lunes, 17 de febrero de 2014

COMO IMAGEN DEL PASAO

Lo vide salir al campo
patriarca de cuerpo entero
como a campiar el pasao
en los pastos del potrero;
el pingo bien ensiyao
como brindando un ejemplo
que con interés contemplo
porque pa' mi es su legao.

Bien sentao en el recao,
anque algo encorbao de lomo,
yeva, más que por lucirlo,
un lazo que con aplomo
sobre'l pucho sabrá abrirlo
y en las guampas de un vacuno
en el momento oportuno
con certeza habrá de uncirlo.

Ensiya al estilo antiguo:
recao largo con carona,
porque anque pasen los años
la costumbre no abandona;
usa de lindo tamaño
crioyo rebenque de argoya
que's en su mano una joya
y un pedacito de antaño.

Cáida, el ala del sombrero
le está ocultando las vistas
que andan buscando el ayer
y hacen que aún hoy resista,
           que aún se lo pueda ver:
           paisano de pie a cabeza,
           de muy probada entereza
           y de campero saber.

 Y al yegar al cañadón
-entre islotes del uncal-
parece un viejo caudiyo
dando la arenga final
a los de lanza y cuchiyo...
Pero quiebran el ensueño
los pájaros lugareños
que andan en los durazniyos.

 Noto que arrea los ricuerdos
de mil historias vividas:
de cuando andaba'e resero
por güeyas desconocidas;
de cuando era tropiyero,
güen jinete y domador,
soguero como el mejor
y en la sortija  ¡ primero !
  
Como imagen del ayer
lo sigo mirando atento
mientras campea su pasao
que güelve'n ancas del viento
pa' alegrarle'l  del costao.
Lo vide dir al potrero:
historia de cuerpo entero
que's pa' mi, como un legao. 
                                        (13/03/1980)


                                                                                             

A SOLAS

Tengo una herida interior
pior que puntazo de daga
la que perpetuarse amaga
y es la herida de tu amor.
Vos deshojaste la flor
nacida en mis ilusiones,
creo que no había razones
pa’ que ansí me maltratases
y los petalo’arrancases
rompiendo mis pretensiones.

Hoy ensiyé “el azulejo”
que’s mi mejor compañero,      
y al sentarme en el apero
vi en mi sombra la de un viejo.
Dispués al tranco parejo
queriendo tener pacencia,
me alejé de la querencia
sin volverme pa’ mirarla…
porque prefiero olvidarla
para olvidar mi dolencia.

Solo le pido al Creador
que me ayude a perdonarla;
ni siquiera voy a odiarla
…yo no sé odiar al amor.
Espero tener valor
para afrontar el destino
y andar de nuevo el camino
como hace años recorrí.
Si antes nunca me volví,
tampoco a volverme atino.

Voy mirando pa’delante
del horizonte la’nchura,
mientras el campo murmura
en su estensión de gigante.
Quizá otro rancho levante
de la pampa, en un rincón,
y yegada la ocasión
de dejar lo de’ste suelo,
quiero tener el consuelo
de no recordar su ación.

                                (19/06/1972)  

domingo, 16 de febrero de 2014

FOGONEANDO

Cuando yega la oración
anunciando el fin del día
cobra el monte algarabía
de pájaros en montón.
Mientras trinan su canción,
en la cocina, los piones,
novedades a montones
-resabios de su labor-
del fogón en derredor
comentan las situaciones.

Va recorriendo las manos
el mate que’ntona el pecho
y que deja satisfecho
el garguero’e los paisanos;
también de un chifle, baquianos
le hacen el gasto a la caña,
mientras un crioyo se amaña
pa’ sacarle a un encordao
un estilo, que’nancao
va a la voz que lo acompaña.

Dispués del estilo: un gato,
un triste y una milonga
y al asunto lo prolonga
un viejo con un relato.
Cosas que vivió hace rato
-asigún él mesmo esplica-,
historia que se salpica
con brillazón de “luz mala”,
que hondo en el gauchaje cala
y al ansia de saber, pica.

Queda en silencio la rueda
cuando se acaba el relato
hasta que uno muy sensato
su conclusión desenrieda;
pero antes que’l hombre pueda
poner en claro el asunto,
el asador pone’l punto
al decir entusiasmao:
“-¡Muchachos, ya está el asao,
dejen en paz al dijunto!”

La tensión se güelve risa
y hambre pa’ saciar, también,
y al istante tuitos ven
como el asao los hechiza.
Tizones en la ceniza
mantienen el frío alejao,
y ya un pioncito a’tracao
unos pedazos de leña,
que son del fogón la seña
pa’ que’l clima esté templao.

Güeno, de a poco la cosa
s’hizo quietú en el paraje
y sin apuro, el gauchaje
tendió cama y ya reposa.
En un cencerro retoza
la melodía de un barajo…
Hoy hubo yerra a destajo
dende hora muy temprana,
la que seguirá mañana
con diversión y trabajo.

                            (18/06/1977)

viernes, 14 de febrero de 2014

MI AMOR

 (Por el día de los enamorados... puede que a algún paisano le sirva)

¿Sabe China, que la adoro…?
¿Qué no l’he dicho… me dice…?
Prienda… no me martirice
¡si usté’s mi único tesoro!
L’he bordao con hilos de oro
en el ribete de un verso:
“mucho la quiero”, y el terso
mirar de sus mácuos ojos
me acaricia con sonrojos
mientras bajito convierso.
                                   (14/02/2014)
 Carlos Raúl Risso