miércoles, 22 de diciembre de 2021

CON EL REDOMÓN DE TIRO

 Ensiyé al amanecer

cuando la fresca es suspiro

¡y ya me largué a rumbiar

con el redomón de tiro!

 

Tal cual lo había carculao

temprano voltié del cuero,

y charquié un cuarto’e cordeo

cosa de no andar venao;

alcé las pilcha’el recao

porque’s güeno , a mi entender,

antes que’l sol se haga ver

ganarle al calor, la punta,

y embozalando unan yunta

ensiyé al amanecer.

 

Y ya salí, si señor!

como quien va sin apuro

¡que’n güen pingo me aventuro

hasta en la güeya más pior!

Es animal superior

éste que’nsiyé, y almiro:

seguro si el lazo tiro,

pronto en cuestión de boliar,

¡y goloso en galopiar

cuando la fresca es suspiro.

 

Y dejando atrás las casa’

me hago de la güeya a un lao

y costiando el alambrao

siento que’l campo me abraza.

Una bandurria, alto pasa

en formación al volar;

yo, con mi perro a la par

y el redomón cabrestiando,

pito un negro, cavilando…

¡y ya me largué a rumbiar!

 

Varias leguas por delante

me separa del destino,

mas se hace corto el camino

cuando uno viaja anhelante.

Las orejas, espetante,

para mi pingo y yo miro,

campo y más campo respiro

con su silvestre fragancia,

mientras acorto distancia

¡con el redomón de tiro!

                     (19/02/1988)

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