miércoles, 11 de noviembre de 2020

'UNQUE MALTRECHO

Por lo mucho charlado

a lo largo del año 96,vaya esta

reflexión para mi amigo Agustín

 

Debo haber hecho la’rmada

como bolazo andaluz

porque’l año, en  repeluz,

se’scapó sin decir nada;

se va de cola parada

festejando que juyó

mientras a muchos dejó

entre los pastos tendidos

y otros más que doloridos

andamos, ¡que lo tiró…!

 

Que el año se va… no es broma

pero eso poco m’importa;

más quisiera que la torta

nunca uno solo la coma.

Divisa el que’stá en la loma

y se hunde’l que’stá en el bajo,

pero gracias al de abajo

se sostiene el hombre rico;

el pez grande come al chico

y el pueblo va cabizbajo!

 

“Hasta que venga algún crioyo

en esta tierra a mandar”,

bien supo Hernández prosiar

soltando royo por royo,

pero haberá algún escoyo

que tal dicha no permita,

porque’s cierto: necesita

el pueblo, crioyo gobierno

pa’ no vivir el infierno

que al invasor facilita.

 

Nada vale la bandera

ni lo que’n su nombre se haga

si el que la iza, ¡ni amaga!

a serle fiel, dendevera.

De lo que’sta Patria era

ni la sombra queda ya:

lo no vendido, se da

total… ¿pa’que lo queremos…?

Y por su culpa debemos

que’s una temeridá.

 

¿Qué destino nos espera?

¿Qué yugo trairá el destino?

¿Por qué mi pueblo argentino

sufre de forma tan fiera? :

Rueda el mundo y pareciera

que si hay inicio hay final:

si aura emprincipia este mal

-a la larga o a la corta-

se va’a dar güelta la torta

pa’ cambiar de mano, el rial.

 

Y como las cos’están

plantiadas de dicho modo

mientras tanto, me acomodo

de mi cencerro, al talán.

Vibra con versos mi afán

(y este año, ¡mucho vibré!),

cortan los versos mi se’

por retemplar la esperanza.

(Quiera Dios, que’n la balanza,

del mañana, alguno esté!).

 

El que viviendo ha cumplido

como bien se debe hacer

tendría que merecer

un rumbo menos sufrido;

vencido, en estoy vencido

ni entregao. Como al acecho

me aguanto, y unque maltrecho

por argentino y patriota

soy capaz de dar la nota

poniendo, a lo gaucho, el pecho.

                                                   (31/12/1996)

Carlos Raúl Risso E.-

LA PRIENDA

 En sus ojos tan chispiantes

y en su melena alazana

la gracia de mi paisana

me retempla a cada istante,

su tranco ágil y cimbriante

como totoral, la acuna.

Regalo de la fortuna

por el que vivo anhelante.

 

Es al bailar ¡muy donosa!

liviana en la güelta’el valse,

y en su cintura haya el calce

justo, mi mano cayosa.

De su boca como rosa

le nacen frases floridas

…pero es también alvertida

pa’ la opinión sentenciosa.

 

Me salió de güena cuna

la muchacha’e los Perales

criada en modos muy formales

y en casa muy oportuna.

Dispuesta como denguna

me acetó el convite al ¡vamos!

y dende’ntonces que andamos

con un dulzor de higo’e tuna.


Su andar es una delicia

que’n los pechos se hace antojos

pero su mirar, ¡tramojos

me le prende a l’avaricia!

y en el dirse, por malicia

mi calma se desbarranca

que’n la redondez del anca

lo que se hamaca es codicia.

 

Es una avispa la moza

que ha’cetao la invitación

pa’ que yo agrande el fogón

y lo haga rancho a mi choza.

Cuando me besa, mimosa,

me olvido de la ucasión

que negocié’l redomón

por ronciarla, pa’ mi esposa.


Con los tata’ apalabrao

y con su “sí” en la maleta,

solo hay que atar la carreta

que la’rrime pa’ mi lao.

Sé que soy afortunao

porque al destino lo enrienda

mejor, el qu’encuentra prienda

pa’ vivir acoyarao.

                                 (15/04/1996)

Carlos Raúl Risso E.-