DE INORANTES, NOMÁS…
Me'spera
un catre de tientos.
La
noche ya está cerrada
y en
penumbras la morada
que
alumbra un candil grasiento.
Se
ayega el soplo del viento
cómo
pa'avivar las brasa’,
la
sesera me amordaza
poniendo
sus condiciones
y yo
no tengo razones
ni pa'
esplicar qué me pasa.
Cavila
la entendedera
pero
no yega'aclarar
qué
cosa habrá de pasar
con
nuestra raza campera.
Ya
ni a la propia bandera
se
la’dora sacrosanta;
cualisquiera
la levanta
y
entre risadas la agita.
No
es por la Patria la cita
y a
la Patria no se canta.
Al
hombre que ha trajinao
una
vida de rispeto
ya
no lo copia ni el nieto,
menos,
los que están al lao.
Gente
crioya que ha enseñao
sin
tiza ni pizarrón,
quizá
que siempre jue pión
y
hasta puede… analfabeto,
pero
de un gaucho inteleto
superior
al que ha estudiao
Si
los que al lao le anduvieron
o lo
siguieron de atrás
nada
aprendieron, quizá
que
solo hipócritas fueron;
lo
loaron más no pudieron
ser
fiel a su aparcería.
Dio
todo lo que sabía
pero
sembró en tierra magra,
si
a’prender no se consagra
el
torpe, lo es noche y día.
Cuántos
que gauchos se creen
se
pialan al primer tranco
o se
les da güelta el banco
si
se levanta “el saber”;
hablan
a más no poder
a lo
loro y gayareta,
se
les enyena la jeta
en
estraña jerigonza
pero
como es gente sonsa
tiene
vacia la maleta.
Un
catre de tiento espera
que
le arrime la osamenta
pero
el pensamiento cuenta
y
cavila’a su manera.
Valga
esa gente campera
de
ayer, que pudimos ver,
los
que nunca a su saber
lo
mezquinaron ni un poco…
El
ala al sombrero toco
reverenciando
ese ayer.
(22/06/2024)
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