jueves, 5 de septiembre de 2024

POR LA MANADA

 A la cáida'e la oración

yevaba andao güen camino

acercándome al destino

anque quedaba un tirón.

De noche jue la intención,

aprovechando la fresca,

d'irme hasta el campo de Iyesca,

ande aquél había avisao,

que unas yegua’había encerrrao

hasta que’l dueño aparezca.

 

Una noche de tormenta

que'l viento pechó tupido,

jue que arrió como al descuido

las yeguas, sacó esa cuenta.

Y anque sea a marcha lenta

no habiendo cerco o canal

se defiende’l animal

caminando, dando el anca…

se conoce po’ande arranca

pero… se inora el final…

 

Anduve campiando un tanto

sin acertar el camino

hasta que yegó un vecino

a componer mí quebranto.

En la Esquina de Amaranto

el hombre se hubo enterao

que Iyescas había encerrao

las yeguas de una manada

que tenía muy entablada

un gran padriyo tostao.

 

Con ese dato aportao

descontó que'ran las mías

y me cayó el otro día

pa' dejarme anoticiao.

Es por eso qu'he'nsiyao

y con cabayo de tiro

voy andando sin respiro

pa' cáir temprano, al clariar

y tras algo descansar

dar la guelta en un suspiro.

 

Me confío en la esperencia

que cuando agarren la güeya,

la yeguada se atropeya

al golver pa' la querencia.

Mí yunta es de gran presencia,

golosa pa' galopiar,

más buscaré no apurar

pa' no malograr la masa

y más luego estando en casa

ya tranquilo… resoyar….

                          (04/09/2024)

 Versos de Carlos Raúl Risso

 

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