Jué’n
el boliche “La Posta”
que’stá
en el camino rial
ande
hace esquina formal
con
la caye de la costa;
la
gente -como langosta-
cáiba
en aqueya ocasión,
y
es que como entretención
cuando
anuncian ¡jinetiada!,
retoza
la paisanada
en
tamaña diversión.
Ya
de temprano se vía
que
la reunión linda era,
y
con bastos y encimera
cada
animal se subía.
Los
beyacos, a porfía,
buscaban
ganar la apuesta,
pero
tenían la rispuesta
de
‘hacha y lonja’ en los camperos
jinetes,
que’n sus esmeros
hacían
vibrante la fiesta.
Se
amontonaba el gauchaje
atrás
de la empalizada
siempre
atenta la mirada
pa’nde
chocaba el coraje.
(Anque’l
variao beberaje
tiraba
pa’l mostrador
a’quel
que’ra gustador
de
un vino o de una cerveza,
y
anque parezca estrañeza:
de
un naranjín, pa’l calor…).
La
cosa era con final
y
pa’l desempate, pues,
los
reservao eran tres
¡a
cada cual, más bagual!
Y en
topada colosal
sobre
un chuzo mascariya
un
tal Jacinto Amariya
que
lo anduvo sin apremio,
¡se
alzó los pesos del premio
y el
aplauso de la oriya!
(11/01/1990)
Versos
de Carlos
Raúl Risso E.
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