jueves, 13 de marzo de 2014

GALANA

En el desierto lobuno
ande pastoreo mis penas
abrió una flor de azucena
pa’ sorpresa de mi ayuno,
y a ese blanco cual ninguno
que acoyara la pureza
va engarzada la beyeza
de quien -con postura firme-,
parece querer decirme:
“Mire que’sto… aurita empieza…”.

Y yo, qu’he sido ariscón
pal’ trato con las vecinas
y bagual pa’ las cocinas
ande’l mate es más dulzón,
vine a cáir de sopetón
como por un pial tumbao,
sin dolor, anque almariao
ante lindura tamaña
y el vaivén de las pestañas
de’se par de ojos tostao.

Y en la miel de’sa mirada
que me’mpalaga el sentido
me veo entablao, decedido
por madrina tan asiada.
¡Adiós! mi vida pasada.
¡Adiós! rancho solitario.
Mi’stinto de libertario
habrá de’ntrar en sosiego
pa’ dir apagando el fuego
del sentir más temerario.

Cepeda el apelativo
de la que yamo Graciana,
esa azucena galana
que aura me tiene cautivo.
Siempre un mate pa’l estribo
me’ntretiene en la partida
y una risita atrevida
me’stá invitando al regreso…
Y al “picazo”… de’sprofeso
lo palmea, mi prometida.
                             (13/03/2014)

sábado, 8 de marzo de 2014

AL PICAZO DE MENVIELLE


Allá por el '67, de boca de Francisco Chamorro conocí los versos de Menvielle, y entre ellos "El lunar de la tropilla" que se ganó hondo en mis sentimientos adolescentes.
Hoy, cerca de 50 años después, aquel recuerdo me inspiró estas décimas. 
Sepa disculparme, Don Omar Jota.
                                                             Carlos R. Risso

¡“Picazo” de mis ricuerdos
…cómo olvidar tu donaire?
¡Si eras de chairiarlo al aire
porque no eras nada lerdo!
Y si al tranquito me pierdo
por las güeyas de tu historia
me hace buya en la memoria
el tiempo pasao, por cierto,
porque podrás estar muerto
pero tu ayer es mi gloria.

Y si tuve’n la tropiya
un lujo pa’ mi trabajo,
juiste de la mesma un gajo
y “la flor”, “lunar” que briya.
Como escarciando en la oriya
del poblao, muy presumido,
un ricuerdo conmovido
te trái de nuevo al presente
pa’ que se almire la gente
que’n tu tiempo no te vido.

Cuasi me dentran cosquiyas
cuando aqueya yerra evoco
que un colorao nada tioco
medio quedó de rodiyas;
era un güen pingo de siya
pero vos eras mejor;
¡“picacito” superior
que tuve siempre de alhaja,
con vos no me jui a baraja
ni aún en el trance más pior!

Si habrá rejuntao sereno
el sobrepuesto y tu lomo
cuando vos, con mucho aplomo
nochiabas, mascando el freno;
dispués, por guapo y por güeno,
servicial, en forma franca,
sobre una bajera blanca
preparada de’sprofeso
tranquiaste airoso al regreso
¡con una china en el anca!

Hoy, picazo yo también
ya con el hocico blanco,
bichoco y medio lunanco
tengo en el ayer, mi edén.
¿Cómo olvidar el vaivén
de’se tu tranco lindazo?
Le busco al tiempo el retazo
en que’s “flor” de mi tropiya
¡el “picazo gargantiya”
que’s “zarco” del lao del lazo!
                                       (08/03/2014)