PRESENTE

(1996: los tiempos que corren)

Hay veces en que’l pecho, de transido,
se me güelve tapera mesmamente,
se quedan embarao hasta los pelos,
amaga el zurdo con echarse un sueño
y es un tembladeral tuito el camino
en que andan las ideas… sin moverse.

¿Qué’s difícil vivir…? ¡Dificil lo hacen!
Lo que’s el respirar es muy senciyo.
Pero embaruyan tanto con discursos
los que hablan lindo porque se creen cultos,
que’s un berenjenal que ni se sabe
lo que antes jué jardín pulcro y florido.

¿Qué hay que dir por derecha…? ¡Va de fijo!
pero risulta que hoy, cualquier sotreta
con pinta de “señor” y güena plática,
hace un jardín de la estensión más árida,
cualquier bolazo va por güen camino
y al lengualarga, es más: ¡se lo rispeta!

El ejemplo del mal, es lo que priva
y es moneda corriente lo dudoso,
y el que ha vivido honrao, decentemente,
anda a los malabares por no verse
que va charquiando fiero en la porfía
y ha de tumbarlo el prósimo corcovo.

¿Diande caudiyos pa’ empinar limetas
o engrasarse el bigote’n asao gordo?
¿Quién mira como el pueblo sino el pueblo?
¿Quién sufre los dolores del enfermo?
¡No me vengan con intenciones güenas!
¡Vénganmén con aciones y con hechos!

Y entre tantos tramojos, el cansancio
nos dentra a’modorrar hasta “los sueños”,
¿qué digo amodorrar? más bien los mata!,
que maniao de las manos y las patas
entre golpes y tumbos -como esclavos-
descubrimos lonjiao todito el cuero.

¿Diande caudiyos pa’ empinar limetas
o engrasarse el bigote’n asao gordo?
Que hay veces en que’l pecho, de transido,
se me güelve tapera… y me incomodo…!
(4/01/1996)