martes, 8 de agosto de 2023

LAURIANO

 “Mire, Lauriano no está,

se marchó atrás de una tropa

con una muda de ropa

que’l viaje, largo será;

dijo: <Tres meses… quizá

tardemo’en yegar a Cuyo,

al trabajo no rehuyo

y me dará güenos pesos…>

Lo despedí con un beso

y pensé: ¡Diosito es tuyo!”

 

Güeno, dispense, señora,

inoraba lo del viaje,

pero sepa que le traje

algo que le’ntrego ahora;

supo asistir sin demora

cuando yo andaba empeñao

porque’n la feria, quebrao

quedé en una costalada

y sin trabajar pa’ nada

un tiempo estuve baldao.

 

Diba a vender la tropiya

que’s herramienta’e trabajo

y áhi Lauriano jue badajo

con un tañido que briya:

“Ya te priendo la presiya

de mi lazo, pa’ una cuarta,

que si mi amistá te’nsarta

a mi me’nsarta la tuya,

ansí que sin mucha buya

quiero estos riales compartas”.

 

Ayer vendí unos noviyos

y por eso ando chaludo

y bien sé, y pa’ nada dudo

que’s como mío tu bolsiyo;

que no resuene’l martiyo

tu tropiya, rematando,

el tiempo ha de dir cambiando

y el agua volverá’l cauce,

tu vida tendrá otro realce

y t’he de ver trabajando”.

 

Patrona ansina ya sabe

el por qué de mi visita,

y sepa, si necesita

que’stoy a su orden, si cabe.

Guarde’sta plata sin yave

y uselá si viene al caso.

Ya he de golver pa’l abrazo

cuando retorne’l paisano,

ese aparcero Lauriano

que supo asirme’n su lazo.

                         (07/08/2023)

 Carlos Raúl Risso E.-