Allá por el '67, de boca de Francisco Chamorro conocí los versos de Menvielle, y entre ellos "El lunar de la tropilla" que se ganó hondo en mis sentimientos adolescentes.
Hoy, cerca de 50 años después, aquel recuerdo me inspiró estas décimas.
Sepa disculparme, Don Omar Jota.
Carlos R. Risso
¡“Picazo”
de mis ricuerdos
…cómo
olvidar tu donaire?
¡Si eras de
chairiarlo al aire
porque no
eras nada lerdo!
Y si al
tranquito me pierdo
por las
güeyas de tu historia
me hace
buya en la memoria
el tiempo
pasao, por cierto,
porque
podrás estar muerto
pero tu
ayer es mi gloria.
Y si tuve’n
la tropiya
un lujo pa’
mi trabajo,
juiste de
la mesma un gajo
y “la flor”,
“lunar” que briya.
Como escarciando
en la oriya
del poblao,
muy presumido,
un ricuerdo
conmovido
te trái de
nuevo al presente
pa’ que se
almire la gente
que’n tu
tiempo no te vido.
Cuasi me
dentran cosquiyas
cuando
aqueya yerra evoco
que un
colorao nada tioco
medio quedó
de rodiyas;
era un güen
pingo de siya
pero vos
eras mejor;
¡“picacito”
superior
que tuve
siempre de alhaja,
con vos no
me jui a baraja
ni aún en
el trance más pior!
Si habrá rejuntao
sereno
el
sobrepuesto y tu lomo
cuando vos,
con mucho aplomo
nochiabas,
mascando el freno;
dispués,
por guapo y por güeno,
servicial,
en forma franca,
sobre una
bajera blanca
preparada
de’sprofeso
tranquiaste
airoso al regreso
¡con una
china en el anca!
Hoy, picazo
yo también
ya con el
hocico blanco,
bichoco y
medio lunanco
tengo en el
ayer, mi edén.
¿Cómo
olvidar el vaivén
de’se tu
tranco lindazo?
Le busco al
tiempo el retazo
en que’s “flor”
de mi tropiya
¡el “picazo
gargantiya”
que’s “zarco”
del lao del lazo!
(08/03/2014)
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