Mientras se asa mí charrusco
me
calzo las alpargatas,
desprendo
mí rastra'e plata
y
en las matra'el catre busco,
la
vigüela en que me luzco
cuando
se arma algún fogón,
le
hago a la improvisación
anque
payador no soy
pero
con mí canto voy
dando
temple a la riunión.
Viejas
letras que aprendí
-de
muchos pies varias d'eyas-
y
que mi agüelo, en las güeyas
supo
cosechar pa’ si;
de
oírlas, grabao en mi
su
contenido quedó
y
aura las repito yo
porque
tráin sus relaciones,
ecos
de gauchas cuestiones
de
un tiempo que s’efumó.
Dejo
a un costao la guitarra
en
el banco acostadita,
prienda
que se necesita
pa’
que la vida sea farra;
sobre
las brasa’ bizarra
doy
güelta el charrusco mío,
agarro
el mate vacío
y
le acomodo la yerba,
y
sobre’l papel, con hebras,
paciente,
un cigarro lío.
Parao
en medio’e la puerta
en
una jornada fría
miro
al campo en mediodía
con
un sol que no dispierta;
güelvo
al fogón que me oferta
un
olorcito taimao,
desenvaino
el envenao
y
alzo el charrusco con ganas
que
una siesta soberana
me’spera,
cuando he almorzao.
(15/08/2024)
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