sábado, 15 de noviembre de 2025

UN SEMBLANTEO

 Igual que Yamandú, de madrugada

ya andaba levantao, falto de sueño,

pispiando el dispertar de la mañana

y escuchando el cantar de dos horneros.

 

Un cloquiar de palomas en los talas

me hace pensar que habrá niditos nuevos,

y estendiendo la vista en lontananza

lejos, muy lejos,  al chajá contemplo.

 

Sacude'l campo su pereza en calma.

La vida, siempre igual, hace un renuevo.

Tengo al lao de montar esa cañada

que abunda en patos por demás matreros.

 

Mi perro "El Montaraz", regüelca su ansia

de salir ya, a recorrer potreros

pero, estoy remolón, transida el alma

y hasta mal descansao, por falta’e sueño.

 

La tropiya’e la zaina va por agua

por la güeya’e las vacas, un sendero

que siete entrepelao, recorren mansa,

ramoniando algún pasto largo y tierno.

 

Dispierta el día asoma el sol su estampa.

Su luz va coloriando lo que veo,

y a mí el fogón, me acerque, me reclama

que la pava chifló, y eso no es güeno.

 

Lo ensiyo al cimarrón, y mi mirada

se queda contemplando los reflejos,

silentes parpadeos de las brasas

que astiyas jueran de'se tala viejo.

 

Pispiando el dispertar de la mañana

es que ando levantao, falto de sueño.

La vida, continúa, que no es manca,

y yo sigo al tuntún... mí derrotero...

                                    La Plata, 06/10/2025

Versos de Carlos Raúl Risso E.-

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