lunes, 6 de marzo de 2023

VALORANDO

 Amaina. Se va limpiando

el cielo en anchos listones

mientras que a unos nubarrones

“el pampero” pasa’rriando.

¿Otra de’stas? Sabe cuando

me agarrará en el camino;

por yuvia no me acoquino

tengo muchas sobre’l lomo

pero en verdá, ni sé como

pude yegar a destino.

 

 ¿Qué yuvia? Jue temporal

y me agarró a campo abierto

que’ra mesmo que un desierto:

ni planta ni pajonal.

Viento y agua por igual

me tráiban a mal traer

hasta que pude caer

-siguiendo el rumbo al istinto-

al puesto de Don Jacinto

y áhi jue pa’ mi, un renacer.


Entonces bien se valora

la templanza del fogón

y el sabor del cimarrón

como nunca se atesora.

Supo aguantar la totora

del techo, flor de chubasco.

cáiba’gua que daba’sco

y en tan singular negrura

¡era el candil una’lbura!

dando su luz dende un frasco.

  

Pero áura, ya es otro día,

otra historia por vivir

y se me hace colegir

que’l sol, trairá su alegría.

Si hasta el pingo, se diría

que anda’ura más avispao

-yegó bastante aplastao

del trajín de la tormenta-.

¿Pa’ que viá sacar la cuenta?

La vida… nada da fiao…

                                  (13/06/2014)

                                                                                     

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