sábado, 19 de mayo de 2012

MANSO CORAJE


Nunca le busqués a un manso
ande tiene l’aspereza
qu’eso es al fin tan torpeza
como tirarse a un remanso.
Rispetale su descanso
al que’sconde la guapeza.

No te fiés si al manso, un día,
lo corrés con l’alpargata,
ni festejés la bravata
con despechada osadía…,
no sea cosa que’ntuavía
bailés vos en una pata.

No tratés a “que me importa”
al que siempre su lugar
ocupa sin molestar
y sin molestar soporta…,
que cuando el lazo se corta
castiga hasta lastimar!

Hombre manso que s’eriza
-como fiera acorralada-
vomita por la mirada
la juerza que moviliza,
y lo que pintó a “paliza”
puede ser banca copada!

“Cada lechón en su teta
es la manera ‘e mamar”,
supo Fierro refraniar
en una espresión concreta:
¡nunca te vayás de jeta
por el solo hecho de hablar!

No maltratés porque sí
ni menospreciés altivo
que no es más, creerse más vivo
picante como el ají,
que a más de un bocón yo ví
de a pié al pisar el estribo.

Por eso a un manso, a mi ver,
¡no le cargués la romana!
Quizás sea una macana
tronar… que si entra a yover,
sin encerao, puede haber
mojadura soberana!
(21/04/1993)

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