1
Es
chicuela la tropiya
que’ntablé
con sacrificio
porque’unque
pobre, es mi vicio
tener
de la propia siya,
pues
le garante al que’nsiya
conocer
la condición
de
cada pingo. Y al son
del
cencerro’e la madrina
¡se
me hace que la Argentina
viá
recorrer de un tirón!
2
Que
si en El Tigre he nacido
y
he andao mucho sin trompiezo,
de
tanto en tanto regreso
al
pago de and’he salido;
pero
hace añares que anido
por
la vieja Madalena
ande
la historia resuena
y
yo la evoco en mis cantos,
mientras
que’n “Todos los Santos”
mi
esistencia se serena.
3
Es
la madrina “gatiada”
crioya
pura de’sta zona
y
¡ni un jeme! desentona
en
cuestión tan delicada;
parece,
que de confiada,
ni
al cencerro lo priecisa
que’s
como si los hechiza
a
los pingos que la siguen,
digo
más: que la persiguen!
como
a’mor que se idealiza.
4
Resulta
el “zaino anca mora”
-bonito
y de sobrepaso-
ser
en la güeya un pingazo
que
la distancia no atora;
pues
la guapeza le aflora
en
la firmeza del pelo:
zaino
negro, en el que suelo
lucir
las galas mejores
cuando
se le rinde honores
al
tiempo de mis agüelos.
5
Güen
encuentro y linda estampa
tiene’l
vistoso “picazo”
que’s
pa’ trabajar a lazo
como
elegido sin trampa;
y
cuando firme en las guampa’
queda
hecho cuerda el trenzao,
da
rienda buscando el lao
que
mejor le facilite
y
ansí ha sonao el upite
de
más de un bruto emperrao!
6
Mansejón
pa’ lo que cuadre
-una
muchacha o un chico-
al
“testeriya” lo ubico
que
ansí suelto es tan compadre;
pero’unque
un cuzco lo ladre
y
lo quiera garroniar
él
va’a cuidar el andar
tranquilón
y responsable,
¡pero
es de dentrar a sable
si
se cuadrase cargar!
7
Con
el “oscuro tiznao”,
mano
blanca, vaso negro,
de
tanto en tanto me alegro
en
un tiro acomodao;
hubiese
sido tapao
de
no ser que’s albo de una,
pero
es pa’ mi una fortuna
contar
con su atropeyada
cuando
en más de una boliada
pude
sosegar mi hambruna.
8
Tengo
un “oscuro” gauchón
aguerrido
en el rodeo
que’s
pa’ dar rienda -yo creo-
como
viraje’e ratón;
a
más de’sa condición
que
lo pinta en forma franca,
resulta
que’s taba blanca
mancha
curiosa pa’l caso,
lo
cierto que mi pingazo
siempre
trái la suerte’n anca’.
9
Como
en una atardecida
con
sol entre nubarrones,
entre
los cinco “crespones”
un
lunar tiene cavida:
y
en el contraste que anida
viendo
al “overo rosao”
entre
“oscuros” misturao
formando
en el mesmo entable,
¡dejen…
que mi orguyo hable
en
el verso qu’he trenzao!
(7/11/1996)
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