Inspirada -pero con licencias- en
“El
Padentrano” de Esevich
chiflaba
la paja brava,
que
aquel descampao estaba
como
en los tiempos primeros.
El
arao del estranjero
no
había dentro entuavía.
Difícil
la polecía
que
por ayí se acercara
y
más difícil pasara
algún
viajero, algún día.
Al
costao de una laguna
había
un fachinal tupido
y
el bicherio sorprendido
era
un alboroto, ahijuna!
Tres
talas, pa' más jortuna,
estaban
ayí hermanao’.
Golví
a ver el descampao
que'ra
una gran ensenada
y
estaba como ocultada
en
un vayecito aislao.
Muy
al sur del pago mío,
ande
sierras se veían,
las
cosas se me ofrecían
cómo
pa' templar mis bríos.
Era
en verdá un desafío
el
volido asujetar.
Yo
solo entré a matreriar
por
no tener ‘papeleta’
cuando
la leva trompeta
¡te
arriaba pa'l Paraguay!
El
miedo me dio coraje
pa'
dentrar a'ndar camino
y
ansí me trajo el destino
hasta
este apartao paraje.
Acá
pondré fin al viaje
y
me ocuparé en poblar,
mejor
no hacerse notar,
habrá
que dir muy dispacio…
…que’l
olvido caiga lacio
sobre’se
papel vulgar…
(21/05/2024)
Versos de Carlos Raúl Risso
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