airoso-
que hacía sentir orguoso
al capataz de “El Membriyo”.
4
Ayá cerca’e la Estación
se dejaban los carruajes
y mostraban los pelajes
sudao, más de un mancarrón;
áhi desató su vagón
chicuelón, de cuatro ruedas,
“El Vasco” Inacio Barredas
con su mujer y sus hijos,
y los “tubianos” prolijos
ató bajó la arboleda.
5
Desensiyé mi tostao
en lo’el compadre Barraza
y salí rumbo a la Plaza
yo también entusiasmao.
Revolotiaba apurao
frente al hotel, el gentío;
retozayba el chiquerío
entre empujones y abrazos,
no faltando unos porrazos
y de pelea un desafío.
6
Más yo, con trancos parejos
seguí apurao por yegar
p’ande debían comenzar
en un rato, los festejos.
Ya a la cuadra, dende lejos
-de la Plaza en una esquina-
divisé la estampa fina
de’se mástil endiablao
que’s ¡el palo enjabonao!
que siempre en risas termina.
7
Había junto a los senderos
que atravesaban la Plaza,
puestos con ventas de masas,
fruta y pasteles caseros;
pero ande vide entreveros
y pujas muy peliagudas
-porque la gente menuda
armaba lindos regüelos-
¡era en el de caramelos,
Don Pantaleón, y no hay dudas!
8
En sitios improvisao
había puestos que ofrecían
juegos de suertes, que hacían
a pocos… afurtunao;
pero yo, ya entusiasmao
me dije: “-No hay quien no pueda”
y en bien numerada rueda
decedido jugué al ocho:
¡y alcé un paquete’e biscocho’
y un pañuelito de seda!
9
La cuestión, que amontonada
igual que’l refrán aquel…
la gente andaba en tropel
lo mesmo que una manada.
Sonó la salva anunciada
con no sé que cañonazo,
cuando oservé que un abrazo
como protegiendo un susto,
le pegó Ciriaco Busto
a la hija de Andrés Randazo.
10
¡Ahijuna! zonzo el crestiano
pa’ ricostar la osamenta,
¡si hasta la moza contenta
le agarro un brazo al paisano!
Endemientras, soberano,
el pabeyón contra el cielo
se hamacaba en suave güelo
ricordando a los priesentes
que la Patria está latente
en los festejos del suelo.
11
Hizo un silencio la gente
cuando entró a tocar “la banda”
a la que con señas manda
un hombre parao enfrente;
rejucilan mesmamente
los estrumentos briyosos;
soplan sin  parar los mozos
como pa’ embolzar el aire,
y uno, con mucho donaire
gólpia dos platos ruidosos.
12
Con marchas, Don Pantaleón,
aqueya “banda” rezonga
pero denguna milonga
tocaron en la ucasión.
Gritó uno del montón:
“-¡Ya viene la comitiva!”;
algo de “la juerza viva”
comentó un entendedor,
y al frente, “muy si señor”,
un fraile de negro, diba.
13
Hablaba el hombre pa’ tuitos
en lengua estranjis, carculo,
o de no yo soy muy nulo
porque no le’ntendí un pito.
Lo seguía un muchachito
y atrás cuatro mocetones
que alzaban sobre tablones
la Virgen, con devoción
siguiéndola en procesión
el pueblo sin distinciones.
14
Me descubrí rispetuoso…
si hasta dije algún “amén”,
y ansí carculo también
lo hizo el público juicioso.
Le daba un marco vistoso
y a mi rilato lo enanco,
con el guardapolvo blanco
de la Escuela, los gurises,
anque serios, muy felices,
en fila sin dar ni un tranco.
15
Continuó la precesión
ande la fé se entrelaza,
pegó la güelta a la Plaza
y en la Iglesia hubo sermón.
En su incansable trotón
el sol, buscó el mediodía,
ya la gente se golvía
procurando ande comer,
y yo lo mesmo juí a’hacer
a la Fonda’e Lastarría.
16
Me los topé en el camino
y áhi mesmo nos relinchamos,
a Indalecio Bejaramo
y a Alejo Saravia, “El Chino”;
nos convidamos un vino
que a la amistá corresponda,
que tomamos en la Fonda
-ese boliche pueblero-
antes de’ntrarle al puchero
y en una mesa redonda.
17
El puchero de gayina
estuvo en verdá sabroso
pero uno come goloso
y la yenura domina.
Dende una mesa vecina
salió armando zafarrancho
un gringo grandote y ancho
que algo se olvidó encerrao
porque’ntredijo apurao
que: “se’iba a largar los chanchos”.
18
Rebalsaba de camperos
la Fonda de Lastarría
porque’l pueblo pa’esos días
toma aspeto de hormigueros;
vecinos y forasteros
se apiñan por tuitos lao,
y asigún León Alvarao
que se ganó en lo del cura
dijo que’ra una locura
el almuerzo organizao.
19
El que le nuembro, Alvarao,
-puestero de inglés rico-
discutió con un melico
que lo trató de zafao.
Áhi mesmo el uniformao
peló de un golpe el latoso
y León, que no es perezoso
y no es pavo con moquiyo,
volcó la diestra al cuchiyo
y emponcho el zurdo afanoso.
20
La sangre no yegó al río
porque’l Vasco Garmendía
l’hizo ver al policía
que’staba de más el lío;
al prencipio, medio frío
los hombres se conviersaron…
Endispués se disculparon
y pa’ olvidar las rudezas
tomaron unas cervezas
y al fin, ¡si hasta se abrazaron!
21
Por un costao de la Plaza
temprano se dio prencipio,
de armar frente al Municipio
un arco que ayí s’emplaza.
La fiesta se hizo crioyaza
y pa’ que bien se colija,
la paisanada -prolija-
disputaba entretenida
en una forma reñida
la corrida de sortija.
22
Largaban cada pasada
dos paisanos, juertemente,
que buscaban propiamente
la’rgoyita tan desiada;
quién la sacaba ensartada
golvía levantando el brazo,
mientras que’n el aire trazo
de polvadera quedaba,
y a los sombreros blanquiaba
esa tierrita del caso.
23
Se ráiban chicos y grandes
al ver que Hilario Sampayo
se le arrastró fiero el “bayo”
que compró a Lauro Fernández;
hubo corridas, desbandes,
y al dar contra el poste Hilario
lo revivió el boticario
bajo el arco, mesmamente,
mientras que al “bayo”, un agente,
yevó pa’ lo’el Comesario .
24
Se ganó el premio que había
un tal Faustino Espinel
-de la Estancia “San Miguel”
sigún le oí que decía-;
supo el hombre con baquía
hacerle punta al puntero,
y es que anduvo tan certero
que habiendo sacao dieciocho
al lápiz lo dejó mocho
por ser tan güen sortijero.
25
En las mozas camperonas
o en las paquetas puebleras
se ditinguían las mañeras
y aqueyas más querendonas;
yo vide a una retacona
de tipo pampa, más bien,
que’l “ Pardo” Juan Cruz Belén
yevaba de la coyera
buscando rumbiar ajuera
…como pa’ tomar el tren…!
26
A un mocito chicuelón
de mucho traje pueblero,
le pegó un reto severo
la viuda de Juan Rolón.
El pícaro mocetón
le quiso ronciar la hija
y la vieja, la clavija
le apretó firme en lo suyo,
“porque su hija era capuyo
pa’ tamaño sabandija”.
27
Se jué acercando la noche
hacia el fin de las sortijas,
el cielo abrió sus rendijas
y la luna puso el broche.
Y pa’aumentar el derroche
de estreyas con colorido
el cielo se vio invadido
con los fuegos de artificio
y yenó el aire el buyicio
de tanto cuete encendido.
28
Salían volando ligero
las luces dende unos caños
y ayá arriba hacían rebaños
en colorido entrevero.
Aplaudía hasta el más matrero,
se ráiban muchos paisanos,
escarceos muy baquianos
por tuitos laos se veían
porque del cielo yovían
gotas de luz como granos.
29
Al dir mermando las luces
se desbandaba el gentío
no faltando en lo sombrío
los encontrones y cruces;
unos palmiando… los tuses,
otras más serios, del brazo,
diban rumbiando su paso
los más, pa’ prienderse al baile,
y ayá por la Iglesia, el fraile,
andaba a los companazos.
30
El baile más señorial
con imponente presencia
se aprontaba en la Intendencia
…el otro en: “La Ación Social”.
En entrevero fatal
se misturaban parejos
los jóvenes y los viejos,
los perjumao… y algún otro
que sudador como un potro
hacía jruncir entrecejos.
31
Don Pantaleón, viera usté
que’n antes lindo bailaba
como la gente polquiaba
…si hasta yo me’ntreveré!
y en un valse me largué
del brazo de la Juliana
-la hija de Marcial Santana
tambero de “San Santiago”-
y en verdá que jué un halago
dar güeltas con la paisana.
32
Como carro por güeyones
al compás de una ranchera
diba Ataliva Aguilera
haciendo ráir los mirones.
Relinchaban los varones
las mozas sin compromiso,
que a la espera de un aviso
con algún leve sonrojo
miraban de rabo de ojo
si les daban el permiso.
33
El aire se ponía espeso,
la polvadera abundaba,
pero denguno afluejaba
agarradito a su güeso.
Más de uno quedaba tieso
por un eseso de alcohol
y a pura luz de farol
de un color amariyento,
le pegó el gentío contento
hasta que naciera el sol.
34
Al volcar el sol sus briyos
se iba raliando la fiesta,
ya cabeciaba la orquesta
y dormían varios chiquiyos;
como corral de noviyos
‘taba rastriyao el suelo.
Pa’ un gran baile… ¡gran regüelo!
naides lo dude, por cierto,
y ajuera los más dispiertos
ataban pa’lzar el güelo.
35
Y salían como en cuadriyas
los sulkys y jardineras,
hasta chatas, usté viera,
también carros… y tropiyas!
La gente se había hecho astiyas
en términos generales,
y al decir de unos casuales
que daban su parecer,
¡tuitos pensaban golver
las prósimas Patronales!
                                     (3/1982)