viernes, 25 de noviembre de 2011

CON EL MATE Y PROSIANDO

(Relato por Romancillo)

Pues viá ensiyar el mate
-aparecero y amigo-
sabedor de secretos
qu’entablé en el camino
y ha escuchao, sin sentencia,
cuanti más… un chistido;
…arrimador de calma
cuando el pecho, de arisco,
amagó un abalanzo
que se apocó en bufido…

Pues viá ensiyar el mate
-aparecero y amigo-:
¡mi viejo mate ‘e guampa
que trabajé a cuchiyo!
y que por legua’ y años
cabrestiando ha venido
de la cadena ‘e plata
que lo asujeta al cinto,
…la que’ngarzó el platero
dispués de aquel domingo
que gané las espuelas
jineteando a un invito…
Cuando a más del aplauso
y el abrazo de amigos
me topé’ntre las buyas
con sus ojos retintos
y esos labios carnosos
-en ceibo, florecidos-
que dijieron sonrientes:
“-¡Muy bien… lo felicito…!”
Y entré yo a redetirme:
¡que paisana, cha digo!
(Y anque dispués mi rumbo
desvié, pa’otro destino,
nunca olvidé su aroma
¡y es cierto lo que’splico!).

Y ya ensiyao el mate
-aparcero y amigo-
el pasao brota manso
y en ricuerdos revivo.
Si hasta lo vicho a Tata
cuando yo, gurisito,
me arrimaba al palenque
pa’ mejor recebirlo,
en que dispués de días
de andar campo y caminos
regresaba a su rancho
de resero sufrido.

(Y una vez -hace un tiempo-
sin ensiyar el pingo
se marchó… de seguro
pa’ un destino bien lindo).

¡Ta que se puso el humo
insidioso y ladino…!
Ha de ser que ha pegao
el “pampero”, un soplido…

Ta calentita l’agua
y el mate’s como abrigo
pa’ emponcharlo por dentro
al hombre más marchito.

Y un ridepente a Mama
me parece qu’he vido
trajinar -sin cansancio-
con su pila de oficios:
que ordeñar la lechera,
que la quinta, el carpido,
recorrer las nidadas,
darle leche al guachito,
coser, surcir la ropa,
sobar el amasijo,
atender los malvones
… y lidiar con los chicos.

De áhi que con muchos años
-y hace de’sto un tiempito-
se l’ha yevao mi hermana
qu’en un pueblo vecino,
vive por las ajueras
en un rancho prolijo.

Lo viá bostiar al mate
pa’rreglarle los bríos
que si el prosiar es largo
¡bien que lo necesito!
(Mas no sé pa’ que le hablo
si ya lo sabe tuito…).
¡Mi viejo mate ‘e guampa!
-aparcero y amigo-
que ha cruzao con mi vida
mil parajes y sitios.

Hay momentos que pienso
y me quedo contrito:
¡no tocar la guitarra
pa’ rumbiar un estilo…!
Cuantas cosas se pueden
-entonando bajito-
descargar dende adentro
pa’ quedar más vacido…

Siempre a lomo ‘e cabayo
trabajé. Y está escrito
de que’l hombre campero
pa’l cabayo ha nacido.
Mensualié’n las estancias,
jui boyero -de chico-,
y resero sin pausa
taloniando al destino.
¿Qué no hice a lo crioyo?
¿Qué trajín no he sufrido…?
Mas… en pasando el tiempo
se ata el hombre a su sino.

Y aquí estoy, junto al fuego
en brasas convertido,
echándole un cuenta
al pasao siempre vivo;
entreviendo las luces
de’sos ojos retintos
y esos labios carnosos
-en ceibo, florecidos-
que marcaron mis días,
mi güeya… mi destino…
Suerte que tengo el mate
-aparcero y amigo-,
el viejo mate ‘e guampa
que por siempre ha venido
cabrestiando a mi tranco
por destintos caminos,
de la cadena ‘e plata
que lo asujeta’l cinto…
……………………….
(27/08/1990)

No hay comentarios:

Publicar un comentario