con
trabajos a montones
que son
crioyas diversiones
pa’ los
hombres de’sta tierra.
¿Qué tal
Antenor Ezquerra
si acá en
las casa’hace noche
y de yapa,
como broche,
al chirriar
los asadores,
oímos a los
cantores
de sus gala’hacer
derroche?
-Vea
Almada, la faena
terminó al
cáir la oración,
y m’he
formao la opinión
que hará
una noche serena;
créamé
que’s una pena
si no me
quedo en su casa,
pero… ¿sabe
lo que pasa…?
quiero
cuanto antes yegar
a mi
rancho, pa’brazar
a mi paloma
torcaza.
-Güeno
Antenor, si es su gusto,
yo no le
voy a insistir
y si tiene
que partir
meta, que’l
viento está justo:
lo tiene de
cara, a gusto
pa’l que
debe galopiar,
y en algo
los va a’liviar
a su
“zaino” y al “gatiao”,
que anque
mucho han trajinao
seguro no
han de afluejar.
-Ansí es
amigazo Almada.
Sepamé usté
disculpar.
-Antenor,
yo debo dar
las gracias
a su gauchada.
-Están
demás. Si por nada
tiré con
tuitos los royos.
Hoy usté
tuvo mi apoyo,
mañana lo
hará por mi,
porque la
amistá es ansí
en esta
tierra de crioyos.
(24/02/1981)
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