Digo
folclore y estoy
hablando
del pueblo mío,
de
su cencia y su atavío
de
su historia y de su hoy.
¡Si
señor!, surero soy
produto
de la yanura
a
la que sierras mistura
el
Señor, en su campaña
y
me late hondo en la entraña
manifestar
mi cultura.
¡Si
señor!, pa’ bien saber
de
que lau calienta el sol
se
ha entablao este crisol
de
gente, que ha de aprender,
pa’
poderle degolver
al
pueblo, ese señorío
de
poder decir: “es mío
lo que nutrió mi’nteleto
de’ste saber que respeto
y es saber en que confío”.
Sabe’l
pueblo en su saber
-empíricamente
digo-,
cosas, que han sido testigo’
sus
raigones del ayer.
El
poderlas conocer
habla
de la tradición
que
tuvo la condición
de
salvarlas del olvido
por
eso hoy han revivido
como
brasas de un fogón.
Digo
folclore, y es todo;
un
muy variao universo
que
por supuesto en un verso
no
ha de’ntrar… de ningún modo!
Salimos
codo con codo
a
paletiar lo que sea
que
ha de alumbrar más la tea
cuando
la verdá se’empuña
y
hemos de clavar la uña
con
la Academia. Es la idea.
(29/04/16)
Carlos Raúl Risso E.-