Esta mañana, al sentir los 72 sobre'l lomo, se me ocurrieron estos pareados.
Hoy al levantarme tenía un año más.
¡La
pucha! ¡Qué cosa! ¡Cha digo! ¡Caray!
Y
áhi mirando el cielo: “‘toy viejo pensé”.
Los
vi a mis mayores setentones pues.
Y
vino a mi mente el asao con cuero
que
pa’ sus setenta mandó hacer mi agüelo.
Y
vi la sorpresa, del otro, en la cara:
Le
cáimos de noche sin que sospechara.
Cruzamos
el campo de a pie y sin baruyo,
Yevando
vituayas y cariños muchos.
Y
hoy, al recordarme la luz tempranera,
me dije de pronto: “la cuenta se’leva”.
¿Y
aura… cómo sigue la historia ‘e la vida…?
¿Escribiendo
un verso… buscando una rima…?
Trenzando
lisonjas tampoco me veo
porque
solo aplaudo aqueyo en que creo.
Y si dende mozo transité’sa güeya
no es hora que cambie si mi luz no
ceja.
¡Qué
caray… chá digo!, los setenta y algo
me
cáin de sorpresa y como d’encargo.
Más
bien que sabía que se avecinaban
porque
nunca dejan de ser una carga.
Hoy al levantarme tenía un año más.
¡La
pucha! ¡Qué cosa! ¡Cha digo! ¡Caray!
(21/01/2024)
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