Cái una garuga fina
queriendo calarme el cuero
mientras que al ala’el sombrero
el peso’el agua la inclina.
El viento se arremolina
castigando el encerao,
y el “Lobuno” -trajinao
por dir en güeya pesada-
con la cabeza agachada
va tranquiando resinao.
La tarde ya se jue al mazo
adelantando la noche
y haciendo de agua derroche
la tormenta marca el paso.
La yuvia me da su abrazo…
Al pasar me chifla el viento,
pero sordo a ese lamento
bajo un cielo sin estreyas,
solo ansio los brazos de eya
y ansí cantarle contento.
¡Es la morocha paisana
“capataza de mi amor”!
De mi querencia: la flor;
de mi vida: la mañana.
Y anque la yuvia se afana
pa’ que no yegue a destino,
a continuar solo atino
¡no me aflueje mi “Lobuno”!
Que mi amor tan solo es uno
¡Y espera al fin del camino!
(30/09/1980)
domingo, 21 de marzo de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario