viernes, 4 de diciembre de 2015

RUMBO A LA ESQUINA

Como pa’ dar un paseo
caminando al animal,
Don Fausto de la Canal
ha ensiyao asigún veo;
y a juzgar lo que apreceo
-al verlo muy ridepente-
muenta un redomón corriente
de apariencia liberal,
con penacho de bagual
en  un tuse que’s reciente.

Van las borlas del bocao
balanciando sus colores
porque a trancos superiores
camina el que’stá ensiyao.
Don Fausto, serio y cayao,
tiende su vista a lo lejos
y engüelto por los reflejos
que da su crioya presencia
deja atrás a la querencia
rumbo a “La Esquina ‘e Vayejos”.

Bien priendida en el bozal
va la manea de botones,
y pa’ que hablen los mirones
puso el cabresto ‘e “pretal”.
A su estampa señorial
bien sentada sobre’l pingo
le pone el poncho un distingo
al cáir, como con descuido ,
ya que ha de ser bien lucido
en la riunión del domingo.

Y es que ayá en lo de “Vayejos”
hoy se apura un entrevero:
¡corre “El Zaino de Tejero”
contra un mentao “azulejo”!;
el flete viene de lejos
ganando en cualisquier cancha,
y anque le han hecho pata’ncha
ha gano sin apurones,
emparvando patacones
sin tener que dar revancha.
  
Y ayá, Don de la Canal
pasiará su estampa crioya
carculando, sin tramoya,
la forma de alzar un rial.
Es domingo y como tal
va a estar poblada “La Esquina”.
Si hay cuadreras se adivina
que haberá también cantores,
en fin... ¡gente que hace honores
de costumbres argentinas!     

                                      (26/08/1986)
Carlos Raúl Risso E.

martes, 22 de septiembre de 2015

POR UN CASUAL

En el tala que rajuña
el rancho con su clinera,
una paloma montera
de temprano refunfuña,
el hornero un canto acuña
en matinal clarinada
y mientras la mensualiada
sus trajines empareja,
yo quedo en “las casa” vieja
quebrao, por una rodada.

¿Las veces que habré salido
caminando a lo perdiz
cuando por áhi, en un tris,
al pingo lo había “perdido”!;
más no sé si por descuido,
confianza… o fatalidá,
se me cái muerto ¡qué va!
el “zainito” que montaba
y en ese enriedo quedaba
tendida, mi humanidá.

No sé’l rato que pasé
entre sonso y almariao,
pero me sentí quebrao
en cuantito reacioné;
quise pararme y me jue
cuasi imposible la cosa,
se me ponía refalosa
cualquier intención que hacía
pues la pierna me crujía
en forma muy lastimosa.

Estaba en esa porfía
pensando que hacer de mí
cuando a la distancia vi
un bulto que se movía,
me arrastré -como podía-
hasta mi cabayo muerto,
en gran ejuerzo, por cierto,
contra el anca me apoyé
y anque a medias… me paré
y alce’l poncho a cielo abierto.

Torció el rumbo el forastero
marchando con su tropiya
pa’nde yo cái en cucliya
y áhi nomás, de cuerpo entero.
Era el paisano un resero
golviendo pa’ su querencia
y anque carecía de cencia
pa’ curas medicinales,
supo aliviarme los males
con un cabresto… y pacencia.

Una costiya también
me tenía bastante augao
y con el poncho, un vendao
me’chó el hombre, juerte y bien.
Dispués en un santiamén
desensiyó mi cabayo,
le puso las pilcha’a un bayo
de confianza y mansejón,
pero montar, jue cuestión
en cuasi me desmayo!

¿Lo dimás?, cosa sabida:
me ayegó el hombre a las casa’
en las que Misia Tomasa
me dio una’marga bebida,
y en una atitú esigida,
difícil  y delicada,
me dieron una estirada
que me ablandó de dolor
pero quedé más mejor
con la pierna entabliyada.

Y aura, solo echando el resto
con el sol remontao alto,
costureo sin sobresalto
la presiya de un cabresto.
Ya pasará y tuito esto
será un ricuerdo, un rilato,
algo que pasó hace rato
y ande agatas salvé’l cuero
porque quiso un forastero
no mezquinarme su trato.
  (23/05/1992)

VIVIR

Apura el sol el dispertar del día
y el canto es contrapunto en dos horneros,
se despabila el tala en los gorjeos
y el campo acusa que jué noche fría.

Muestra la quincha del alero bajo
lágrimas escarchadas de rocío
y al costao de la bomba, el sauce viejo,
estira’l suelo sus desnudos gajos.

Se apronta el campo a repetir de nuevo
ese dir y venir que hace a la vida
gastando al sol, hasta golver fatiga,
las juerzas que la noche dio en renuevo.

Dispertarse otra vez hace a estar vivo
y estar vivo, al vivir, le pone’mpeño,
que’ntibia el alma el mate mañanero
y empuja a soliviarse’n el estribo.

Que si el pasto, las plantas y las flores
siguen, junto a mil ‘bichos’, un destino,
he de’nsiyar… pa’ continuar tranquilo
trajinando mis rumbos versiadores…

                                                           (31/07/1996)

lunes, 20 de julio de 2015

AMIGO

Día del Amigo 2015

AMIGO

Te mando un saludo amigo:
¡que pases un feliz día!
Eso me dará alegría
y será poncho de abrigo.
Porque sé, sos como el trigo
que con su harina da el pan,
y con tu afecto y tu afán
haces la harina bendita
de darle al que necesita
tus manos, que siempre están!

miércoles, 8 de julio de 2015

CON LAS MANOS VACÍAS


¡Cómo si te hubiera visto!
Te alejaste sin decirlo.
Y yo quedé barruntando:
¡triste vivir lo que vivo!

¡Cómo si te hubiera visto!
En güelo de mariposa
seguro que alzaste’l viaje.
Y yo… en la cola’e la tropa!

Ta que jue triste golver!
y hayar el rancho tapera.
Si hasta fofo, el corazón
se acoquinó’e pura pena.

Ta que jue triste golver!
…y sin maliciarme nada.
Mas si lo ha querido ansí
no he de cortarle las alas.

¡Cómo si te hubiera visto!
junto al pozo de brocal
te imaginé alzando el balde
con agüita pa’ regar.

¡Cómo si te hubiera visto!
…pero no he de verte más…
que yo no persigo sueños
que ya no se han de alcanzar.

viernes, 22 de mayo de 2015

ESPERENCIA

“Hay que seguir pa’delante
-murmuró Sisto Contrera-
que la mano venga fiera
no va’meyarme’l aguante;
no hay cáido que no levante
ni airoso que no se caiga
como que’s difícil que haiga
un lazo que no se corte
¡ni razón que más me importe
que la que al suelo me arraiga!

Que como crioyo he nacido
y he pisao la tierra en pata,
de adentro se me desata
hecho canto, un alarido;
me siento al suelo priendido
muy propiamente enraizao,
orguyoso del pasao
qu’heredé de mis mayores
y educao en los valores
que hacen a un hombre templao”.

Pasó la mano al sombrero
como revisando el ala,
y la requintó con gala
en un gesto muy campero,
sacó un negro, y el yesquero
al pronto, apuró la brasa,
dio una pitada machaza
y se acarició el bigote,
abrió los ojos grandote’
y sentenció, por su raza:

 “Hoy, argentino es cualquiera
pero no cualquiera es crioyo,
(que no ha de ser cualquier poyo
gayó, pa’ndar en gayera),
hoy se innora la bandera
cuasi… ni caso se le hace,
ya no es Patria, ande se nace
-¡si cualquier lao da lo mismo!-,
y escasea el patriotismo
porque ya no hay quien lo abrace.

Los heroe’ durmiendo están,
y naide a espiarlo’se asoma
y naide’l ejemplo toma
por lo que dieron y dan.
A mí no me quebrarán
estos tiempos confundidos,
tengo alerta los sentidos
pa’ rumbiar en la tormenta
¡que si el lazo se revienta
lo ingeriré sin cumplidos!”

Tiró a las brasas el pucho
con la última pitada,
tendió lejos la mirada
y se guardó algún cartucho…
(porque’l que ha vivido mucho
de fijo aprendió a guardar).
Dentra el silencio a tayar
mientras contemplo a Don Sisto
y pienso: ¡Me alumbre Cristo
la güeya que debo andar!
                                    (11/03/1997)

viernes, 8 de mayo de 2015

MESMO QUE'L DIABLO

1
Conocí un viejito hace años
en “los pagos de la costa”;
pa’ comer como langosta
a pesar de su tamaño.
Su rancho era un nido estraño
de paja, ramas y barro;
lo acompañaba un catarro
que a veces cuasi lo augaba,
y aunque cansao lo dejaba
sobre’l pucho iba un cigarro.
2
Ya la vida con su peso
le había encorbao la postura
y diría que su figura
hacía un justo contrapeso:
de sentadera era grueso,
de adelante, barrigón;
andaba al tranco lerdón
porque nunca tenía apuro,
y era pa’ ver en l’oscuro
lo mesmo que un lechuzón.
3
Las cejan le hacían ramada
a ojos chiquitos y huraños,
y usaba de muchos años
una barba enmarañada.
Tenía la cara cruzada
por los surcos de la vida;
la nariz grande y torcida
con el pelaje algo moro,
que a un sombre ‘güevo’e toro’
daba en la nuca cabida.
4
La camisa parecía
por las manchas, que’ra overa,
lo mesmo la corralera
que de chica ni prendía,
agatas si le cubría
un poco abajo del codo,
y yevaba’l viejo modo
doblao en punta hacia atrás,
un pañuelo bataraz
¡lo más arrugao de todo!
5
La faja abajo’e la panza
le cinchaba la bombacha,
y era un lujo pa’ su facha
ver que a la más crioya usanza
la rastra que cáiba mansa
con dos cadenitas sueltas,
lejos, era en la regüelta
estampa tan descuidada,
la cosa más apreciada
sin andar con muchas güeltas.
6
Su presencia era cortona
(pa’ no yamarlo petizo),
y el tener panza le hizo
la figura retacona.
La bombacha de cambrona
-viejaza, muy sucia y rota-,
le cáiba sobre la bota
-ya de tan chueca, sin taco-
y calzaba por macaco
una cuchiya grandota.
7
De limpieza ni que hablar
porque al agua le arisquiaba
y solo si lo mojaba
alguna yuvia al pasar.
Su jedentina sin par
no hay forma que la relate,
le hacía como chocolate
el cueyo con el sudor…
Al agua, su gran temor,
solo la tomaba en mate.
8
Sabía prienderse a la bota
como mamón a la teta
y si chupaba de jeta
su angurria daba la nota;
si por áhi alguna gota
del licor se le chorriaba
con la lengua la juntaba
mientras que se relamía,
y la panza se aplaudía
de satisfecho que’staba.
9
Pegote pa’ las mujeres
como mosca pa’l pastel
las encaraba sin yel
sin pedir los pareceres.
Era en esos menesteres
decedido y con jortuna,
siempre conseguía alguna
tanto joven como vieja,
y pa’ su rancho “en pareja”
golvía a la luz de la luna.
10
Poco afeto a trabajar
pa’ sustentarse’n la vida,
nunca andaba sin comida
porque’ra hábil “pa’ cazar”.
Claro que como al pasar
a veces “cazaba” ajenos…
pero él decía muy sereno
que le apartaban las reses
pa’ que pedir, no tuviese,
porque’ran vecinos güenos.
11
Más ayá de la bondá
de aqueyos supuestos hombres,
tuvo más de un lío sin nombre
hasta con l’autoridá,
porque a decir la verdá
el día que no carniaba,
en alguna trampa’ndaba
o hacía gresca en el boliche
con más vino que un trapiche
porque lindo se mamaba.
12
Amigo de las cuadreras
siempre cuidó algún cabayo:
supe conocerle un bayo
que ganó varias carreras;
nunca se sabía endeveras
cuando estaba pa’ ganar,
porque atrás lo solía echar
cuando menos se’speraba,
pero él, en grande embolsaba
mandando al otro a jugar.
13
No le conocí un pariente
ni supe ande había nacido;
ni tampoco su apeyido
y solo tengo presente
que lo yamaba la gente
Don Serapio… joso, El Viejo,
y en verdá que ya era añejo
anque no por eso güeno…
¡Si era más pior que veneno
y’indigesto como hoyejo!
14
Pa’ ensiyar tenía un petiso
doradiyo y mansejón
peludo igual que’l patrón,
clinudo y de cola’l piso.
Se me hace que lo diviso
en apariencias iguales,
costiando los pajonales
al tranco lerdo y seguro
siempre pensando, de juro,
como agenciarse unos riales.
15
Viviendo entre lagartijas
me dijieron que murió
pero tuito dudo yo
de’se viejo sabandija.
Nadie apretó las clavijas
al anciano de quien hablo,
y esta rilación que’ntablo
endispués de tantos años,
la cierro y no sería estraño
que’l viejo, ¡sea el mesmo diablo!

                                    (02/03/1980)

domingo, 12 de abril de 2015

GALERA DE MAURO GÓMEZ

Desde El Carmen de Las Flores
y por Tapalqué cruzando,
va la galera rodando
del “mayoral” Mauro Gómez.
Como en viajes anteriores
rumbo a San Carlo’e Bolivar,
lugar al que siempre arriba
tras recorrer treinta leguas,
dando en la posta la tregua ,
de que’l camino los priva.

Al trote largo y parejo
de los fieles “colorao”,
al paisaje desolao
lo cruza en cayao cortejo;
el camino desparejo
hace que bailen las ruedas,
mientras en el aire queda
de irregular estatura
la turbulenta figura
que forma la polvareda.

El arroyo de Las Flores
y la Cañada “El Recao”,
son dos pasos delicao
por no decir de los piores;
ayí muestran sus valores
“los colorao” marca’e Prida,
entre las aguas dormidas
de’sos lechos pegajosos,
afirmándose afanosos
por continuar la partida.

Luego trota la galera
cuando en silencio se acuna,
sobre un médano la luna
de la noche compañera.
Y ya cerca los espera
de la posta, el tibio amparo,
y ni bien la divisaron
se dejó oír la corneta,
avisando que a la meta
junto a la noche yegaron.

Ya en la posta, respiraron
al dejar el balancín,
los cabayos, que’l trajín
sin aflojar soportaron.
Los pasajero’estiraron
las piernas, medio’cansao;
en el campo desolao
los cimarrones auyaban,
y en el fogón ya chirriaba
la grasita del asao.

                                (24/05/1972)