1
Al centro diun
albardón,
entre tala y
coroniyo
se encuentran un
rancho senciyo
pero que's demás
gauchón.
Ayí su dueño y
patrón
es don Florencio
Abascal,
quien la supo pasar
mal
pues por defender su
cuero
hizo vida de matrero
oculto en el
fachinal.
2
Ayí vivió a lo
peludo
hecho al oficio'e
nutriero
y gracias a un
aparcero
negociar sus cueros
pudo.
Más diuna vez comió
crudo
algún bicho que
cazó,
ningún fuego delató
su presencia en esa
zona,
¡si hasta dormía esa
persona
de ojo abierto, cómo
no!
3
Pero el tiempo que
se pasa
cómo va el agua 'el
arroyo,
hizo que olviden al
crioyo
y ni ricuerden su
traza.
Mejoró su vida rasa
pero estando ya
habituao,
no abandonó el
desolao
paraje ande
aquerenció
y un ranchito
levantó
sin apuro y aplicao.
4
En esos bañao
fiscales
que nadie quiere pa'
estancia
supo con
perseverancia
criar algunos
animales;
no le faltaban
baguales
pa' ejercitarse'n la
doma,
una majadita asoma
que's pa'l consumo
nomás
y unas vacas además
por si algún día
leche toma.
5
En aura no es
perseguido
y al pueblo por áhi
se ayega
y a las tijeras
se'ntrega
del barbero.
Presumido
se siente, más
distinguido
por lo que muestra
el espejo,
se le frunce'l
entrecejo
y ya su risada
suelta,
va pa'l boliche y la
güelta
le paga a unos
crioyos viejos.
6
Si dura su vida ha
sido
el mal, no lo
acobardó
y ande pudo levantó
cabeza, de bien
nacido.
Si hasta ha pelechao
se ha vido
y es aura un gaucho
señor,
pasa su vida mejor
en esos bañao que
quiere,
ande… si algún día se
muere
¡se hará tierra
superior!
(3/05/2025)
Versos de Carlos
Raúl Risso E.-