Tuve’n
el tiempo, una vez,
el
amor de una morocha,
más
quien la vida derrocha
suele
tener un traspié.
Pensé
que hasta mi vejez
m’iba
a dir acompañando
pero
el pampero, soplando
le
aventó al fogón las brasa’
y
como que todo pasa
solito
me fui quedando.
Y aura
una macua “alazana”
me
tiene como almariao
y
ando yendo pa’l poblao
y
cada vez con más gana;
como
no es nada paisana
no
acierto como atracarme
y
aunque sabe convidarme
en
el gayeta, un amargo,
dispués
sigo al tranco largo
y
solo logro alejarme.
“Animal zonzo el varón
cuando el amor lo domina”,
sentenció
alguno que opina
transido
del corazón.
Es
la esperencia espresión
que
se debe aprovechar,
vale
la pena empezar
con
la intención más desiada,
quizás…
una “colorada”
su
amor me pueda entregar…
(24/12/2014)
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