viernes, 18 de mayo de 2012

LOS SESENTA


No sabe’l tiempo de urgencias
y el reló, que tiqui-taca;
y a mi se me van los años
y sin hacer alaraca.

Se cumple aunque no se quiera…
porque’l tiempo no se olvida,
que sale y el sol y se pone
y nos va sumando vida.

Que veinte, treinta, cuarenta
y la cosa se desgrana,
y sin darnos cuenta acaso
nos van blanquiando las canas

Amalaya! con la vida
que por sumar no se asienta.
Yo quisiera tener veinte
pero ya tengo sesenta.

Es claro que hay esperencia
y otros saberes concibo
pero… pa’ndar a cabayo
debí alargar el estribo.

Y al baile me arrimo poco,
que los güesos no acompañan,
y en cuestión del mujerío
ya las vistas se me’mpañan.

Y la vida ha de seguir
y yo he de seguir viviendo,
hasta… que la propia vida
me haga a un lao, y se’sté riendo.

Mas los pesares atuales
me tráin de tranco cansino;
como subiendo un repecho
se hace pesao el camino.

Pero no m’he de’ntregar
ansí nomás porque sí
y de seguir firme’l triyo
siempre al modo en que viví.

¡Ahijuna m’he de achicar!
(más de lo que me achiqué),
y si cumple años la vida
yo también los cumpliré.

Cuando los años se suman
se aclara la entendedera
y enriquece la sesera
porque’l saber nunca abruma;
pero al que supo ser pluma
por muy ágil y liviano,
se le’ndurece’l tutano
y cruje en las coyontura’…
¡Ta que no es poca aventura
cumplir 60, paisano!
                                (15/05/2012)

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