La expresión en verso, de un naciente amor criollo:
¡Qué paisana la morocha
con esos ojazos negros!
“Lindo su ‘tatas’ pa’ suegros”
mi’maginación derrocha.
Eya anda pispiante y chocha
con sus encantos macucos
y como no me acurruco
ni ante la helada más pior,
pienso regar esa flor
porque viá’a cantarle ¡truco!
Por detrás de la patrona
se la ve siempre dispuesta
y mucha atención le presta
cuando aqueya la aleciona:
“Que
no la traten de piona,
ni
se deje basuriar,
porqu’eya
la va’a educar
ya
que’s pulcra y obediente,
y
eso ya es un don de gente
que
hay que saber valorar”.
Eya se alisa la trenza
mientras le ve’embelezada;
esa patrona le agrada
por como habla y como piensa,
si hasta quizá la convenza
con el asunto’e la misa…
Piensa en su madre, sumisa,
que alumbró tantos gurises,
y aura busca otros matices
pa’ un futuro que divisa.
Pero yo no me acoquino
porque soy gaucho endevera,
y teniendo compañera
se hará orégano el camino.
Será el tesoro divino,
de una familia: la nota;
y sin pensar en derrota
pa’ las patronale’e Mayo
¡yo viá’atracarle el cabayo!
tal como dijo Omar Jota. (1)
(27/01/2024)
Versos de Carlos Raúl Risso